El Consejo Nacional de Estupefacientes (CNE) de Colombia aprobó el uso del herbicida glifosato en la fumigación terrestre para combatir los cultivos ilícitos de coca, informaron hoy fuentes oficiales.
El ministro colombiano de Justicia, Jorge Eduardo Londoño, dijo en un comunicado de su despacho que la medida es "una solución alternativa que aleja la posibilidad de la aspersión".
Asimismo explicó que el proceso de implementación de la fumigación manual depende del Ministerio de Justicia, que será el encargado de trazar la ruta a seguir.
La decisión de aprobar el uso del glifosato se hizo con base en un proyecto piloto ejecutado en los departamentos de Choco y Nariño, fronterizos con Panamá y Ecuador, respectivamente.
En esos dos departamentos se fumigaron 800 hectáreas de coca en los cuales se constató que los protocolos utilizados cumplieron con los estándares porque resguardaron la salud de las personas que habitan cerca de los cultivos y de los que manipulan el herbicida.
También cumplieron con el plan de manejo integral ambiental, así como los protocolos de protección de fuentes hídricas.
La autoridad ambiental de Colombia ordenó, en octubre del año pasado, la suspensión del Plan Ambiental que permitía la aspersión aérea con glifosato.
Esa decisión se adoptó después de que este órgano ordenara, en mayo de 2015, la suspensión del uso del glifosato en las fumigaciones aéreas ya que parte del herbicida era arrastrado por el viento, contaminando cultivos legales y fuentes de agua, lo que incluso motivó un litigio con Ecuador.
La decisión cumplía con una orden de la Corte Constitucional de detener el uso del herbicida bajo el principio de precaución por posibles daños a la salud por ser potencialmente cancerígeno, según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Ecuador, en marzo de 2008, presentó una demanda ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya por las fumigaciones aéreas que Colombia realizó entre 2000 y 2007 en su frontera sur y que, a juicio de Quito, afectaron a su territorio.
No obstante, en septiembre de 2013 ambos Gobiernos llegaron a un acuerdo que puso fin a esa demanda en el tribunal internacional y obligó a Colombia a crear una zona de exclusión en su lado de la frontera, donde no debían realizarse fumigaciones aéreas.
Con información de EFE