Un tribunal de primera instancia de Tampere (Finlandia) condenó a prisión a los cinco voleibolistas cubanos juzgados en el país nórdico por un delito agravado de violación contra una mujer finlandesa el pasado 2 de julio.
El tribunal impuso penas de cinco años de cárcel a Rolando Cepeda Abreu, Abraham Alfonso Gavilán, Ricardo Norberto Calvo Manzano y Osmany Santiago Uriarte Mestre, y de tres años y medio a Luis Tomás Sosa Sierra.
Además, les condenó a pagar una indemnización de 24.000 euros a la víctima en concepto de daños y perjuicios.
Según la sentencia, tres de los condenados reconocieron durante el juicio haber mantenido relaciones sexuales con la víctima, pero alegaron que fueron con su consentimiento, algo que la mujer negó en todo momento.
Los otros dos negaron haber tenido cualquier tipo de contacto sexual con la víctima, aunque la corte no les creyó y les condenó también por un delito agravado de violación.
Según el tribunal, las declaraciones de los acusados durante los interrogatorios y el juicio fueron contradictorias, lo que restó verosimilitud a su versión de los hechos.
En cambio, los magistrados absolvieron a un sexto deportista cubano juzgado por el mismo delito, Dariel Albo Miranda, quien fue puesto en libertad por falta de pruebas al término de la vista judicial y regresó a Cuba.
Según el tribunal, no existen dudas de que Albo Miranda aconsejó a sus compañeros ocultar todos los posibles indicios del delito, pero no resultó probada su participación en la agresión sexual.
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Los hechos tuvieron lugar el pasado 2 de julio en un céntrico hotel de la ciudad de Tampere, a 180 kilómetros al norte de Helsinki, donde se alojaba la selección cubana de voleibol durante su visita a Finlandia para disputar tres partidos de la Liga Mundial.
Según relató a la prensa local una persona cercana al equipo cubano, uno de los miembros de la selección entabló conversación con la presunta víctima pasada la medianoche fuera del hotel, cerca de un concurrido club nocturno.
Tras charlar un rato, la mujer accedió a subir a la habitación del deportista, donde se encontraba también su compañero de cuarto y adonde más tarde llegaron otros miembros del equipo.
Ya de madrugada, la presunta víctima denunció la violación a agentes de la policía local, quienes a lo largo del fin de semana arrestaron a un total de ocho jugadores.
Tras tomar declaración a la mujer e interrogar a todos los sospechosos, la policía puso en libertad sin cargos a dos de los atletas detenidos y pidió prisión preventiva para los otros seis.
Pocos días después, un juzgado ordenó que los acusados fueran encarcelados hasta la celebración del juicio, debido al riesgo de fuga y a la gravedad del delito que se les imputaba.
El juicio se celebró a puerta cerrada entre el 29 y el 31 de agosto en un juzgado de primera instancia de Tampere con la ayuda de varios intérpretes de español.
Al término de la vista, el tribunal, compuesto por tres magistrados, ordenó la inmediata puesta en libertad de Dariel Albo Miranda, quien regresó a Cuba poco después, y mantuvo la prisión condicional para los otros cinco acusados.
El incidente supuso un duro golpe para el equipo cubano de voleibol de cara a su participación en las Juegos Olímpicos de Río, ya que el escándalo obligó a la federación de la isla a sustituir a los entrenadores y a media selección olímpica a pocas semanas del inicio de los Juegos.
Finalmente Cuba perdió los cinco partidos que disputó en los Juegos contra Rusia, Egipto, Irán, Argentina y Polonia, en los que tan sólo logró ganar un set.
Con información de EFE