El primer ministro francés, Manuel Valls, avanzó hoy que presentará este otoño un plan específico, preciso y con medios financieros para el sector penitenciario, afectado por una grave superpoblación carcelaria. En una visita a un centro de detención de Nîmes, apuntó que se está evaluando la manera de afrontar el crecimiento en el número de presos a medio plazo.
Las últimas cifras de la Administración Penitenciaria precisan que las prisiones francesas batieron a fecha del pasado 1 de julio un nuevo récord con 69.375 personas encarceladas, un crecimiento de 1,2 % en un mes y del 3,8 % en un año.
Esa cifra supera muy ampliamente la de las 58.311 plazas teóricas en las cárceles francesas, lo que significa, por ejemplo que 1.648 de los internos están instalados directamente en colchones en el suelo.
La gran densidad de la población carcelaria es un tema recurrente en la política francesa, y al calor del atentado de Niza el pasado 14 de julio el ex primer ministro conservador Alain Juppé declaró que si sale elegido presidente el año próximo pondrá en marcha un plan para crear 10.000 nuevas plazas de prisión.
El ministro francés de Justicia, Jean-Jacques Urvoas, añadió hoy que la ola de ataques yihadistas en Francia pone en el punto de mira la cuestión de la radicalización en prisión, y destacó que para el Ejecutivo es prioritario el enceldamiento individual.
La rama penitenciaria del sindicato apuntó también este lunes que la violencia en las cárceles, especialmente contra el personal penitenciario, se ha vuelto un problema creciente, y destacó que para poder hacer bien su trabajo necesitarían la contratación de 3.000 vigilantes adicionales.
Con información de EFE