Como la canción del canadiense Paul Anka, que interpretó con gran éxito Frank Sinatra, "Il Cavalieri” Silvio Berlusconi vivió la vida "a su manera". Fue uno de los más famosos empresarios italiano, además de desempeñarse como primer ministro en cuatro ocasiones.
Cándido Pérez/ El Político
Fue cantante en cruceros y vendedor de aspiradoras. Así comenzó Silvio Berlusconi su meteórica carrera en los negocios y la política, que lo llevó a erigirse en uno de los grandes magnates de la comunicación y los deportes y a liderar el Ejecutivo italiano hasta en cuatro ocasiones.
Fue el hijo mayor de una familia de la pequeña burguesía milanesa. ‘Il Cavaliere’ se licenció en Derecho en 1961 y comenzó ese mismo año sus andanzas empresariales, al constituir Cantieri Riuniti Milanesi Srl (Canteras Milanesas Reunidas) para adentrarse en el mundo de los negocios inmobiliarios y construir los cimientos de uno de los mayores imperios del país.
Sin embargo, más allá de sus fructíferos negocios, la figura de Berlusconi alcanzó cotas enormes de popularidad más allá de las fronteras nacionales gracias a su papel como primer ministro.
Se situó al frente del Gobierno por primera vez en 1994 con su partido Forza Italia, cuando ya era un reconocido empresario en distintos sectores. Esta primera experiencia tuvo, no obstante, una vida breve, a causa de acusaciones contra ‘Il Cavaliere’ de colaboración con la mafia, soborno, corrupción y fraudes fiscales, que mancharon su imagen e impidieron su reelección en los comicios de 1996.
El último “Cavalieri” moderno
Tras cinco años como líder de la oposición, Berlusconi regresó al poder en 2001 con una coalición llamada Casa delle Libertà al recuperar la confianza de los italianos, que lo mantuvieron como primer ministro hasta 2006. En un periodo en el que conformó dos Gobiernos diferentes.
Ese mismo año perdió las elecciones a favor del centro izquierda, liderado por Romano Prodi, pero volvió al Palacio Chigi (residencia del presidente del Consejo de Ministros) en 2008 después de disolver Forza Italia y crear otro partido, “Il Popolo della Libertá”.
En 2011, ‘Il Cavaliere’ se vio obligado de nuevo a abandonar el Ejecutivo antes de tiempo.
La crisis económica que azotaba Europa -Italia incluida- y las condiciones de la UE para ayudar al país, la pérdida de la mayoría parlamentaria y cinco procesos judiciales por inducción a la prostitución de menores y fraude fiscal llevaron a Berlusconi a presentar su dimisión ante el presidente de la República, Giorgio Napolitano.
Tras un periodo inhabilitado por la Justicia para ocupar un cargo público, consiguió un escaño en el Europarlamento en 2019.
En 2022, volvió a guiar a Forza Italia en las elecciones en una coalición de centroderecha, encabezada por Fratelli d’Italia y compartida con la Lega, que terminaron ganando.
Magnate financiero de Italia
Más allá de su turbulenta trayectoria política, ‘Il Cavaliere’ acometió desde muy joven una intensa actividad empresarial.
Su ambición nunca tuvo límites, tal y como demostró a lo largo de su vida con la creación, inversión y/o compra de empresas en diversos ámbitos.
Después de esas primeras incursiones urbanísticas dentro y fuera del país a comienzos de los 60, se decantó por la comunicación y, a finales de 1990, era ya un magnate del sector tras haber iniciado en los 70 un gran proceso de adquisición de varios periódicos y medios italianos.
La creación en 1974 de una cadena local, Teleminalo, y cuatro años después de una nacional generalista, Canale 5, supuso el punto de partida para la fundación de múltiples empresas de publicidad y le granjeó casi el monopolio de la audiencia de su país. Con contenidos basados fundamentalmente en el entretenimiento.
Después, aglutinaría ambas en Finninvest, que se convertiría en uno de los grupos financieros más importantes de Italia con el control, entre otros, de Mediaset (incluida su filial española), la editorial Mondadori, el Banco Mediolanum y el AC Milan, que dejó de pertenecer al grupo en 2017.
Precisamente en la expansión de sus negocios más allá de los medios de comunicación, Berlusconi adquirió una de las mayores cadenas de grandes almacenes de Italia (La Standa, de la que después se desprendió) y el club de fútbol AC Milan, que vendió en 2017 por 740 millones de euros.
No obstante, no abandonó el mundo del balompié y en septiembre de 2018 compró por tres millones el Monza, que había quebrado en 2015. Con esa inversión, en la temporada 2022-2023 el equipo juega en la primera división del país.
Problemas con la Justicia
A lo largo de toda su vida, envuelta en un halo de lujos y controversias, los escándalos han perseguido a Berlusconi.
Además de los vinculados con sobornos y corrupción, el más sonado fue probablemente el relacionado con las polémicas fiestas privadas en 2010.
Aunque anteriormente ya existían rumores de este tipo de encuentros, el más conocido fue “el caso Ruby”. Recibió el nombre de la menor marroquí Karima El Mahroug -apodada por la prensa Ruby Rubacuori (Robacorazones)-, que mantuvo relaciones sexuales con el político cuando tenía menos de 18 años.
Por esto, Berlusconi fue condenado en 2013 a siete años de cárcel y a inhabilitación perpetua para el ejercicio de cargo público por los delitos de abuso de poder e incitación a la prostitución de menores, pero fue absuelto en 2015 por el Supremo al considerar que faltaban pruebas.
En 2023, en un proceso paralelo, fue exculpado de comprar el silencio de los asistentes a sus fiestas privadas. No todos los participantes salieron tan bien parados, ya que tres fueron condenados en otro juicio -el Ruby bis- por proxenetismo.
"Il Cavalieri"…con muchas amantes y 4 esposas
Más allá de estos procesos, otros escándalos han rodeado a Berlusconi, muchos de ellos también relacionados con mujeres.
Ya en 1984 su entonces esposa, Carla Dall’Oglio, con quien tuvo dos hijos, pidió el divorcio tras saber que ‘Il Cavaliere’ iba a tener otro vástago con la actriz Verónica Lario. Se casó con ella posteriormente y tuvo dos descendientes más, pero también se separaron en 2009 a causa de los rumores sobre la predilección del empresario por las jóvenes atractivas.
En 2012 comenzó una relación con Francesca Pascale, de 49 años menos que el magnate. Desde 2020 su pareja era la diputada Marta Fascina, de 33 años.
“Berlusconadas”
Además de con sus escarceos amorosos, ‘Il Cavaliere’ sorprendió a la opinión pública con sus controvertidas frases, bautizadas como ‘berlusconadas’.
“Yo siempre gano. Estoy condenado a vencer”, declaró en 2003 ante los medios, en un alarde de pretenciosidad y ego.
“La oposición dice que me vaya a mi casa: ¿a cuál? Tengo veinte. Tenía once en fila en la puerta y me he tirado a ocho. Solo Napoleón hizo más de lo que yo he hecho”.
Y la más reciente:
“Les mando un autobús prostitutas”, dirigida a los jugadores del Monza.
Son sólo algunas de las expresiones que el magnate dedicó a la prensa y que dibujan un retrato certero de su personalidad.