Si se aprueba en el Senado el artículo 185, el último de la Rendición de Cuentas, que elimina beneficios fiscales por donaciones de las empresas a universidades privadas, unos 2.250 estudiantes podrían correr el riesgo de perder las becas a las que acceden, muchas de las cuales cubren la totalidad de la cuota o un alto porcentaje de esta. El cálculo surge a partir de la cantidad de becas que otorgan las cinco universidades de Uruguay, con datos suministrados a El País.
El artículo, que fue aprobado el jueves en la Cámara de Representantes con los 49 diputados presentes del Frente Amplio y uno de Unidad Popular, fue impulsado por la diputada del IR Macarena Gelman. De acuerdo a la ley 18.083 de 2006, las empresas pueden computar el 75% de lo donado como pago a cuenta del Impuesto al Patrimonio y del Impuesto a las Rentas de las Actividades Económicas (IRAE). Las empresas descuentan además el IRAE del gasto en el que incurren (es decir, de ese 25% restante), con lo cual el monto que pueden descontar es el 83%. Teniendo en cuenta que las donaciones de las empresas a las universidades privadas rondan los $ 44 millones, este mecanismo hace que el Estado termine resignando ingresos por unos $ 36,5 millones y los privados aporten $ 7,5 millones, lo que Gelman critica porque sostiene que ese dinero tendría que fortalecer a la educación pública.
Por su parte, las universidades privadas emitieron ayer un comunicado a la opinión pública en el que sostienen que esa renuncia fiscal resulta insignificante si se tiene en cuenta que el gasto público anual en Educación en 2015 fue de US$ 1.500 millones. "Las donaciones recibidas por las universidades privadas supusieron un 0,1% de este monto", sostiene la misiva.
Las universidades temen que de aprobarse esta medida en el Senado muchos estudiantes, especialmente de bajos recursos, no accedan a becas y que diversos proyectos de investigación también queden truncos. No obstante, solo dos de cada cien de los jóvenes de los sectores más desfavorecidos de la sociedad llegan a la universidad en Uruguay, como reveló el informe "Logro y nivel educativo alcanzado por la población 2015″, presentado por el Ministerio de Educación y Cultura la semana pasada.
En general las becas que otorgan las universidades privadas son aprobadas por poder adquisitivo y por mérito, aunque existen descuentos de todo tipo (hermano que también estudie en la institución, haber concurrido a determinado liceo, etc.). Las becas suelen ir del 20% al 100% de la cuota. La cantidad de alumnos del interior ronda entre el 30% y el 40% de los beneficiarios y la de estudiantes de liceos públicos oscila en la misma cifra.
Datos de cada universidad.
La ORT utiliza dos tercios del dinero que recibe de empresas que exoneran impuestos en becas y un tercio lo deriva a investigaciones. Esta institución educativa tiene unos 7.000 alumnos, de los cuales 3.765 cuentan con algún tipo de beca. De esas becas, 300 se financian exclusivamente con los fondos de las empresas que logran exoneración. Este monto recibido para 2015, de acuer-do a la Rendición de Cuentas, fue de $ 11.288.507 (la ORT recibió donaciones de 14 empresas. El 44% de ese monto lo otorgó el Banco Santander).
De esos 300 alumnos que reciben las becas por el aporte de estas empresas, la mayoría son personas de niveles socioeconómicos bajos. Gran parte se encuentra en el proyecto Camino Tics, que tiene unos 150 alumnos. En este programa los alumnos reciben además de la bonificación de la cuota apoyos complementarios, como tutorías y pasantías en empresas. "Pasa que en tres o cuatro años un muchacho hijo de una familia de extrema necesidad se transforma en el principal generador de ingresos para toda la familia", sostuvo Jorge Grünberg, rector de la ORT. Entre los proyectos de investigación se encuentra "la casa uruguaya", de construcción bioclimática, o el proyecto de vacunas veterinarias con producción biotecnológica, entre otros. "Estos proyectos no se podrían hacer sin este tipo de donaciones", destacó Grünberg.
La Universidad Católica (UCU) tiene 7.213 estudiantes de grado. Entre becas y descuentos la universidad beneficia a unos 3.000 alumnos. Las becas son unas 610 y de ellos alrededor del 10% se financian con el sistema de exoneraciones (unas 60). La UCU recibió $ 15 millones de las empresas que exoneran impuestos (Son 21, el Banco Santander aporta la mitad del dinero). Esta suma también va en parte para investigaciones.
En la Universidad de Montevideo (UM) hay unos 1.800 estudiantes de grado, 40% de los cuales reciben beca, lo que equivale a unos 720 estudiantes. Algunos pueden recibir aparte descuentos (como por ejemplo por hermano o por ser del interior, que representa una bonificación del 20%). En algunos casos el monto de la beca y el del descuento pueden sumarse.
Del total de donaciones recibidas, 75% provienen a través del sistema por exoneraciones fiscales y un 25% por donaciones directas, lo que implica que el número de becas que podrían verse afectadas de votarse el artículo de la Rendición de Cuentas en Senadores es de 540. La UM recibió $ 13.317.163 en 2015 por concepto de donaciones con exoneración (provienen de 28 empresas. El mayor aporte es de "Nicolás Herrera y otros", por un monto de $ 1,7 millones. El Banco Santander aportó $ 910.035). La UM apoya especialmente la carrera de Magisterio, única opción privada de esta formación, y los profesorados, con un 73% de los alumnos becados.
Por su parte, las becas del Instituto Universitario Claeh dependen casi integralmente de los aportes de las empresas que exoneran impuestos. La universidad tiene unos 1.000 alumnos y unos 250 cuentan con becas. Nelson Da Costa, director académico del Claeh, subrayó que de derogarse el mecanismo hay carreras que se verían especialmente afectadas, como la Licenciatura en Gestión Cultural, que tiene 100 alumnos. "Es la única en el país y la primera en América Latina. De esa manera le quitamos la posibilidad a cualquier uruguayo de estudiar gestión cultural", sostuvo. El Claeh recibe donaciones por exoneración por $ 1.940.395, con el aporte de cuatro empresas (el Banco Santander aporta el 52%).
La Universidad de la Empresa (UDE) no recibe donaciones fuera de las que son por exoneración. Tiene unos 4.000 alumnos y le da algún tipo de bonificación a entre un 25% y un 30% del alumnado (1.100 personas). La UDE solo recibió una donación en 2015: la del Banco Santander, por un monto de $ 2.591.933.
El número de 2.250 estudiantes que podrían ver afectadas sus becas (que son por distintos montos y por diferentes circunstancias) surge de la suma del estimativo de estudiantes que reciben becas a partir de las donaciones con exoneración: 300 alumnos de la ORT, 60 de la UCU, 540 de la UM, 250 del Claeh y 1.100 de UDE. Si se suma la cantidad total de estudiantes de las universidades, este número equivale al 10% de los matriculados. Las universidades aclararon que de votarse el artículo en Senadores no afectaría a las becas ya otorgadas sino a las futuras.
"El perfil de los estudiantes de las universidades privadas no es de elite, como se piensa. Estoy seguro que el poder socio-económico de los alumnos de las privadas y de la Udelar es similar", comentó Claudio Williman, decano de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UDE, quien destacó que las becas permiten a los estudiantes cursar carreras que no tiene la Udelar, como la Ingeniería en Biotecnología o la Licenciatura en Logística.
Tope a las donaciones.
El proceso para que empresas realicen donaciones implica varios pasos. En principio, las universidades u otras instituciones educativas y sociales le presentan al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) distintos proyectos de becas o investigación. El MEF tiene que aprobar el proyecto (el mismo debe tener un fin social) y estipula un tope que puede recibir la institución por donaciones con exoneración impositiva. Si lo aprueba, la universidad busca el donante. El MEF luego controla que el dinero se haya gastado según lo estipulado.
De acuerdo al Informe Económico-Financiero de la Rendición de Cuentas la UCU, por ejemplo, presentó proyectos por $ 76 millones pero le fueron aprobados $ 15 millones, mientras que el Claeh pidió $ 18 millones, de los cuales le fueron aprobados US$ 2 millones. "El sistema uruguayo tiene un tope muy estricto de lo que las empresas pueden donar", sostuvo Grünberg, rector de la ORT. "En todos los países del mundo si no existe un incentivo fiscal las donaciones son poco y nada".
La Universidad de la República es la que más donaciones recibe. Si se tiene en cuenta el monto de las donaciones a las oficinas centrales y a ocho facultades la cifra asciende a $ 33 millones. El proyecto recorta el beneficio para las privadas, pero sí lo mantiene para las instituciones públicas de educación, así como para escuelas y liceos privados o público-privados.
Frente Amplio dividido por la propuesta del sector IR
La propuesta de quitar las exoneraciones fiscales a las empresas que donan a las universidades privadas, del sector IR, liderado por Macarena Gelman, generó amplias repercusiones en la clase política y la sociedad. El tema ya había sido tocado en la discusión presupuestal del año pasado, pero la propuesta no fue aprobada.
El Frente Amplio pidió disciplina partidaria para la votación. Gonzalo Mujica, de Asamblea Uruguay, acató el mandato pero se manifestó contrario a la medida y destacó que de todas las universidades, la Udelar es la que más donaciones recibe. Desde el oficialismo, el vicepresidente Raúl Sendic, y Álvaro García, de OPP, se manifestaron a favor de la medida, pero el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) respaldó a las universidades privadas. Astori se pronunció en contra del artículo y el subsecretario del MEF, Pablo Ferreri, les dijo a los rectores, previo a la votación, que iban a contactarse con diputados y senadores del Frente Líber Seregni (FLS) para convencerlos de no apoyar el proyecto. Fuentes del MEF dijeron a El País que varios legisladores del FLS tendrían decidido no votar a favor del artículo en el Senado.
La oposición también se mostró muy crítica con el proyecto. El Partido Nacional calificó la medida de " persecución ideológica". Las Universidades destacaron que lo que no se le done a las universidades va a pasar a otras instituciones y que el monto para cinco universidades es de solo US$ 1,4 millones.
Las empresas no pagan menos impuestos por las donaciones
El contador Diego Vallarino explicó a El País que en ningún caso una empresa paga menos por donar, que si pagara los impuestos directamente. Por ejemplo, si una empresa dona $ 100 a una universidad, puede exonerar automáticamente el 83%. Además de esos $ 100 que donó, tiene que pagar los $ 17 de diferencia. Es decir, si una empresa dona $ 100 tiene que abonar ese monto más $ 17 del Impuesto a la Renta de las Actividades Económicas (IRAE), o sea que gasta $ 117. Si no dona, paga de IRAE solo $ 100, o sea que se ahorra los $ 17.
Vallarino criticó que se hable de que las empresas usan la donación para no pagar impuestos, porque puede darse el caso de una empresa que dona y al final del ejercicio el balance no arroja ganancias. También puede pasar que se usen otros beneficios. "Un ejemplo son los de la Ley de Inversiones. Es decir, ya tuvo beneficios fiscales. En la Ley de Inversiones se puede descontar hasta el 60% de ese impuesto, o sea que de $ 100, a la empresa le quedarían por pagar $ 40, y en vez de usar los $ 83 de las donaciones, termina usando $ 40″.
Con información de El País