El Político.- Venezuela es una bomba de tiempo que parece faltarle poco tiempo para estallar. La gran crisis económica, que se traduce en una fuerte hiperinflación que sacude los bolsillo de los venezolanos, la escasez de alimentos, insumos y crisis en los diferentes sectores sociales ha llevado al venezolano a desmejorar su calidad de vida, viviendo al día, prácticamente como esclavo.
Que más de 2 millones de venezolanos recurran a comer de la basura por la escasez de alimentos y la pobreza extrema, que diariamente fallezcan entre 2 y 5 niños en hospitales a nivel nacional por desnutrición o enfermedades erradicadas, la escasez de insumos y medicamentos y la creciente diáspora venezolana, parecen no ser la prioridad del régimen y sus adeptos.
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Tal es el caso de la nueva alcaldesa del municipio Libertador de Caracas, Érika Farías, se juramentó para asumir su cargo en un acto donde ofreció un discurso en el que ignoró por completo los problemas que presentan en la capital y aseguró que su prioridad era luchar contra el imperialismo.
Farías señaló: “Éste periodo que vamos a estar trabajando debemos celebrar la independencia del pueblo. Hay un imperio que no quiere reconocer que existimos, que se niega a aceptar que somos un pueblo valiente”. Asimismo instó a celebrar la “derrota del imperio norteamericano”.
Chavistas “chillan” porque nos les llega su “cajita” del CLAP navideña
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