La Unión Europea (UE) mantiene contactos con el Gobierno cubano para facilitar la entrada en el país del Banco Europeo de Inversiones (BEI), que aspira a jugar un "papel fundamental a futuro" en las cuantiosas inversiones requeridas para cimentar el desarrollo de la isla.
El ministro consejero de la Delegación de la UE en Cuba, Alain Bothorel, señaló hoy en una rueda de prensa con motivo de la participación europea en la Feria Internacional de La Habana (Fihav 2016) que el BEI tiene "experiencia y conocimiento" en los principales sectores en los que el país necesita inversiones.
Infraestructuras, cambio climático, innovación y pequeñas y medianas empresas son algunas de las áreas en las que podría jugar un papel el BEI, que tendrá luz verde para operar en la isla una vez que se firme en diciembre próximo el Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación entre la UE y Cuba.
Ese acuerdo abre una nueva era en las relaciones bilaterales, limitadas hasta ahora por la llamada "posición común", que desde 1996 supeditaba cualquier nexo a avances en la democratización y los derechos humanos en la isla.
"Estamos averiguando con el Gobierno cubano las posibilidades de financiamiento por parte del Banco Europeo de Inversiones (…). Cuba necesita muchas inversiones", indicó el diplomático, quien confió en que en 2017 se puedan empezar a negociar las condiciones de trabajo de la entidad financiera en Cuba.
Entre las ventajas de la institución se encuentran "condiciones ventajosas, con préstamos al 3 % de interés y en varias monedas", resaltó.
"Vamos a seguir con los contactos para que el BEI pueda operar lo más pronto posible. Es un trabajo a medio plazo que esperamos que pueda complementar la cooperación de la UE en Cuba" mediante préstamos, agregó.
Por su parte el embajador de la UE en la isla, Herman Portocarero, confió en que esa entidad pueda jugar, a futuro, un "papel fundamental" en el país caribeño y recordó que aunque la UE es el principal inversionista en la isla, sobre todo en el sector turístico, el país "necesita mucho más, especialmente en infraestructuras públicas".
Sobre las oportunidades de negocio que Cuba ofrece a los inversores extranjeros, una cartera de casi 400 proyectos por valor de 9.500 millones de dólares, consideró que se está "en el buen camino, pero aún hay algunos retos y desafíos".
"La inversión extranjera se hace en función del interés comercial y no político. Supone una legislación adecuada, confianza mutua y un sistema de licitaciones abierto y transparente", apostilló.
Destacó la "masiva" presencia europea en la Fihav 2016, alentada por las reformas económicas aprobadas por el Gobierno cubano en los últimos años y la necesidad de captación de capital foráneo que tiene el país caribeño.
La "buena noticia", según el embajador, es el rápido crecimiento del volumen global de negocio entre los países miembros y Cuba -con España, Italia, Francia y Holanda a la cabeza-, pero la "mala" es que la balanza aún sigue muy desequilibrada a favor de Europa.
En 2015 la UE exportó bienes a Cuba (en su mayor parte maquinarias) por valor de 2.184 millones de euros, mientras las ventas de la isla al bloque europeo (combustibles minerales, azúcar, bebidas y tabaco) se cifraron en 540 millones, según datos oficiales.
"Una buena relación comercial tiene que ser equilibrada", opinó el diplomático.
Recordó que las exportaciones cubanas a la UE son aún productos tradicionales con poco valor agregado y llamó al país caribeño a diversificar sus exportaciones "para lograr un comercio mas equilibrado".
Entre los sectores con potencial para la economía cubana identificó el de la biotecnología y el farmacéutico, y aludió al importante monto en cooperación comprometido por la UE para el actual quinquenio como una herramienta que puede contribuir a mejorar la competitividad cubana.
Con información de: EFE
