En el inicio de su viaje de cuatro das a Belfast y Dublin para marcar el 25 aniversario del Acuerdo Viernes Santo, el presidente Joe Biden reiteró este martes el "compromiso de EEUU para preservar la paz y la prosperidad" en Irlanda del Norte.
El Político
Pese a los brotes de violencia en Derry y la alerta de "severo riesgo" por atentados terroristas, el presidente Biden dijo sentirse "más que cómodo" con su esperada visita a la tierra de sus ancestros, reportó ElMundo.
El segundo presidente católico en la historia de EEUU (el primero fue Kennedy) planea reunirse con los líderes locales de los cinco principales partidos políticos, antes de su discurso de mañana en el campus de la Universidad del Ulster.
Biden llegó a Belfast poco antes de las 9:30 de la noche hora local y fue recibido a pie de la escalerilla del Air Force One por el "premier" Rishi Sunak, con quien mantuvo un primer y breve encuentro.
"Tenemos que asegurarnos de que los Acuerdos de Paz y de Windsor estén en vigor", dijo, en referencia velada a la negativa del Partido Democrático Unionista (DUP) a respaldar el texto recién firmado por el "premier" Rishi Sunak con la UE. "Parece que vamos a tener que mantener los dedos cruzados", añadió.
Biden despachará con los líderes tras reunirse con el "premier" Rishi Sunak, a quien trasmitirá la disposición de EEUU a "preservar las ganancias de los últimos 25 años y apoyar el vasto potencial económico en beneficio de las dos comunidades".
Hello, Northern Ireland!
It's so great to be back. pic.twitter.com/A4PjLONoic— President Biden (@POTUS) April 12, 2023
En contexto
El probritánico Partido Democrático Unionista (DUP) -segunda formación norirlandesa- rechaza el nuevo Acuerdo Marco de Windsor, negociado por Londres y Bruselas para adaptar a la provincia a los arreglos comerciales del Brexit.
El veto unionista ya viene de lejos, pues, a pesar de apoyar este divorcio en la consulta de 2016, renegó también del controvertido Protocolo para Irlanda del Norte, sustituido por el texto de Windsor para resolver los problemas políticos y económicos que causó.
En este contexto, el partido Unionista aún se niega a compartir con el nacionalista Sinn Fein, primera formación de la región, el Ejecutivo autónomo de Belfast, unos de los elementos centrales del pacto del Viernes Santo.
Antes de llegar a Belfast, Biden insistió en que su “gran prioridad” es asegurar que “los acuerdos irlandeses y el acuerdo de Windsor siguen en pie, que se mantenga la paz”.
De momento, Biden ha evitado efectuar llamamientos que puedan molestar a los unionistas, muy sensibles a las presiones exteriores y conscientes de que la relación entre Washington y Londres no ha sido la mejor en los últimos años, sobre todo durante los mandatos de Boris Johnson y Lizz Truss por sus amenazas de dar pasos unilaterales para alterar los acuerdos del Brexit, censuradas por Biden.
Los probritánicos protestantes también consideran que Biden, quien aprovecha cualquier oportunidad para hacer gala de su pasado irlandés y fe católica, es un político más próximo a Dublín que a Londres, tanto por su visión geopolítica como por sus orígenes.
Tampoco está ayudando la brevedad de su visita a Irlanda del Norte y escasez de eventos de alto perfil, en comparación con los tres días que permanecerá en la República de Irlanda, donde están programados encuentros con el presidente, con el primer ministro, un discurso en el Parlamento y paradas en los condados de Louth y Mayo para reunirse con sus familiares y dirigirse a la ciudadanía.
Entre líneas
La Administracin norteamericana no ha ocultado su preocupacin por la parlisis poltica desde hace casi un ao por la negativa del Partido Democrtico Unionista (DUP) a formar un Gobierno de unidad junto a Sinn Fin, vencedor en las ltimas elecciones, tal y como estipula el Acuerdo de Viernes Santo en uno de sus puntos clave.
En este clima enrarecido, la administración estadounidense también ha querido resaltar el carácter económico de la visita y las oportunidades que presenta la paz para la región en este terreno, uno de los puntos que tocará Biden durante su discurso en la universidad, donde estará acompañado por el enviado especial de Washington a la región, Joe Kennedy III (nieto de Robert Kennedy).
Mientras tanto, la Policía norirlandesa (PSNI) ya ha desplegado un fuerte dispositivo de seguridad ante la llegada del presidente, el “más importante en casi diez años”, según han explicado sus mandos.
Desde primera hora de hoy, las fuerzas del orden mantienen acordonadas varias zonas del centro de la capital para impedir el paso de vehículos y controlar el tránsito de peatones, al tiempo que han reforzado su presencia en las calles con efectivos adicionales traídos de otras partes del Reino Unido.
Estas medidas de seguridad son habituales para visitas de este tipo, si bien la llegada de Biden ha coincido asimismo con un repunte de la actividad de los disidentes del ya inactivo IRA, hasta llevar a la PSNI a elevar el nivel de la amenaza terrorista de “considerable” a “grave”.
La policía de Irlanda del Norte ha puesto entre tanto en marcha un dispositivo de seguridad sin precedentes en la última década, con la llegada de 300 agentes de refuerzo de otros puntos del país.
La alerta antiterrorista subió al nivel máximo la semana pasada ("riesgo severo") por primera vez en 12 años y ante el temor de atentados del Nuevo IRA, el grupo formado en el 2012 por disidentes que no acatan el proceso de paz.
¿Qué se puede esperar?
Se espera que el presidente aproveche la visita para anunciar una nueva batería de inversiones estadounidenses en sectores como el "fintech" y la ciberseguridad, que han convertido a Belfast en uno de los motores de la economía británica.
Sunak tiene aún que reconstruir la "relación especial" con Biden, gravemente deteriorada durante el breve mandato de Liz Truss por las discrepancias económicas y los problemas creados por el Protocolo de Irlanda, finalmente suplantado por el Acuerdo de Windsor, que no ha logrado sin embargo ablandar las férreas resistencias de los unionistas a quedar en la "órbita legislativa" de la UE después del Brexit.
Downing Street salió al paso de las informaciones sobre la supuesta petición de la Casa Blanca para restar relieve al encuentro bilateral con Sunak y dejarlo en un simple café.
"El primer ministro y el presidente Biden se verán dos veces (martes y miércoles) y debatirán sobre asuntos de interés común", informó un portavoz del Gobierno británico. "Seguimos teniendo una relación de trabajo increíblemente positiva con el Gobierno norteamericano".
Joe Biden aspira a reivindicar con su visita la influencia norteamericana en el proceso de paz y recoger a su manera el testigo de Bill Clinton y del senador George Mitchell, cuyo papel como mediador fue clave hace 25 años.
El presidente norteamericano cuenta con la asistencia de su propio enviado a Irlanda del Norte, Joe Kennedy III (nieto de Robert Kennedy), que celebró recientemente un cónclave de San Patricio con las empresas norirlandesas que claman ahora por un Acuerdo de Viernes Santo "económico".
La posibilidad de que la visita de Biden sirva para desbloquear la parálisis política en el Ulster es sin embargo más bien remota, dado el escepticismo que tradicionalmente despierta en las filas unionistas la influencia del "lobby" irlandés en Washington.