La pandemia de coronavirus no ha apagado las aspiraciones geopolíticas de China.
El Político
Y mientras Estados Unidos y el resto de países de Occidente todavía lucha por salir de la crisis sanitaria, China ha movido ficha en Hong Kong, con la aprobación de una polémica ley de seguridad nacional que previsiblemente recortará las libertades que daban a la isla el "un país, dos sistemas", un movimiento que también ha tensado la cuerda con Taiwán, territorio que Pekín considera propio.
Este viernes, China ha aumentado su retórica tras las declaraciones públicas de uno de sus más importantes generales, quien ha afirmado que atacar militarmente Taiwán es una de las opciones sobre la mesa con tal de impedir la independencia de la antigua isla de Formosa.
Este viernes se conmemora el 15 aniversario de la ley Anti-Secesión, que fue aprobada en 2005 durante las "Dos Sesiones" (las reuniones anuales del legislativo chino) y que daba a China un marco legal para una acción militar contra Taiwán, autorizando el uso de la fuerza si ésta avanzaba en su independencia.
En este contexto, el general Li Zuocheng, jefe del Departamento de Personal y miembro de la Comisión Central Militar ha afirmado en declaraciones a los medios que "no se descarta" el uso de la fuerza para impedir la independencia de Taiwán.
"Si la posibilidad de una reunificación pacífica se pierde, las fuerzas Armadas del Pueblo (el Ejército de China) tomarán, con toda la nación incluida la gente de Taiwán, todos los pasos necesarios para aplastar cualquier intento separatista", ha afirmado Li Zuocheng.
"No prometemos abandonar el uso de la fuerza, y nos reservamos la opción de tomar todas las medidas necesarias para estabilizar y controlar la situación en el estrecho de Taiwán.
Este año, en la declaración final de las "Don Sesiones" sobre la "unificación", ha sido retirada la palabra "pacífica", incidiendo aún más en la posibilidad de una acción militar contra la antigua Formosa.
Aunque China nunca ha renunciado al uso de la fuerza para controlar Taiwán, es raro que un militar de alto cargo en el puesto haga la amenaza de manera tan explícita en un entorno público.
Estas declaraciones, en boca de uno de los altos mandos del aparato militar chino, se producen apenas un día después de que el primer ministro chino, Li Keqiang, afirmara que la situación de Taiwán se trata de un "asunto interno" de China, en el que se opone a cualquier "intervención extranjera", y reiteró que Pekín busca una "reunificación pacífica" con la isla.
Fuente: Elconfidencial