Las calles del norte de Teherán se colapsaron y fueron testigo hoy de un ambiente festivo y reivindicativo, poco frecuente, para celebrar la victoria de Hasan Rohaní en las presidenciales.
Fuegos artificiales en las conocidas plazas de Vanak y Tajrish daban la bienvenida a las miles de personas, en su mayoría jóvenes, que no querían dejar pasar la oportunidad de participar en una fiesta en espacios públicos.
Uno de ellos era Sohrab Baraí, ingeniero de 23 años, quien expresó a Efe su esperanza en que Rohaní "pueda crear una mejor atmósfera para que haya más fiestas de este tipo".
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Baraí observaba animado a un grupo de jóvenes que bailaba al son de música iraní en una zona verde de Tajrish, mientras a su alrededor el público daba palmas.
Y ello pese a que la policía a pocos metros intentaba abrir la calle al tráfico e impedir que las masas congregadas a ambos lados de la plaza pudieran juntarse.
Al comienzo de las celebraciones la policía optó por ser permisiva, pero ya entrada la noche empezó a dispersar a las multitudes y uno de los agentes incluso gritó a los jóvenes que había una amenaza de bomba.
La marea era no obstante imparable y llegaba también en los propios coches, muchos de ellos con fotografías de Rohaní y adornados con globos morados, el color de campaña del presidente.
Los vendedores ambulantes aprovecharon para hacer el agosto acudiendo raudos con parafernalia de ese color a los lugares en los que a través de las redes sociales se convocaron las celebraciones.
El morado no era el único color presente en los globos y la vestimenta de los congregados, también el simbólico verde, para recordar a los dirigentes reformistas en arresto domiciliario.
Uno de los lemas coreados por los más reivindicativos mientras marchaban por las calles fue "Ya Hosein, Mir Hosein", el nombre del principal líder del Movimiento Verde de 2009 contra la reelección del presidente ultraconservador Mahmud Ahmadineyad.
Mortaza, de 24 años y estudiante de arquitectura en la Universidad de Teherán, aseguró que los reformistas son la única corriente política en la que los jóvenes pueden confiar.
"Creo que vemos un poco de luz hacia la libertad en este país. Es (Rohaní) la única opción con la que podemos tener esperanza en el futuro", dijo a Efe.
Debido a las dificultades para acceder a las plazas por los monumentales atascos, estos fueron integrados en parte de la fiesta en grandes avenidas como Valiasr, que conecta la ciudad de norte a sur, o Shariati.
Música alta en los coches y pitidos acompañaban el tráfico, mientras los jóvenes sacaban su cuerpo por las ventanillas para respirar estos conatos de libertad.
"Queremos más libertades, tanto a nivel social como político", declaró a Efe la economista Rasta, de 24 años, mientras que la amiga que la acompañaba señaló que una de sus prioridades es que levanten la obligatoriedad del velo para las mujeres.
Unas expectativas muy altas que las personas de más edad, como la ama de casa Fateme Rayabí, de 60 años, ven de forma realista inalcanzables a corto plazo.
"Los jóvenes han salido a festejar y votaron a Rohaní porque no quieren más restricciones, pero no creo que en los próximos cuatro años el presidente vaya a otorgar grandes libertades", comentó.
Rohaní fue reelegido hoy presidente de Irán tras lograr el 57 % de los votos en las elecciones del viernes y ha prometido garantizar las libertades y los derechos de la ciudadanía.
No obstante, aunque el rigorismo islámico se relajó durante su primer mandato, los cambios van despacio.
EFE