El recién juramentado presidente de Estados Unidos, Joe Biden, tendrá que hacer frente a un nuevo desafío luego del ataque a las fuerzas lideradas por EEUU en el norte de Irak.
El Político
En la acción falleció un contratista civil y resultaron heridas nueve personas y un soldado estadounidense.
La operación, de la que este martes se ha responsabilizado una milicia proiraní, es la más grave de ese tipo en el último año y supone un desafío para el flamante presidente estadounidense Joe Biden.
Lo cierto es que la agresión pone a prueba su voluntad de rebajar las tensiones con Irán, que ha negado tener nada que ver.
El mensaje difundido por las Brigadas Awliya al Dam dice lo siguiente: “El ocupante americano no estará libre de nuestros ataques en ningún centímetro de la patria, incluso en Kurdistán, donde os prometemos más operaciones cualitativas”, asegura .
Los observadores vinculan a esta nueva milicia, que se ha dado a conocer en los últimos meses en acciones contra intereses estadounidenses, con el grupo proiraní Kataeb Hezbolá, al que Washington ha designado organización terrorista y hostigado en diversas ocasiones.
Objetivo de la operación
Se pudo conocer que el objetivo del ataque fue la base militar operada por la coalición internacional contra el Estado Islámico (ISIS) en el Aeropuerto de Erbil, la capital del Kurdistán iraquí.
Wayne Maroto, portavoz de la coalición, dijo que el contratista muerto no es de nacionalidad estadounidense, aunque sí lo son cinco de los nueve heridos, entre ellos el único soldado afectado.
De los 14 proyectiles disparados, tres cayeron dentro de la base, según la misma fuente.
Tanto los dirigentes iraquíes como del Kurdistán han denunciado la agresión contra su soberanía sin llegar a identificar el origen del ataque.
Los analistas locales lo tienen claro. “Se trata de un claro mensaje iraní al Gobierno de Kurdistán y a EEUU.
El tipo de misiles, la lanzadera, el nombre del grupo que se ha responsabilizado y el lenguaje del comunicado proclaman un made in Irán”, señala a EL PAÍS el consultor de medios Hiwa Osman.
Aunque el portavoz de Exteriores iraní ha rechazado cualquier relación con el ataque, Osman desestima el desmentido. “Como si ese Ministerio tuviera la menor idea de lo que hacen la Guardia Revolucionaria o la Fuerza Qods”, añade en referencia al cuerpo expedicionario del Ejército iraní.
Indignación en EEUU
Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, se ha declarado “indignado” por el ataque.
El mensaje resulta inconfundible en un momento en que la Administración de Biden sopesa regresar al acuerdo nuclear con Irán y se plantea cómo abordar la relación con un régimen cuya diplomacia pide respeto a la vez que su Guardia Revolucionaria interviene en los países vecinos.
De hecho, en las últimas semanas milicias apoyadas por ese Ejército en Irak y Yemen han intensificado sus acciones contra Estados Unidos y sus aliados, en especial Arabia Saudí.
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Fuente: elpais