Chile, país donde nació el modelo de las AFP, hoy vive un intenso debate que pone en duda la continuidad del actual sistema de pensiones.
Si bien la molestia de los chilenos empezó a cobrar fuerza en las redes, se considera que la indignación se acrecentó tras conocerse el caso de Myriam Olate, retirada de la Gendarmería chilena y esposa del presidente de la Cámara de Diputados, Osvaldo Andrade.
Investigaciones de la Contraloría seguidas en dicho país lograron descubrir que Myriam Olate recibía una pensión de jubilación de más de cinco millones de pesos (US$ 7.500 aprox.) mensuales, estando muy por encima de la pensión promedio en el país que, según estimaciones, es de US$ 300 mensuales. Junto con este caso, la Contraloría encontró otros 90 decretos más correspondientes a jubilaciones mostrando irregularidad en dicha institución.
El presidente del Senado chileno, Ricardo Lagos Weber, declaró hace unas semanas a medios chilenos y dijo lamentar que se hayan visto estos “jubilazos” en Chile. Sin embargo, saludó que ello haya reavivado el debate por las AFP. “Es indefendible ese nivel de pensiones en Chile, con el nivel que existe de promedio en las pensiones. Una cosa es el tratamiento para las remuneraciones más bajas de los funcionarios de Gendarmería –que se asemejan a las pensiones que tienen los miembros de las Fuerzas Armadas y Carabineros– y otra cosa es tener pensiones sobre cinco millones de pesos para los civiles”, dijo al diario Cooperativa en Chile.
Sistema de reparto
El vocero coordinador del colectivo No+AFP, Luis Mesina, señaló que la propuesta que mantienen para el sistema de pensiones es entrar al Sistema de Reparto, un modelo que –según señala– se aplica en Europa.
“Los sistemas de reparto existen en toda Europa y es sencillo: quienes están trabajando financian a quienes no trabajan. Es un principio que existió durante todo el capitalismo y existió en las sociedades de distinto signo. Y es que los sistemas de reparto social funcionan con una lógica social”, comentó en entrevista con CNN Chile.
Según el vocero del colectivo, esta modalidad incluso podría ayudar a no distraer los fondos del Estado ya que, como se conoce, en Chile las pensiones son mejoradas con subsidios del Estado. “Y podríamos usar ese dinero para otras tareas del país”, acotó durante la entrevista.
Mesina brindó algunos datos sobre el actual sistema de pensiones chileno que, según apuntó, también sufre modificaciones por los cambios demográficos.
“Definitivamente es una buena noticia vivir más, pero el sistema ofrece discriminaciones brutales. Extienden edades de jubilación y afectan en 2,2% las pensiones. Las pensiones por retiro programado están en 118 mil 220 pesos (US$ 180 dólares aprox.) y no en 150 mil pesos como se está diciendo”, agregó.
Directores de AFP
A todo ese debate por las AFP, se suma un escándalo que involucra a los directores de dichas instituciones.
“Se ha descubierto que 45 directores de las AFP se distribuyeron 30 mil millones de pesos (US$ 7.000.000 aprox.) con la plata que pagan todos los chilenos y solo por estar sentados. Cuando se conocen estos datos, uno se irrita mucho. Hay una bronca acumulada en nuestro pueblo porque los congresistas no escuchan. Esta camisa de fuerza de las AFP tiene corrompido a nuestro país”, comentó.
La respuesta del Estado a las propuestas ha sido negativa. Bachelet convocó a una comisión especial para analizar el sistema de pensiones. Hace 10 meses esta comisión entregó un informe final y hasta ahora no se toma una decisión. La presidenta manifestó que el Estado prepara una alternativa de AFP Estatal para generar competencia.
Con información de La República