Mesa armaría una coalición si logra ir a la segunda, con apoyo de Ortiz
Atrás quedaron los tiempos de inflación y pobreza extrema de Bolivia, los indicadores económicos muestran un país que ha tomado medidas que le permiten un buen nivel de prosperidad en medio de un entorno deprimido como es el de América Latina, con excepción de Perú y Chile.
El Político
Estarán habilitados a sufragar un total de 7.315.364 bolivianos. Se escogerán presidente y vicepresidente, 9 representantes ante organismos supraestatales del exterior y los 130 diputados y 36 senadores que renovarán la Asamblea Legislativa Plurinacional.
El sistema electoral boliviano, de mayoría relativa, precisa que para elegir presidente es necesario que un candidato obtenga o bien más del 50% de los votos válidamente emitidos o superar el 40% con una ventaja superior a los 10 puntos porcentuales por sobre el segundo más votado. En caso de que ninguna de estas dos posibilidades ocurra, las dos primeras fuerzas deberán dirimir la Presidencia por la vía del balotaje, el cual se realizaría, en esta oportunidad, el 15 de diciembre.
Perspectivas para la Asamblea Legislativa
Los bolivianos tendrán la posibilidad de votar para determinar la futura Asamblea Legislativa Plurinacional, la cual legislará los próximos cinco años.
De confirmarse la tendencia que señalan las encuestas, las proyecciones permiten conjeturar que el MAS conseguiría retener la mayoría en ambas cámaras, pero que ya no alcanzaría a contar con un apoyo equivalente a los dos tercios como hasta ahora. Especialmente difícil será que el oficialismo consiga los 24 senadores, lo cual no es un dato menor pues podría verse afectada la dinámica gubernamental, ya que si bien en general es suficiente la aprobación mediante la vía de la mayoría, es decir con 19 votos, para algunas disposiciones –como, por ejemplo, la elección de seis de los miembros del Órgano Electoral Plurinacional, la preselección de los postulantes a magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, la designación del contralor general del Estado, del defensor del pueblo o del fiscal general del Estado- es necesario contar con la aprobación de dos tercios de la Asamblea Legislativa Plurinacional.
Una campaña en medio del éxito económico
En todas las encuestas el candidato y actual presidente Evo Morales luce como la primera opción, pero la oposición acusa al Tribunal Supremo Electoral (TSE de no actuar como un poder independiente respecto al Gobierno, como indica la Constitución. Tal vez por ello y para evitar suspicacias es que María Eugenia Choque, presidenta del TSE, confirmó la presencia de 228 observadores internacionales.
Aspirantes a la Presidencia
La fórmula del Movimiento Al Socialismo (MAS), conformada por el actual presidente, Evo Morales, y el vicepresidente, Álvaro García Linera, buscará su cuarto período consecutivo de Gobierno. Como principal contendiente se sitúa Carlos Mesa, por una coalición política de centro-derecha denominada Comunidad Ciudadana (CC). Carlos Mesa ya ejerció la Presidencia de Bolivia entre 2003 y 2005 tras la huida de Gonzalo Sánchez de Losada. Finalmente, Mesa terminaría renunciando también tras una nueva oleada de protestas.
Detrás de ellos se ubica Óscar Ortiz, por la alianza Bolivia Dice No (BDN), una candidatura que sigue la estela del federalismo cruceño y que ha tenido grandes dificultades para consolidar su propuesta a nivel nacional. Sin embargo, su participación podrá ser decisiva si Evo no logra ganar en la primera vuelta y tiene que presentarse a una segunda jornada en la cual se unirían los votos de Mesa, con los de Ortíz y los del el médico y pastor evangélico originario de Corea del Sur y naturalizado boliviano, Chi Hyun Chung, quien a fines de agosto reemplazó al expresidente Jaime Paz Zamora como presidenciable por el Partido Demócrata Cristiano (PDC), luego que Zamora declinara su postulación.
Completan las opciones el gobernador de La Paz, Félix Patzi, del Movimiento Tercer Sistema (MTS), el exvicepresidente Víctor Hugo Cárdenas, de la Unidad Cívica Solidaridad (UCS), Virgilio Lema, del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), Israel Franklin Rodríguez, del Frente Para la Victoria (FPV), y la única candidata mujer, Ruth Nina, del Partido Acción Nacional Boliviano (PAN-BOL).
Estrategias discursivas
“Futuro seguro” fue el slogan central de la campaña de Evo Morales. La idea remite a una reelaboración comunicacional del concepto de estabilidad, principal activo de su gestión, una estrategia que busca resaltar la valoración positiva que tiene la mayoría de los bolivianos respecto al Gobierno del MAS –según la última encuesta de Celag[, el 67% evalúa como positiva la gestión de Evo Morales-.,
Evo y su equipo de campaña resaltan que votar por Mesa es “volver al FMI” y a las políticas de ajuste, lo que encajó muy bien con un Mauricio Macri derrotado al otro lado de la frontera sur.
Morales también anunció un futuro Ministerio de Ciencia y Tecnología, créditos para vivienda o el programa “Empleo bicentenario”, orientado a la inclusión laboral para jóvenes emprendedores, fueron algunas de las principales promesas de campaña.
Una Bolivia mejor
Intelectual y hombre de medios, la campaña de Carlos Mesa se estructuró bajo la idea de “una Bolivia Mejor”. Sin embargo, el slogan “ya es demasiado” fue el verdadero aglutinador de la discursividad opositora. El candidato de Comunidad Ciudadana se orientó a alimentar la desconfianza en el funcionamiento de los poderes públicos: persecución judicial, fiscales sobornados, críticas al sistema de salud, denuncias de corrupción policial y política.
Carlos Mesa debió adaptarse a los idearios que priman en un país en el que el 61,7% considera que los bonos sociales son imprescindibles para una mejor calidad de vida y más de la mitad valora positivamente la nacionalización de los recursos estratégicos.
Mesa aprovechó los incendios en los bosques de la Chiquitanía para atacar a Morales el tramo final de las campañas de la oposición estuvo marcado por la irrupción de los cabildos celebrados por comités cívicos en Santa Cruz y en La Paz, en los que se abogó por el voto antiEvo y el desconocimiento de los resultados electorales.
En general lo votos urbanos están con Mesa, pero la gran población indígena y rural sigue apoyando la candidatura de Morales.
Grandes logros económicos
Dadas las proyecciones presentadas, la economía boliviana seguirá liderando el crecimiento de la actividad económica. El desempeño de la economía boliviana durante la última década ha sido muy positivo, a pesar de haber sorteado de mejor manera la coyuntura adversa padecida en la región desde el año 2015. La fuerte crisis argentina -país con el que Bolivia está fuertemente ligado a raíz del comercio internacional- genera nuevos desafíos externos.
Producción
El Producto Interno Bruto (PIB) de Bolivia creció durante el Gobierno de Evo Morales (periodo 2006-2017) un 78% a precios constantes, un 27% más que los doce años previos. El crecimiento promedio anual es de 4,9%, considerando que los últimos dos años el crecimiento ha caído a 4,3% y 4,2% en 2016 y 2017 con respecto a los picos de 6,8% y 6,2% registrados en 2013 y 2008, respectivamente.
La política precavida del Gobierno boliviano durante los años de fuerte bonanza económica -que dotaron a la economía de grandes reservas internacionales y un bajo nivel de endeudamiento- han permitido sortear estos años de presión externa sin necesidad de aplicar ajustes con impactos negativos en la población.
Empleo
La población ocupada sobre la población en edad de trabajar es de 60%, 70% hombres y 50% mujeres. Sin embargo, de aquéllas pertenecientes a la población económicamente activa, las tasas de desocupación en Bolivia son sólo del 2,9% para los hombres y del 4,1% para las mujeres. Estas tasas se alcanzaron gracias a una disminución de la desocupación de 1,6% y 2,4% para hombres y mujeres, respectivamente.
Salario
El salario mínimo aumentó de 500 a 2.060 Bolivianos, un aumento de 312%. Si se considera una inflación anual de 5,5%, se evidencia un fuerte crecimiento del salario real. El índice de salario nominal aumentó un 85%, durante el período analizado, para el total de los grupos ocupacionales. Sin embargo, si se mira internamente, la variación fue mucho más importante para aquellas profesiones que, generalmente, perciben un salario menor con una clara apuesta a mejorar la distribución del ingreso.
Sector externo
Los productos más importantes de exportación son los hidrocarburos, productos de la industria manufacturera, la venta de minerales, y la producción y venta de soya (los compradores principales son Perú y Colombia). Desde 2014 a 2017 la exportación cayó. Medida en dólares, la caída alcanzó un 35% en 2017. Esta caída fue de un 68% en hidrocarburos (que pasó de representar el 51% de la exportación a 30%), en buena parte explicada por la caída de los precios internacionales de las materias primas, así como la menor demanda de países como Brasil o Argentina, los principales socios del gas boliviano -que en este periodo han atravesado grandes dificultades en sus economías-. Los productos de la agricultura cayeron un 29% y un 28% los de la industria manufacturera. Sin embargo, el último año, gracias a la recuperación del precio de hidrocarburos y minerales, el valor de las exportaciones se recuperó con respecto a 2016.
El Producto Interno Bruto (PIB) de Bolivia ha acelerado su crecimiento y cerro el 2018 con un aumento estimado del 4,7%, mientras se estiman cifeas similares para el 2019. Esto supone un incremento respecto a los resultados obtenidos en los años anteriores, cuando el crecimiento del PIB alcanzó el 4,3% y el 4,2% para 2016 y 2017, respectivamente.
En cuanto al comportamiento del nivel de precios, la inflación acumulada a noviembre es del 1,16% en función de los datos hechos públicos por el Banco Central de Bolivia (BCB), cifra muy por debajo a la inicialmente prevista por el propio BCB, que la situaba en el 4,5% al inicio del ejercicio, y que revisaba a la baja a mediados de año para situarla en el 3,5%.
Estabilidad económica
La inversión pública, unida a la política social redistributiva de las ganancias, la recuperación parcial del precio de los hidrocarburos y el excelente comportamiento agrícola en el año 2018, son las partidas que de mejor forma han contribuido a los resultados. En este sentido, las grandes reservas internacionales que se habían alcanzado en los años anteriores han contribuido a mantener la estabilidad monetaria y a que Bolivia disponga de recursos en un contexto externo hace tiempo desfavorable.
En síntesis los indicadores lo confirman: el PIB se multiplicó por cuatro desde 2006, el consumo ha aumentado y la extrema pobreza se ha reducido. Pero el futuro se ve más complicado. Las reservas se están reduciendo y Bolivia se está endeudando. "Se han hecho plantas de separación del gas que trataba, de sacar los líquidos del gas. Si no hay gas, esas plantas
"La planta de urea del Chapare (en Cochabamba), una inversión millonaria en el bastión político de Morales, probablemente tampoco será rentable a largo plazo. Primero necesita gas, y además está situada en un área geográfica muy alejada de los puertos. Y las fábricas de cemento están sobredimensionadas”, estima el economista.
“Las conquistas logradas están siendo severamente amenazadas a partir de la presión de otros sectores, como el privado con los megaproyectos”, afirma el Director Ejecutivo del Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social (CEJIS), Hernán Ávila.
“También el movimiento indigena está fragmentado dentro de sus organizaciones con injerencia política muy fuerte. El contexto es bastante negativo a pesar de que ha habido avances en los últimos años, en este momento hemos entrado a un proceso de regresividad en cuanto a sus derechos conquistados”, afirma Avila.
Para Walter Limache, coordinador nacional del Programa NINA que trabaja hace 29 años en el fortalecimiento de las organizaciones Indígena Originaria Campesinas en Bolivia, el reto mayor es el cumplimiento de la CPE de parte de Estado, y de parte de los pueblos indígenas la exigibilidad y cumplimiento de sus derechos, a partir de la concepción de políticas públicas y de proyectos para hacer tangibles sus derechos en todos los niveles
La discriminación urbana
El coordinador del Programa Urbano de la Unión Nacional de Instituciones para el Trabajo de Acción Social (UNITAS), Carlos Revilla, afirma que la discriminación sigue siendo otro rasgo central entre las problemáticas de los indígenas.
Según Revilla, lo que caracteriza la situación de los Pueblos Indígenas en la actualidad es la alta dinamicidad, es decir, se viven procesos de movilidad social no solamente vinculados a lo demográfico sino también a lo social.
Mujeres vulnerables
“Las más violentadas son las mujeres indígenas que migran”, señala la activista y técnica del Programa Urbano en la organización no gubernamental Desafío de Santa Cruz de la Sierra, Carola Farell. Quien denuncia que muchas mujeres no tienen acceso a la salud gratuita y sufren de discriminación por su identidad ya que la población no indígena tiene muchos prejuicios hacia ellas.
“Llegan a la ciudad en busca de trabajo, sin embargo, solo se les abre la posibilidad de acceder a trabajos eventuales, trabajos del hogar en los cuales viven violencia laboral, psicológica y en muchos casos violencia sexual”, explica.
Walter Limache, del Programa Nina, cree que para fortalecer estos procesos de articulación, es vital recuperar las estructuras organizativas, consolidando nuevos liderazgos motivados por la necesidad de trabajar por los intereses de cada nación indígena.
Un panorama que estará mas claro después de la jornada democratica que inicia el pueblo boliviano.
Con información de Celag, Clagso, Guillermo González, Yair Cibel, Sergio Martín Carrillo