El secretario de Hacienda de Río de Janeiro, Gustavo Barbosa, se reunió el pasado lunes en Sao Paulo con representantes de varios bancos para conseguir recursos financieros adicionales con los que hacer frente a las deudas impagadas y los salarios de sus funcionarios.
Barbosa tratará la titulización de activos como regalías o deuda activa con entidades bancarias para generar recursos financieros extras que engrosen los cofres estatales, señaló un comunicado del estado de Río de Janeiro.
El estado de Río de Janeiro, en situación de "calamidad pública" desde junio, anunció la semana pasada un nuevo bloqueo en sus cuentas por deudas impagadas y un retraso hasta mediados de mes en el pago de los salarios pendientes de los funcionarios.
Según el Gobierno estatal, el 11 de noviembre ya fueron pagados de manera íntegra los salarios de unos 240.000 funcionarios entre activos e inactivos del área de seguridad (policías militares y civiles, bomberos y agentes penitenciarios) y educación.
Con este pago, el estado de Río cumplió con el 62 % del total de la nómina, lo que equivale a 1.280 millones de reales (unos 369 millones de dólares), agregó la información.
La administración se comprometió a pagar el sueldo a los 42.000 servidores públicos y pensionistas restantes a partir del próximo 16 de noviembre.
No obstante, Barbosa afirmó que el calendario de los pagos de los funcionarios puede ser adelantado en caso de que el Estado reciba recursos extras.
"El estado (de Río de Janeiro) está intentando actuar en una situación de caos financiero total. La situación es bastante grave, pero el estado no desiste a la hora de buscar alternativas extraordinarias", señaló Barbosa en una entrevista al canal de televisión Globo.
El gobernador de Río de Janeiro, Luiz Fernando Pezão, del gobernante Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), anunció este mes un severo plan de ajuste que incluye recortes en gasto social, en salarios de los empleados públicos y en cultura, con el objetivo de equilibrar las cuentas.
El plan de austeridad desató una ola de protestas en el centro Río de Janeiro que terminó el pasado 8 de noviembre con el asalto a la Asamblea Legislativa por parte de cientos de manifestantes, quienes, durante un par de horas, provocaron graves destrozos en su interior.
Barbosa defendió los recortes con los que espera estabilizar el balance de las cuentas públicas "en el medio y largo plazo".
Con información de EFE