China ha respondido enérgicamente a las recientes acusaciones provenientes de Kiev, reiterando que no ha suministrado armas letales a Rusia para su guerra en Ucrania. Representantes del Ministerio de Relaciones Exteriores chino afirmaron que "nunca hemos facilitado armas letales a ninguna de las partes involucradas en el conflicto y hemos supervisado de manera estricta los artículos de uso dual, tanto civiles como militares".
Estas declaraciones surgen tras informes de autoridades ucranianas, incluyendo al jefe de inteligencia exterior, Oleh Ivashchenko, quienes aseguran tener información sobre el suministro chino de materiales y equipos significativos a la industria militar rusa, tales como máquinas, productos químicos especiales, pólvora y componentes utilizados en la fabricación de armamento.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha expresado su disposición a presentar documentos que supuestamente demostrarían la colaboración china con Rusia en materia de armamento.
China niega toda acusación
Pekín ha rechazado estas acusaciones, calificándolas de "infundadas" y atribuyéndolas a "manipulaciones políticas".
China mantiene una postura ambigua respecto al conflicto, pidiendo respeto a la integridad territorial de todos los países, incluida Ucrania, y atención a las "legítimas preocupaciones" de todos los Estados, en referencia a Rusia. El gobierno chino ha enfatizado su compromiso con la promoción del alto el fuego, el diálogo y la búsqueda de una solución pacífica al conflicto.
Occidente ha acusado repetidamente a China de apoyar la campaña militar rusa mediante el suministro de componentes clave para la producción de armamento, acusaciones que Pekín niega tajantemente.
Por su parte, países europeos han instado al presidente chino, Xi Jinping, a utilizar su influencia sobre Moscú para poner fin a la guerra, aunque algunos analistas sugieren que China ha priorizado fortalecer sus lazos económicos y políticos con Rusia.