China registró un total de 31.444 nuevos casos el miércoles, de los que 27.517 eran asintomáticos, indicó la Oficina Nacional de Salud de este país de 1.400 millones de habitantes.
El Político
El número de casos diarios de COVID-19 alcanzó un récord desde el inicio de la pandemia, mostraron datos oficiales el jueves, en medio de múltiples brotes y restricciones por todo el país.
¿Por qué es importante?
Las cifras de nuevos contagios de covid batieron su récord por cuarto día consecutivo en China.
El récord precedente se remontaba a mediados de abril de este año, con 29.317 infecciones, coincidiendo con el confinamiento de Shanghái, la tercera ciudad más poblada del mundo, que se alargó durante dos meses y provocó problemas de abastecimiento para sus habitantes, reportó ElNacional.
Entre los 3.709 casos sintomáticos, la gran mayoría (3.648) se produjeron por transmisión local dentro de las fronteras del país, con especial incidencia en zonas como Cantón (sureste, 1.386 contagios), Pekín (747) o Chongqing (centro, 194).
Esas tres áreas también acumularon más de la mitad de los nuevos casos asintomáticos registrados en el país. Pekín no las incluye en su balance de casos confirmados a menos que comiencen a manifestar los síntomas requeridos.
Las autoridades también indicaron que 61 de los casos sintomáticos y 224 de los asintomáticos se detectaron en viajeros procedentes del extranjero.
En todo el país hay más de 320.000 personas aisladas en observación médica por ser portadores asintomáticos del virus, entre las que casi 1.600 proceden de otros territorios.
China, que aplica una severa política de «tolerancia cero» hacia el coronavirus, ha sufrido en los últimos meses oleadas de rebrotes atribuidas a la variante ómicron que han provocado cifras récord de contagios no vistas desde el inicio de la pandemia en la primera mitad de 2020.
La Comisión Nacional de Sanidad también detalló que, a lo largo del viernes, a más de 2.000 pacientes los dieron de alta tras superar con éxito el Covid.
Hasta la fecha se ha realizado seguimiento médico a unos 11,8 millones de contactos cercanos con infectados, de los cuales cerca de 1,8 millones permanecen bajo cuarentena.
Entre líneas
Cientos de personas salieron a las calles de Beijing y Shangai este domingo para protestar contra la política china de COVID cero, en una inusual manifestación de ira pública contra el Estado.
La estrategia de línea dura contra el virus en China está avivando la frustración de la población, cada vez más cansada de los cierres repentinos, las largas cuarentenas y las campañas de pruebas masivas.
Cientos de personas se concentraron el domingo en la elitista Uiversidad Tsinghua de Beijing para protestar contra los cierres, según declaró a la AFP un testigo que deseaba permanecer en el anonimato.
“A las 11:30 de la mañana los estudiantes empezaron a sostener pancartas en la entrada de la cantina, luego se fue sumando más y más gente. Ahora hay entre 200 y 300 personas”, dijo.
En conclusión
El número de contagiados activos con síntomas en la China continental asciende ahora a 31.430, 111 de los cuales se encuentran graves.
Según las cuentas de la institución, desde el inicio de la pandemia el país ha registrado un total de 307.802 contagios -cifra que excluye a los asintomáticos- y 5.233 fallecimientos.
Hasta la fecha se ha realizado seguimiento médico a unos 11,8 millones de contactos cercanos con infectados, de los cuales cerca de 1,8 millones permanecen bajo cuarentena.
China es la única gran economía del mundo que todavía persigue erradicar por completo el virus de su territorio con confinamientos de ciudades enteras, aislamiento de los contactos de positivos y test masivos.
La capital china experimenta su peor brote epidémico desde el inicio de la pandemia a fines de 2019. Decenas de inmuebles residenciales fueron confinados y las empresas pasaron en su gran mayoría al teletrabajo.
Pekín anunció el miércoles casi 1.500 nuevos casos, la inmensa mayoría asintomáticos, en una población de 22 millones de habitantes. Es la cifra más elevada en la ciudad, aunque muy baja respecto a los estándares internacionales.
Escuelas, restaurantes y comercios cerraron por temor de verse colocados en cuarentena mientras el cansancio y la fatiga mental de los habitantes no para de aumentar por estas restricciones, a menudo vagas y cambiantes, cuya duración nunca se anuncia de antemano.