Falsos perfiles creados en Twitter y Facebook, son utilizados por trolls para intensificar las actividades de estos grupos asociados con chinos a medida que se acerca el día de las elecciones.
El Político
Tanto Google como Microsoft han informado y hecho públicos los intentos de ciberataques vinculados a Beijing dirigidos a personas que trabajaron en las campañas de Biden y de Trump.
Pero a diferencia de la interferencia rusa en las elecciones del 2016, en la que operaron para favorecer a Trump para que llegara a la presidencia, la mayor parte de la actividad derivada de China no busca favorecer a un candidato sobre el otro, sino crear más división y conflicto dentro del territorio norteamericano.
El Centro Internacional de Política Cibernética del Instituto Australiano de Política Estratégica se refirió en un informe a las tácticas del Partido Comunista Chino como parte de un programa de “actividad no auténtica entre plataformas, realizada por chinos nativos que en general están alineadas con el objetivo político de la República Popular China de denigrar la posición de Estados Unidos”, reportó Infobae.
Los expertos dicen que la actividad relacionada con las elecciones es solo una pequeña parte de una campaña mucho más amplia y profunda de influencia e interferencia de chinos que lleva ya muchos años, y representa una amenaza más preocupante a largo plazo.
Injerencia Partido Comunista
El Partido Comunista de China (PCCh) y otras entidades vinculadas al gobierno han estado trabajando, a través de múltiples canales en Estados Unidos a nivel federal, estatal y local, para fomentar las condiciones y conexiones que promuevan los intereses y ambiciones políticas y económicas de Beijing.
Esos canales incluyen empresas, universidades y grupos de expertos, grupos sociales y culturales, organizaciones de la diáspora china, medios de comunicación en chino y WeChat, la aplicación china de mensajería y redes sociales más popular, dice John Garnaut, analista político australiano y experto en interferencia global del CPCh.
“El alcance de las supuestas actividades es enorme, involucra reuniones sociales y comerciales, extensas campañas de información y la construcción de lazos políticos y económicos que pueden aprovecharse para beneficio de Beijing: informes recientes de los tratos comerciales de Hunter Biden con una compañía de energía china ansiosa por conectarse con su padre y la cuenta bancaria secreta en China del presidente Trump son tan solo algunos ejemplos de alto perfil que observadores de China encuentran preocupantes”, escribió Didi Kirsten Tatlow de Newsweek.
Espionaje económico
También hay acusaciones de espionaje económico a gran escala. En un discurso este verano en el Hudson Institute, el director del FBI, Christopher Wray, dijo que la agencia abre una investigación relacionada con chinos cada 10 horas y que, de casi 5.000 casos activos de contrainteligencia en Estados Unidos, casi la mitad están relacionados con China.
Pero para Beijing las elecciones no representan gran cosa, su objetivo a largo plazo es subvertir a Estados Unidos desde adentro y mostrar que su democracia es falible y llena de fallas por lo cual el sistema chino funcionaria mejor.
China pretende exportar a todos los rincones del planeta su sistema autoritario de gobierno y dominar al mundo.
Beijing, a través de su intromisión, busca “dar forma al entorno político en los Estados Unidos, presionando a las figuras políticas que considera opuestas al interés de China, para desviar y contrarrestar las críticas”, dijo el director del Centro Nacional de Contrainteligencia y Seguridad, William Evanina, según Newsweek.
Facebook y Twitter
Facebook y Twitter son los medios sociales principales utilizados para difundir los mensajes del Partido Comunista Chino en los Estados Unidos según un minuciosos análisis realizado por el Centro Internacional de Política Cibernética del Instituto Australiano de Política Estratégica .
“La Justicia, el Estado y el FBI, están desenmarañando las actividades ocultas de estas organizaciones”, dijo a Newsweek el jefe de comunicaciones del Centro Nacional de Contrainteligencia y Seguridad, Dean Boyd.
Los actores chinos involucrados, no hicieron ningún intento por crear perfiles más realistas como propietarios de las 200 a 300 cuentas de Twitter y más de 60 cuentas en Facebook.
Si bien los mensajes, publicados entre febrero y julio de este año, se centraron en temas importantes que dividen al país, fueron traducidos al inglés con tantos errores que no lograron su objetivo de trascender acumulando muy pocos likes.
Pero si bien esta campaña en particular puede no haber dado en el blanco, algunas de las estrategias generales que emplearon son las que China usa con bastante eficacia en otros contextos, tácticas muy diferentes de las que Rusia ha utilizado para interferir en las elecciones estadounidenses.
Las publicaciones sociales no tienen una clara inclinación partidista; promueven mensajes en apoyo de los movimientos Black Lives Matter y Blue Lives Matter, que es el grupo de activistas pro policías. El objetivo es profundizar la división y el malestar entre los norteamericanos.