La dictadura cubana continúa reprimiendo y cerrando oportunidades a la libertad, en cualquier sentido.
Mario Beroes/El Político.-
Ahora el régimen de Díaz-Canel quiere aplicar una nueva herramienta legal represiva, donde se prohíbe recibir financiamiento independiente.
Según el anteproyecto de Ley, se penalizará con diez años de prisión, a quienes reciban fondos o financien lo que las autoridades consideren "actividades contra el Estado y su orden constitucional".
Se trata de un artículo que no aparece en la ley vigente y que corresponde al Capítulo V, titulado "Otros actos contra la seguridad del Estado".
El Artículo 143 del anteproyecto del nuevo Código Penal, establece lo siguiente: "Quien, por sí o en representación de organizaciones no gubernamentales, instituciones de carácter internacional, formas asociativas o de cualquier persona natural o jurídica del país o de un Estado extranjero, apoye, fomente, financie, provea, reciba o tenga en su poder fondos, recursos materiales o financieros, con el propósito de sufragar actividades contra el Estado y su orden constitucional, incurre en sanción de privación de libertad de cuatro a diez años".
Según el Diario de Cuba, de ser aprobado el nuevo Código Penal, el régimen tendrá otro recurso para encarcelar activistas, periodistas independientes y voces disidentes.
Acabar con el periodismo independiente
Si el artículo 143 del anteproyecto se incorpora al futuro Código Penal, su blanco más evidente es el periodismo independiente.
Periodistas independientes cubanos los acosa el Estado y se les tilda de "mercenarios".
El régimen solo reconoce la capacidad para actuar como periodistas a los empleados de la prensa estatal.
Para encarcelar a periodistas independientes en los últimos meses, las autoridades han utilizado delitos comunes como la resistencia o el desorden público.
El anteproyecto cubano emula leyes dictadas por regímenes aliados como el de Nicaragua, que penaliza a las organizaciones no gubernamentales y a toda persona que reciba dinero de otros gobiernos o asociaciones extranjeras.
También ha ido ahogando a numerosos medios digitales críticos.