Los productores de hojas de coca de la región boliviana de La Paz que rechazan un proyecto de ley sobre esos cultivos volvieron a enfrentarse a la Policía y causaron varios destrozos, incluido en un escenario donde los seguidores del presidente Evo Morales harán un acto para apoyar su reelección.
Los cocaleros, que se movilizan en La Paz desde la semana pasada, llegaron hasta las inmediaciones del estadio Hernando Siles y rompieron las sillas de plástico y banderas del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) que eran parte del escenario montado allí por los sectores afines al Gobierno para su mitin.
La reacción de los productores de coca se debió a que previamente fueron reprimidos con gases lacrimógenos por policías que intentaban frenar una movilización que se dirigía a la plaza Murillo, sede del Palacio de Gobierno y del Parlamento, indicaron varios medios.
En medio de la refriega, los cocaleros también apedrearon el edificio de la Unidad de Bomberos, dejando varios vidrios rotos, y en otro sector de la ciudad quemaron una motocicleta de la Policía.
Según mostraron los medios, los agentes han detenido a varios manifestantes, pero hasta ahora no hay informe oficial al respecto.
Los cocaleros, que pertenecen a la región tropical de Los Yungas, rechazan un proyecto de ley porque consideran que trata con preferencia a los productores de coca de la zona central del Chapare, feudo sindical del presidente Evo Morales.
El proyecto de ley objetado plantea subir de 12.000 a 20.000 el límite legal de los cultivos de hoja de coca en el país, de las que 12.000 estarán en la zona tradicional de los Yungas, mil en la provincia Inquisivi de La Paz, y 7.000 en la zona del Chapare.
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La ley del Régimen de la Coca y Sustancias Controladas, vigente desde 1988, solo permite las 12.000 hectáreas de Yungas, mientras que en el Chapare los cultivos fueron autorizados parcialmente por un decreto en 2004 ante la presión de los cocaleros de esa zona.
Los campesinos de Yungas indican que en su región hay plantaciones de coca por encima de las 12.000 hectáreas que deben ser reconocidas por la ley, mientras que en el Chapare son menores a las 7.000 que se busca legalizar con una nueva normas.
Una comitiva de 30 personas, encabezada por el presidente de la Asociación Departamental de Productores de Coca (Adepcoca), Franklin Gutiérrez, se reunió con miembros del Gobierno para pedir la "suspensión indefinida" del tratamiento del proyecto de ley.
En declaraciones a los medios, Gutiérrez lamentó antes de la reunión que se siga reprimiendo una protesta que calificó de "pacífica" y consideró que las acciones de la Policía y el Gobierno "entorpecen" el diálogo cuando ellos se muestran "prestos" a "poder sacar humo blanco" de la reunión.
La concentración de los directivos de las comunidades de los Yungas antes de la reunión ha vivido momentos tensos y ha estado a punto de suspenderse porque la Policía no paraba la represión al resto de manifestantes en el otro lado de la ciudad.
"Hermano presidente, tócate el pecho y acuérdate de por qué estás sentado donde estás sentado y de quién te ha acogido", le espetaba una cocalera entre gritos y lágrimas a Evo Morales.
El ministro de Gobierno (Interior), Carlos Romero, dijo a los medios que el Ejecutivo sí cumplió con suspender por ahora el tratamiento del proyecto de ley y lamentó que los cocaleros no hayan cumplido con su palabra de no movilizarse para facilitar el diálogo.
La noche pasada fueron detenidos 43 cocaleros en otros enfrentamientos, aunque todos fueron liberados esta mañana.
Con información de EFE