Durante la tarde de este 23 de noviembre, la Casa Blanca emitió un largo comunicado explicando la estrategia del presidente Joe Biden para hacer frente al alza del precio de los combustibles.
El Político
Todo esto en el marco de su plan de política exterior para retomar el liderazgo mundial de Estados Unidos en diversos temas, entre ellos la energía.
Este comunicado conjunto, hecho con China, India, Japón, Corea del Sur, y el Reino Unido marca de posición clara frente a los países de la OPEP, el cartel de petróleo más importante del mundo. El cual recientemente indicó que no aumentarían la producción de crudo para reducir los precios del crudo y sus derivados.
El plan de Biden
El plan de los Estados Unidos se basa en liberar una cantidad equivalente a cincuenta millones de barriles de petróleo de sus Reservas Estratégicas.
Estas reservas son almacenadas en contenedores de petróleo a lo largo del país y existen para hacer frente a una crisis de oferta petrolera. Esta figura nació en los años 70. Luego de la Primera Crisis del petróleo, cuando la OPEP detuvo el envío de petróleo desde Medio Oriente a los Estados Unidos y sus aliados.
¿Cómo se ejecutará el plan?
Para el Departamento de Energía de los Estados Unidos, esta liberación de cincuenta millones de barriles se realizará de la siguiente forma:
– 32 millones de barriles de crudo irán al mercado especulativo de petróleo. Esta liberación permitirá incidir negativamente en los precios internacionales del petróleo. Abaratando los costos de producir y comercializar combustibles dentro de los Estados Unidos. Así mismo, esta figura comercial permitirá reponer el inventario de petróleo en el mediano plazo.
– 18 millones de barriles irán a una venta directa de petróleo aprobada por el Congreso con anterioridad.
Más allá de estas medidas, la declaración de la Casa Blanca intenta transmitir que el gobierno está haciendo todo lo posible para mantener el inventario de petróleo mundial de modo que el mundo pueda salir de la pandemia del coronavirus de la manera más positiva posible.
Del mismo modo, el comunicado establece que Estados Unidos está comprometido, gracias a la firma del Build Back Better Act, a reducir sus emisiones de carbono de forma drástica para 2050 y limitar la dependencia del país de los combustibles fósiles.