Un grupo de terratenientes atacó con palos y piedras a indios y trabajadores de un centro de salud en un municipio del estado de Minas Gerais, en el sureste de Brasil, según denunció el Consejo Indigenista Misionario (CIMI), organismo religioso que vela por los derechos de los indígenas del país.
Unas cuarenta personas, entre ellas terratenientes, golpearon a varios indígenas de la etnia Xakriabá, funcionarios del centro de salud y un misionero del CIMI en la aldea de Várzea Grande, donde viven 170 familias.
Uno de los indios sufrió una fractura en un brazo al intentar protegerse de los agresores, que irrumpieron cuando los funcionarios estaban cerrando la unidad médica.
El CIMI considera que la creación del centro de salud por parte de los indios irritó al alcalde del municipio Campos Cardoso, quien aprovechó la campaña electoral para incitar a los terratenientes a expulsar a los indígenas de sus tierras, según señala un comunicado.
El Consejo Misionario denunció recientemente en un informe el agravamiento de la violencia contra los pueblos indígenas por la acción de pistoleros a sueldo de agricultores y de madereros y la agudización de sus penurias por la omisión del Estado.
En 2015 se contabilizaron 137 asesinatos de indios en todo el territorio brasileño y desde 2003 se acumulan 891 homicidios entre los pueblos originarios.
Con información de EFE