Ha pasado ya un año desde que una turba de seguidores de Donald Trump asaltara el Capitolio de EEUU en un intento por frenar la certificación de la victoria electoral de Joe Biden.
El Político
El recuento más completo de los eventos que llevaron a ese día y de lo que ocurrió durante esa jornada todavía se está recopilando: es la misión de un comité especial de la Cámara de Representantes del país creado para ese fin.
Dicho comité, compuesto por siete miembros del Partido Demócrata y dos del Partido Republicano, se estableció después de que fracasaran diferentes intentos para crear una investigación independiente, reportó la BBC.
¿Qué tan involucrada estuvo la Casa Blanca en la organización de asalto al Capitolio?
Bennie Thompson, el presidente de la investigación del Congreso, recientemente mencionó algunos de los elementos que su comité está tratando de entender sobre las marchas que ocurrieron en Washington DC y que precedieron al ataque al Capitolio.
"Necesitamos saber quién organizó, planeó, pagó y recibió fondos relacionados con estos eventos, al igual que el tipo de comunicaciones que tuvieron organizadores [de las marchas] con funcionarios de la Casa Blanca y del Congreso", dijo.
Uno de esos organizadores, el activista conservador de ultraderecha Ali Alexánder, ya testificó ante el comité, y contó que estuvo en contacto con la Casa Blanca y miembros republicanos del Congreso con antelación.
La naturaleza exacta de esos contactos todavía no se ha revelado públicamente.
¿Tuvo alguien en el gobierno o en los círculos cercanos a Trump alguna razón para creer que el día se iba a tornar violento?
Luego de semanas de llamadas, mensajes en Twitter y batallas legales infructuosas, Trump enfocó su atención en el 6 de enero como el día clave que definiría si podría anular los resultados de la elección.
"Gran protesta en [Washington] DC el 6 de enero", escribió en Twitter el 19 de diciembre. "Vayan, ¡será salvaje!".
Continuó esa línea 11 días después con otro mensaje en Twitter: "SEIS DE ENERO, ¡LOS VEO EN DC!".
Según un reporte del diario The Washington Post, hubo amplia evidencia de que grupos militantes de ultraderecha estaban preparándose para viajar al Capitolio el 6 de enero, y que estaban siguiendo las declaraciones públicas del presidente como guía.
¿Cómo respondió el presidente cuando el Capitolio estaba bajo ataque?
Desde la época de Richard Nixon, los escándalos presidenciales se han definido por dos preguntas: ¿qué sabía el presidente y cuándo lo supo? Estas son aún relevantes en la investigación del ataque al Capitolio, pero además hay una tercera: ¿qué hizo el presidente una vez se enteró?
Gran parte de la investigación del comité se ha enfocado en tratar de entender las actividades del presidente el 6 de enero: antes, durante y después del ataque.
Es por lo que el comité ha estado enfrascado en una larga batalla legal para obtener documentos, incluyendo registros de llamadas y reuniones, notas y discursos, de los Archivos Nacionales referentes a ese día.
Ya hay algunos detalles sobre la presión que recibió el presidente para que respondiera con más fuerza cuando el Capitolio estaba bajo ataque.
¿Por qué se demoró la respuesta militar y de seguridad al ataque?
En la mañana del 6 de enero, la policía de parques de EE.UU. ya estaba enfrentándose con seguidores de Trump en el Monumento a Washington y en el Monumento a Lincoln.
A los agentes se les indicó que se mantuvieran al margen y que "solo monitorearan" la situación.
Luego de la marcha Stop the Steal ("Frenen el robo") y del discurso de Trump, la violencia escaló.
Seguidores revoltosos de Trump atacaron a la policía alrededor del Capitolio y forzaron su entrada al edificio; donde ocuparon la cámara del Senado y saquearon las oficinas de líderes del Congreso.
Poco antes de que los manifestantes entraran en el Capitolio, el mayor General William Walker, comandante de la Guardia Nacional de DC, hizo una solicitud al secretario de Defensa interino Christopher Miller para poder desplegar sus fuerzas y manejar la crisis.
¿Qué tan seriamente consideraron el presidente y la Casa Blanca tomar medidas extraordinarias para invalidar la elección?
Una de las revelaciones más llamativas en los aproximadamente 9.000 documentos que el jefe de gabinete de Trump; entregó al comité del Congreso antes de dejar de cooperar fueron correos electrónicos sobre una presentación de PowerPoint de 36 páginas; que circuló en la Casa Blanca y entre republicanos en el Congreso.
El autor exacto del documento aún no ha sido determinado, pero contiene varios alegatos conocidos y ya invalidados sobre fraude electoral. Lo que es extraordinario, sin embargo, es la amplitud de sus recomendaciones.
Sugería, por ejemplo, que el presidente declarara un estado nacional de emergencia; desechara todos los tarjetones tabulados electrónicamente y pusiera fuerzas federales de la Guardia Nacional; a cargo de la supervisión de un recuento manual de votos físicos en estados clave.
Tales pasos no hubieran tenido precedentes en la historia de EE.UU.