A una posible condena a 33 años de prisión se enfrenta el ex presidente y ex senador de Brasil, Fernando Collor de Mello. El político está siendo juzgado por el Tribunal Supremo por un caso de corrupción y lavado de dinero con una filial de la estatal petrolera Petrobras.
El Político
La denuncia detalla que Collor de Mello se valió de su influencia en la política para beneficiar a su amigo el empresario Joao Lyra mediante contratos fraudulentos con una filial de Petrobras. El caso es uno de los derivados de la operación Lava Jato.
La mayoría de jueces del STF votó a favor de condenar a Fernando Collor por corrupción y lavado de dinero en caso Lava Jato. Resultado actual: 6 a 1. La sesión se reanudará el 24 de mayo. #Justicia #Corrupción https://t.co/6MlIxqgBco
— MercoPress Español (@MercoPressES) May 19, 2023
El monto de los sobornos, según la denuncia que se remonta al años 2015, asciende a unos 6 millones de dólares. Esa suma la habría recibido entre 2010 y 2014, cuando ejercía el rol de senador y usaba sus contactos políticos para asignar ventajosos contratos entre la empresa DVBR (Derivados do Brasil) y BR Distribuidora, una subsidiaria de la petrolera semiestatal Petrobras.
Trascendió que, durante la investigación, la policía confiscó en la mansión del ex mandatario en Brasilia un Porsche, un Ferrari y un Lamborghini.
Collor siempre afirmó que es inocente y negó los hechos, pero el Supremo argumenta que todo el caso está bien sustentado. De hecho, el juez encargado de los casos de la Lava Jato, Edson Fachin dijo que Collor tuvo una actuación furtiva en el esquema corrupto y articuló negociaciones espurias valiéndose de su condición de senador.
Fachin defendió su voto para condenar a Collor en un escrito de más de 200 páginas. Y fue tan duro en su juicio que pidió una sentencia de 33 años, 11 más que los 22 que pidió la Fiscalía en su momento.
Pionero en el impeachment
Collor tiene en su carrera política el poco honroso récord de ser pionero en casos de mandatarios enjuiciados por corrupción y destituidos en Brasil. Ganó las elecciones en diciembre de 1989 y el escándalo estalló en mayo de 1992. Su propio hermano reveló un entramado de corrupción que lo involucraba.
Un breve esbozo del caso hecho por BBC destaca que la Comisión Parlamentaria que lo investigó en aquel entonces concluyó que más de US$6,5 millones habían sido transferidos irregularmente para financiar los gastos privados del mandatario.
Con esa evidencia, el 29 de septiembre de 1992, la Cámara de Diputados aprobó la apertura de un juicio político en contra del entonces presidente de Brasil. De acuerdo con lo establecido por la ley, la acusacion fue remitida a la Cámara del Senado, que no encontró motivos para desestimarla.
Fue el propio Senado el que le notificó la decisión a Collor, el 2 de octubre de 1992 y, desde ese momento fue suspendido, por un lapso de 180 días, del cargo de presidente de la República. El 29 de diciembre de ese mismo año Collor de Mello presentó su renuncia y pretendió así detener el juicio político en su contra. Pero el Senado siguió adelante y lo encontró culpable. Fue destituido y perdió todos sus derechos políticos por ocho años.
La resurrección
Pero en política hay resurrecciones y Collor de Mello fue la prueba de ello. En 2007 volvió a la política como senador por el estado de Alagoas. Ese siempre fue su feudo. Allí contaba con un voto duro que le permitió ejercer el rol de senador hasta febrero de 2023.
Tal vez si no hubiera sido demasiado ambicioso podría estar aún en el Senado. Pero aspiró a más poder y quiso ser el gobernador de Alagoas. Se lanzó a la contienda por el estado en 2022, y era parte de quienes trabajaron por la reelección de Jair Bolsonaro. Así como Bolsonaro sufrió la derrota, Collor de Mello llegó de tercero en el que consideraba su feudo.
Así las cosas, por primera vez en muchos años ya no cuenta con la protección legal de la cual disfrutan los parlamentarios. Esa es la razón por la cual se da como un hecho su ida a prisión.
Los otros condenados
Desde el escaño de senador por Alagoas fue que presuntamente cometió los delitos por los que se le juzga y condena. Además del exmandatario, también fue condenado uno de sus hombres de confianza, el empresario Luis Pereira Duarte de Amorim, que administra las empresas del expresidente. La condena también abarca al empresario Pedro Paulo Bergamaschi, señalado como el principal operador del esquema corrupto. Los dos se enfrentarían a penas de ocho y 16 años de cárcel, respectivamente.
Cabe destacar que estos recientes cargos contra Collor de Mello responden a una arista de la extensa investigación por sobornos “Lava Jato”, que envió a la cárcel a decenas de políticos y líderes empresariales, incluidos varios ex presidentes.
Fuente: El País