Joe Biden, presidente y Kevin McCarthy, presidente de la Cámara de Representantes, conversaron en la Casa Blanca sobre el techo de la deuda de Estados Unidos, y aunque no hubo un acuerdo, ambas partes expresaron que el encuentro fue mejor de lo esperado.
El Político
Ambos discutieron otros temas, pero la reunión se concentró en la necesidad de aumentar el tope de la deuda, que es la cantidad de dinero autorizada por el Congreso para que el gobierno pueda cumplir sus obligaciones de gastos.
Los observadores dijeron que como era el primer encuentro ente ambos, ninguna de las partes tenía un incentivo para mostrar debilidad llegando a un compromiso demasiado rápido.
Biden y McCarthy con diálogo “franco y directo”
“No acuerdo, no promesas, excepto que continuaremos esta conversación”, dijo McCarthy a Politico en el exterior de la Casa Blanca.
La Casa Blanca, por su parte, dijo que Biden y McCarthy tuvieron un diálogo “franco y directo” y que el presidente expresó su deseo de seguir trabajando entre ambos.
El líder republicano declaró que es importante llegar a un acuerdo antes del plazo de junio, pero no entró en detalles.
“Le dije al presidente que me gustaría ver que podemos llegar a un acuerdo antes del plazo. Creo que si llegamos a un acuerdo, el financiamiento sería por los próximos dos años”, dijo a la prensa.
La Casa Blanca insiste en que el Congreso debe aumentar el techo de la deuda sin condiciones.
Destinados a ponerse de acuerdo
Biden dejó en claro a McCarthy que “ambos comparten el deber de no permitir un impago sin precedentes y económicamente catastrófico”, según un comunicado de la Casa Blanca.
“La Constitución de Estados Unidos es explícita sobre esta obligación, y el pueblo estadounidense espera que el Congreso la cumpla como todos sus predecesores. Eso no es negociable ni condicional”, agregó el comunicado.
El techo de la deuda alcanzó los 31,4 billones de dólares el 19 de enero. Sin un acuerdo, el país podría caer en un impago en pocos meses.
McCarthy y sus conservadores, que controlan la Cámara Baja por un pequeño número de escaños, han estado amenazando con bloquear el regular aumento del tope de la deuda si Biden no promete reducir los gastos, pero Biden dice que cualquier negociación sobre gastos ya aprobados por demócratas y republicanos sería en vano.
Riesgo de default en EEUU
Lo que está en juego es la estabilidad de la mayor economía del mundo, reportó EuropaPress.
Los republicanos amenazan con bloquear el aumento del límite de crédito del país si los demócratas no aceptan antes futuros recortes presupuestarios drásticos. Mientras la Casa Blanca acusa a los republicanos de tomar a la economía de "rehén".
No aumentar el tope de la deuda a junio, afirma el Tesoro, forzaría a Estados Unidos a un default de 21,4 billones de dólares: el primero de su historia. El gobierno no podría honrar pagos, la reputación nacional se vendría a pique y los inversores probablemente caerían en pánico.
El techo de la deuda es el nivel máximo fijado por el Congreso para el endeudamiento del gobierno. Actualmente es de 31.281 billones de dólares.
La cifra abarca tanto los préstamos a largo plazo, incluidos los bonos del Tesoro, como los de corto plazo, que los gobiernos suelen utilizar para pagar pensiones o ayudas sociales, entre otros.
Problema recurrente para Biden
Divergencias como estas ha habido muchas veces, pero al final el Congreso siempre termina elevando el techo de endeudamiento y se resuelve el problema. Sin embargo, hoy las cosas podrían ser muy diferentes.
Biden está en la mitad de su mandato de cuatro años y se espera que se postule a la reelección el año que viene. Y los republicanos, que vienen de asumir el control de la Cámara de Representantes, quieren mostrar músculo.
Para los republicanos, es una oportunidad para forzar a los demócratas a revertir sus grandes planes de gastos votados en la gestión de Biden con mayorías demócratas controlando el Legislativo.
Aunque McCarthy es proclive a ser flexible, su poder en el Congreso depende de republicanos de ultraderecha que tienden a jugar duro pese a las complicaciones financieras que eso puede implicar.
La Casa Blanca argumenta que no permitirá que el techo de la deuda sea parte de una negociación sobre el futuro gasto público, porque esos 31,4 billones de dólares ya fueron acordados por el Congreso.