Los casos de desnutrición aguda se redujeron en Guatemala en un 9,6 por ciento durante 2016 en relación al 2015, según las últimas estadísticas oficiales divulgadas hoy.
De acuerdo con los datos del Sistema de Información Nacional de la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Siinssan), hasta el pasado 10 de diciembre se registraron 13.095 casos de desnutrición aguda en menores de 5 años.
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Esa cantidad fue menor en 1.399 casos (9,6 por ciento) a los 14.494 que se contabilizaron en el mismo periodo del año pasado.
Según la Siinssan, el 73 por ciento de los casos reportados este año corresponde a desnutrición aguada moderada y el resto a aguda severa.
El presidente guatemalteco, Jimmy Morales, se ha planteado lograr durante su mandato una reducción del 10 % de la desnutrición crónica en niños menores de 2 años, un grupo clave para luchar contra esta lacra que amenaza el desarrollo del país.
Actualmente, el 46 % de los menores guatemaltecos sufren desnutrición crónica, una situación que se dispara en las zonas indígenas, donde la media de niños afectados oscila entre el 65 y el 70 %, con picos en localidades del departamento de Huehuetenango que alcanzan el 90 %.
La desnutrición aguda está causada por una disminución repentina en la ingesta de alimentos o por una enfermedad y hace que el niño tenga un peso muy por debajo del estándar de referencia para su altura, lo que le puede llevar a la muerte.
La desnutrición crónica está motivada por la falta de una alimentación adecuada por largos periodos, especialmente durante los primeros mil días de vida del niño, lo que afecta a su desarrollo físico e intelectual.
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Un niño que sufre desnutrición crónica presenta un retraso en el crecimiento (no alcanza la altura recomendada para su edad) y ve afectadas sus capacidades cognitivas e intelectuales, lo que tiene consecuencias irreversibles para el resto de su vida.
Con información de EFE
