Alberto Fernández promueve el aborto en Argentina y a la vez mantiene el diálogo con la iglesia. Experto en moverse entre dos aguas, el presidente argentino incluyó la objeción de conciencia en el proyecto de ley de legalización del aborto. Con esa cláusula, los médicos creyentes pueden negarse a interrumpir un embarazo.
El Político
Para nadie es un secreto los vínculos del peronismo con el Papa Francisco. De hecho, la unión entre el actual presidente, Alberto Fernández, y su vicepresidente, Cristina Kirchner, fue promovida por el pontífice como única fórmula para que el peronismo volviera a gobernar Argentina. Si seguían divididos, sería imposible llegar al poder nuevamente.
En ese escenario de cercanía ideológica y religiosa con el máximo representante de la iglesia católica, resulta llamativo que Fernández promueve el aborto en Argentina, al mismo tiempo que sostiene su vínculo con los sacerdotes.
El mandatario argentino encomendó a sus funcionarios mantener el “diálogo institucional” con la cúpula religiosa para evitar un enfrentamiento que genere más división en la sociedad.
El Gobierno explica que la ley de legalización del aborto está al margen de cuestiones religiosas, y que su objetivo institucional es la salud pública.
En su discurso televisado, cuando envió a Diputados el proyecto de ley que legaliza el aborto, Alberto Fernández dijo que: “Mi convicción es que el Estado acompañe a todas las personas gestantes en su proyecto de maternidad, pero también es responsabilidad del Estado cuidar la vida y la salud de quienes deciden interrumpir su embarazo”.
La criminalización del aborto de nada ha servido. Solo ha permitido que los abortos ocurran clandestinamente en cifras preocupantes. Cada año se hospitalizan alrededor de 38.000 mujeres por abortos y desde la recuperación de la democracia murieron más de 3.000 mujeres por esa causa”, dijo Fernández.
El proyecto del Ejecutivo, enviado al Legislativo argentino “garantiza el derecho a acceder a la interrupción voluntaria del embarazo con el solo requerimiento de la mujer o persona gestante hasta la semana 14, inclusive”.
Con información de Infobae
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