La organización político-militar que surgió hace setenta años para plantar cara a la URSS en el inicio de la Guerra Fría acordó ayer por primera vez «reconocer la creciente influencia de China y sus políticas internacionales que representan oportunidades y desafíos que necesitamos abordar juntos como una Alianza».
El Político
Para la Alianza, el crecimiento chino en tecnología militar es evidente, constatándose su ascenso como segunda potencia militar global. Por ejemplo, el presupuesto de defensa de este año se prevé que crezca un 7,5% respecto a 2018.
Guiándose por aquellas voces que demandan más adaptabilidad de la OTAN a las futuras amenazas, los aliados ya tienen sobre la mesa un primer documento («la Declaración de Londres») donde China es objeto de análisis.
El breve documento, de nueve puntos, inserta el asunto chino dentro de las medidas que tienen que llevar a cabo los aliados en el futuro para «mantener nuestra ventaja tecnológica, al tiempo que preservamos nuestros valores y normas».
Además, la OTAN hace expresa mención a uno de los caballos de batalla de la Administración Trump en los últimos tiempos: la tecnología 5G de China. Por ejemplo, el gigante tecnológico Huawei, que no puede comercializar su tecnología 5G en EE.UU., ha sido objeto de sus ataques.
Sistemas seguros y resistentes
«La OTAN y sus aliados, dentro de sus respectivas autoridades, se comprometen a garantizar la seguridad de nuestras comunicaciones, incluida la 5G, reconociendo la necesidad de confiar en sistemas seguros y resistentes», se lee en un documento que sienta las bases para una postura común de los 30 países aliados –una vez se adhiera Macedonia del Norte como el trigésimo– en el futuro.
En su rueda de prensa, el secretario general de la OTAN, el noruego Jens Stoltenberg, aludió a este asunto e introdujo que «China debe involucrarse en los futuros tratados de control de armamento». Se trata de un intento de la OTAN por frenar el imparable gasto armamentístico de China, al que hay que sumar su reciente sintonía con Moscú en materia comercial y energética.
El Artículo 5 y Erdogan
La «Declaración de Londres» también subraya, en su punto primero, la razón de ser de la OTAN: «Nuestro solemne compromiso, como se consagra en el Artículo 5 del Tratado de Washington, de que un ataque contra un Aliado será considerado un ataque contra todos nosotros».
De este modo, se salva una Cumbre en la que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, amenazaba con boicotear este artículo 5, en caso de que los países del Este fueran atacados por Rusia y no se reconociese la amenaza kurda para Ankara. Este amago de Erdogan quedó en nada. Tampoco se tuvo la oportunidad de escuchar en rueda de prensa al líder turco, pues su cita con los medios fue finalmente cancelada.
Más allá del novedoso tema chino, la reunión del Consejo del Atlántico Norte se desarrolló –para sorpresa– en un aparente clima de cordialidad pese al «combate» previo escenificado por Donald Trump y Emmanuel Macron a cuenta de las declaraciones del presidente francés sobre la «muerte cerebral» de la OTAN.
No hubo ni aspavientos ni reproches personales entre líderes dentro de la Sala, algo que sí sucedió en Bruselas en julio de 2018, cuando Trump reprochó a varios jefes de Gobierno o de Estado su escasa inversión en defensa, informaron a ABC fuentes de la OTAN presentes en la reunión.
Sin embargo, la «paz otaniana» cesó en el hotel Grove de Watford (a las afueras de Londres) cuando se tuvo conocimiento de un vídeo –realizado en servicio de «pool» la noche anterior en la recepción del Palacio de Buckingham– por el cual el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau; el primer ministro británico, Boris Johnson; el presidente francés, Emmanuel Macron, y la Princesa Anaaparentemente se burlaban de Trump y sus largas ruedas de prensa.
"Las dos caras de Trudeau"
Obviamente, el documento gráfico rápidamente se hizo viral y llegó a oídos del mandatario estadounidense, que, en un encuentro con Angela Merkel, se refirió a las «dos caras de Trudeau»: «Es un tipo agradable pero con dos caras. La verdad es que le llamé por el hecho de que no está pagando el 2% [del PIB en gasto de defensa] e imagino que no está muy contento por eso». Trudeau reconoció que en ese corrillo en el Palacio de Buckingham hablaban del mandatario estadounidense.
Sea por causa de la polémica sobre el vídeo, porque el día anterior ya ofreció una rueda de prensa junto a Macron de 40 minutos o por tactismo mediático, el presidente Trump decidió cancelar su esperada comparecencia ante los medios que ya tenía anunciada.
«Cuando las reuniones estén hoy terminadas, voy a volver a Washington. No haremos la rueda de prensa al terminar la OTAN porque ya hemos hecho tantas en los últimos dos días. ¡Buen viaje a todos!», escribió el líder estadounidense en su cuenta de Twitter. Tras coger un helicóptero se dirigió a la base desde la cual despegó su Air Force One.
Macron: Rusia y el Sahel
Macron sí ofreció una rueda de prensa, que aprovechó para pedir una reflexión sobre el futuro de la OTAN, organización que, a su juicio, debería encarar un «diálogo sólido y exigente con Rusia», algo que queda ratificado en el documento. «Rusia es una amenaza en ciertas cuestiones, eso es una realidad. Es una amenaza para la vecindad, la crisis ucraniana lo demuestra. También es un vecino en el plano geográfico y un socio en algunos temas», puntualizó.
El presidente galo aprovechó para anunciar una cumbre el 16 de diciembre en Pau con los cinco dirigentes de Mauritania, Malí, Burkina Faso, Níger y Chad y abordar así el futuro de la misión de 4.500 franceses en el Sahel.