El gobierno argentino autorizó el retorno a clases este jueves. Sin embargo, no fijó una fecha específica, ya que cada provincia tendrá autonomía para decidir cuándo y cómo se hará la vuelta a las aulas.
La medida generó críticas, pues la cifra de contagios de coronavirus está en lo máximo. Lo mismo ocurre con la cantidad de muertes diarias a causa del COVID-19.
El Político
La firma de la resolución gubernamental no implica que se de un regreso a clases en los próximos días. De hecho, los gobernadores de la mayoría de las provincias ni siquiera se plantean volver a las aulas antes de que finalice 2020, segun Infobae.
Hasta el momento, sólo la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) está anunciando que retoma las actividades académicas. No obstante, no se trata de clases propiamente dichas, sino de actividades de revinculación de los niños con la escuela.
CABA es gobernada por Horacio Rodríguez Larreta, dirigente opositor cuya popularidad ha subido gracias a la buena gerencia aplicada a la crisis que generó el COVID-19
Mientras en la ciudad la cifra de contagios comienza a adoptar forma de meseta, en la Provincia de Buenos Aires los contagios y muertes siguen en alza.
La provincia de Buenos Aires está en manos de Axel Kicilloff. Es un dirigente kirchnerista, muy cercano a la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner.
Kicilloff suele estar en desacuerdo con todas las aperturas de actividades que plantea Rodríguez Larreta. Sin embargo, en esta ocasión, es el propio gobierno Nacional argentino el que llama a retomar las clases. Coincidencia entre rivales políticos.
Requisitos a cumplir para el retorno a las aulas
Para reanudar las actividades escolares, las provincias deben cumplir una lista de requisitos. El principal es que sean ciudades de bajo riesgo epidemiológico.
Tambien deben evaluar la forma en que se van a transportar estudiantes y docentes, para que no haya traslado interprovincial.
Igualmente, deben hacer jornadas de capacitación al personal docente y no docente para adoptar medidas contra el virus.
A los alumnos que sufren enfermedades preexistentes les deben dar una alternativa para que no asistan a clases presenciales, según las directrices del Ministerio de Educación.
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