China, a la inversa de lo que hizo a principios de 2020, ha anunciado que sus fronteras, después de más de 1.000 días selladas, se reabrirán a partir del 8 de enero. Pero ahora está probando de su propia medicina.
El Político
China pasó tres años restringiendo vuelos internacionales, prohibiendo la entrada a turistas y obligando a hacer largas cuarentenas a sus nacionales y extranjeros con permiso de residencia. Ahora se encuentra con que son otras naciones las que levantan barreras a los vuelos que salen de su territorio por miedo a que aparezcan nuevas variantes del virus.
Italia, por ejemplo, insta al resto de la Unión Europea a seguir su ejemplo y hacer test a los viajeros de China.
La Comisión Europea ha convocado una reunión del comité de salud y seguridad de la UE para discutir posibles medidas tomadas de manera coordinada por todos los países del grupo.
"La coordinación de las respuestas nacionales a las graves amenazas transfronterizas para la salud es crucial", dijo el comité tras la reunión.
"La falta de transparencia sobre el Covid es preocupante porque no sabemos qué variantes están circulando allí en este momento y si esas variantes son diferentes en términos de su respuesta a la vacunación", advierte el virólogo australiano Dominic Dwyer.
Dwyer es uno de los expertos que participó en el viaje que la OMS organizó a Wuhan a principios de 2021 para investigar los orígenes de la pandemia.
Entrelíneas: Molestos por las restricciones
Wang Wenbin, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, acusó a los países occidentales y a los medios de "exagerar" y "distorsionar los ajustes de la política de Covid de China".
Además, señaló que las respuestas de todos los países deberían estar "basadas en la ciencia".
Por qué es importante
China, que estaba cerrada para todo el mundo, ahora quiere que le abran totalmente las puertas. Pese a la opacidad con la que ha manejado la información sobre la actual oleada de Covid que satura los centros de salud de ese país.
En China se ha vuelto una regla que verdades se conocen a medias. Particularmente en lo referente a una enfermedad nacida en su propio territorio: Wuhan
En contexto
Pareciera que los chinos hubieran inventado el virus de la covid-19. Enfermedad que sacudió al mundo y produjo millones de muertos.
Pero que de la que nunca se sabrá con exactitud el impacto real que ha tenido en ese país por el control de la información que impone el régimen de Xi Jinping. Aunque crearon una vacuna con la que inundaron el planeta, lo que les produjo importantes beneficios económicos y políticos.
Y ahora surge un nuevo problema, otra vez de los chinos. Tras el confinamiento a que han sometido a millones de sus conciudadanos, abren sus puertas, no solo para que regresen a sus hogares en el Año Nuevo, sino porque millones de ellos han comprado sus boletos para viajar al exterior para visitar familiares o pasear después de tanto encierro.
Pese a las restricción de los medios en China de todas maneras se conoció lo de sus hospitales colapsados, la falta de medicamentos y lo más duro, la carencia del número exacto de contagiados y muertos.
Por supuesto que resulta lógico que todos los países se sientan preocupados por la lluvia de chinos que acudirán a sus aeropuertos.
Panorama general: nueva oleada de Covid en China
Tras una serie de protestas ciudadanas contra las restricciones, a principios de diciembre, el gobierno de Pekín anunció un giro completo de su política de lucha contra el covid y empezó a eliminar los confinamientos obligatorios y el extenso programa de pruebas.
Con la eliminación de las pruebas obligatorias, se ha vuelto imposible rastrear los nuevos casos en el país.
Paralelamente las autoridades chinas han dificultado el poder contabilizar las muertes por covid al registrar únicamente bajo esa categoría a las causadas por neumonía o fallo respiratorio.
En un informe del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de China (CCD, por sus siglas en inglés) filtrado a la prensa, las autoridades estiman que casi 250 millones de personas se contagiaron de covid-19 en los primeros 20 días de diciembre.
No obstante, la Comisión Nacional de Salud de China (CNS) reclasificó la covid-19 de una enfermedad tipo A a una tipo B, o sea, que generalmente no representa una amenaza para la vida de personas saludables. También anunció que ya no publicaría las cifras de infecciones.
Lo que sigue
Por eso algunos países, concretamente Estados Unidos Japón, Malasia, Taiwan, India e Italia, fijaron estrictos controles para los pasajeros provenientes del país asiático.
En Italia, en un vuelo que aterrizó en el aeropuerto de Milán el 26 de diciembre, el 52% de los pasajeros dieron positivo.
Fuente: Agencias