El sistema de “bonos protectores del pueblo venezolano”, creado recientemente por el presidente Nicolás Maduro augura una lluvia de ingresos en las cuentas de millones de ciudadanos que padecen la severa crisis económica, mientras el país se encamina a una elección presidencial con escenario incierto. EFE
El jefe del Estado anunció esta semana durante su mensaje anual un conjunto de ayudas en metálico para ancianos, embarazadas, personas con discapacidad, estudiantes, entre otros, que serán canalizadas a través del “Carnet de la Patria”, un censo del Gobierno en el que supuestamente se ha inscrito la mitad de la población.
Venezolanos pierden sus trabajos por no tener efectivo… ¡Maduro 20 puntos en eficiencia! https://t.co/pVBUjFGu2F #ElPolitico pic.twitter.com/zfKiBxjKaK
— El Político (@elpoliticonews) January 18, 2018
“Soy el protector del pueblo de Venezuela, de los humildes, de la juventud, de los trabajadores, de las mujeres, protector del legado del comandante Hugo Chávez”, dijo Maduro entre los aplausos de la Asamblea Constituyente donde entregó su memoria y cuenta, y no en el Parlamento como indica la Constitución.
El flamante programa de “protección” gubernamental viene a formalizar la cadena de bonos que ha lanzado el Ejecutivo en los últimos meses y que empezó en abril pasado con un bono para pensionados contra la “guerra económica”, una teoría del chavismo según la cual empresarios y opositores son culpables de la crisis.
Ocho meses más tarde, con el país sumergido en una espiral hiperinflacionaria y bajo el resurgimiento de algunas protestas, Maduro anunció bonos de 500 mil bolívares que serían entregados en la temporada navideña a más de 10 millones de personas, siempre a través del “Carnet de la Patria”. Bajo los alegóricos nombres de “Niño Jesús” y “Reyes Magos” estos bonos llegaron como un salvavidas a sus beneficiarios que enfrentaron solo en diciembre una inflación de 85%, según datos del Parlamento que cifró en 2.616 % el total de este indicador el año pasado.