La presentación el viernes en la tarde de "Cuban Privilege, the Making of Immigrant Inequality in America", se convirtió en un emotivo reproche a esa premisa por parte de activistas y miembros de la comunidad cubanoamericana que consideran que el libro niega la trágica historia de los que huyeron del comunismo.
El Político
Se trata de un libro que afirma que los inmigrantes cubanos en Estados Unidos no son auténticos refugiados ni exiliados.
Algunos manifestantes y agentes de policía fueron algunas de las primeras cosas que vieron los asistentes al acto antes de entrar en el Wertheim Performing Arts Center de la FIU.
En el agitado recinto, el público aplaudía a veces las menciones a los logros de la comunidad cubanoamericana, mientras otros cuestionaban las afirmaciones centrales del libro.
El texto describe los derechos exclusivos concedidos inicialmente a los cubanos para beneficio de la política exterior: deslegitimar la revolución comunista de Cuba y demostrar la preferencia de los cubanos por el capitalismo y la democracia en medio de la Guerra Fría.
¿Por qué esimportante?
El escenario de la discusión en FIU fue de alto octanaje político y polarizó las bancas del debate desde mucho antes de la presentación, que, como era de esperarse, desbordó el ámbito académico para derivar en una confrontación de pocas probabilidades de intercambio.
La clave del libro —publicado en formato impreso el 2 de junio de 2022 por la Editorial Universitaria de Cambridge— radica en que los inmigrantes cubanos gozan de situación privilegiada en Estados Unidos, porque, desde la administración de Dwight Eisenhower, vienen recibiendo beneficios como “refugiados imaginados”.
Entre líneas
Tras enfrentar serias críticas por invitar a la autora de un libro donde se exploran las ventajas cubanas en las leyes de inmigración de EEUU, el presidente de la Universidad Internacional de la Florida (FIU) anunció el viernes un cambio del lugar, además de agregar un participante que es un reconocido activista político contra el régimen cubano.
Vale recordar que el pasado lunes, un comisionado del Condado Miami-Dade condenó a la FIU por invitar a la profesora de la Universidad de Boston, Susan Eva Eckstein, a hablar sobre su nuevo libro, Cuban Privilege: The Making of Immigrant Inequality in America.
El comisionado Kevin Cabrera, hijo de inmigrantes cubanos, dijo haber leído fragmentos del libro, que calificó “lleno de odio” y “anticubano”.
Por su parte, Eckstein dijo que se trataba de una exploración académica de una realidad en la política de inmigración norteamericana, que le facilita mucho más a los cubanos permanecer en el país que lo que le facilita a los inmigrantes de otros países.
“Lo que digo es que EEUU debería darle más igualdad a otros inmigrantes, no quitarle los derechos a los cubanos”, expresó Eckstein la semana pasada.
Eeckstein es profesora del Departamento de Sociología de la Universidad de Boston y de su Escuela Pardee de Estudios Globales, pero su clave sí que resulta imaginaria por ignorar la esencia jurídica del refugiado cubano.
En conclusión
Por su Protocolo de 1967, la Convención de Naciones Unidas sobre el Estatuto de los Refugiados (1951) precisó que como tales se entiende toda persona que, “debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentre fuera del país de su nacionalidad y no pueda o, por causa de dichos temores, no quiera acogerse a la protección de su país” [Art. I].
De acuerdo con algunos conocedores del tema, Eckstein pasa por alto el Estado totalitario desovado por la revolución cubana, que pervive hasta hoy con partido único, ideología oficial y represión política.
De ahí que todo cubano tenga fundados temores de ser perseguido por motivo de opinión política contraria al Partido Comunista y, si sale de Cuba, no quiera regresar porque el aparato represivo del Estado, a su entera discreción, procederá a perseguirlo y aplastarlo por tal motivo.
Biased book full of lies.The Cuban Adj Act was not a first cubans were politically persecuted &qualified as exiles.What benefits we’ve had we fought for &are not ashamed of our success CANF PAC was not started with federal funds nor drug money that info comes from Cuba. @fiucri https://t.co/56LZG0jif6
— Ninoska Perez C? (@NinoskaPerezC) December 10, 2022
Incluso, sin necesidad de expresar sus opiniones políticas contra el único partido, los cubanos tienen, pueden y deben ser reconocidos como refugiados en virtud de otro motivo: la pertenencia a determinado grupo social (DGS). Eckstein soslaya que, en sus Directrices de Protección Internacional (2002), el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) define tal grupo así:
"Personas que comparten una característica común distinta de su riesgo de ser perseguidos, o que son percibidos como grupo por la sociedad. La característica será a menudo innata, inmutable o fundamental para la identidad, la conciencia o el ejercicio de los derechos humanos".
Aparte del riesgo siempre presente de ser perseguidos, los disidentes políticos cubanos comparten la característica común de estar privados del ejercicio del derecho humano esencial de expresar su voluntad política en elecciones genuinas por sufragio igual [Declaración Universal de Derechos Humanos, Art. 21].