El régimen comunista de China está atravesando una de sus peores crisis económicas en décadas, sin embargo, esto no ha impedido que el Partido Comunista Chino (PCCh) continúe avanzando en sus objetivos políticos.
El Político
Actualmente, el PCCh está buscando exportar sus mecanismos de control social a Occidente, con el sistema de puntaje de crédito social como principal herramienta.
?? | Entrevistaron al creador del sistema de créditos sociales de la dictadura comunista China, Lin Junyue: "Espero que lo podamos exportar a los países capitalistas. Creo que Francia debería aplicar nuestro sistema, no tendrían tantas protestas en la calle". pic.twitter.com/Qpt0d9zAnb
— La Derecha Diario (@laderechadiario) November 12, 2022
En una entrevista con Lin Jinyue, uno de los diseñadores teóricos del sistema de puntaje de crédito social en China, se reveló que el régimen chino planea que todo el mundo adopte este sistema de vigilancia que asigna una calificación a cada ciudadano y lo recompensa o castiga según su afinidad al partido.
Según Jinyue, este sistema es el mejor método para mantener controladas a las personas que no están de acuerdo con el gobierno. Incluso se burló al sugerir que países como Francia deberían adoptar el sistema para evitar protestas como las de los "Chalecos Amarillos".
El sistema de crédito social en China utiliza tecnología de reconocimiento facial e inteligencia artificial para controlar a los ciudadanos en un sistema totalitario y comunista, castigando a disidentes y a aquellos considerados una amenaza por el PCCh.
Esta "pesadilla distópica", como varios expertos la describen, ha comenzado a implementarse lentamente en el mundo occidental, con países como Estados Unidos y Canadá adoptando medidas como los pasaportes sanitarios y la digitalización de servicios gubernamentales con inteligencia artificial.
Estados Unidos, conocido tradicionalmente como un bastión de la libertad y los derechos humanos, ha implementado medidas restrictivas en respuesta a la pandemia, lo que ha generado preocupaciones sobre la pérdida de derechos para quienes no estén vacunados.
Por su parte, Canadá planea implementar un sistema basado en la nube con inteligencia artificial que controlará aspectos como la alimentación, las compras, las creencias religiosas y la condición de vacunación de los ciudadanos.