Colombia inicia hoy una nueva etapa al flexibilizar la cuarentena, no puede esperar mas un país con severas contradicciones sociales. En la estrategia para reactivar el país se dio prioridad a este sector, por su peso en la economía colombiana y su potencial de generación de empleo, especialmente el grupo de obras civiles.
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Fernando Ruiz, ministro de Salud de Colombia señaló: “Sabemos que lo más duro está por venir”, ante los casi 5.400 casos de Covid-19 y 244 víctimas mortales. Sólo en una cárcel del centro de Colombiaascienden a 144 los contagiados.
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El presidente Iván Duque ha señalado que la reactivación de vida productiva tiene que ser con gradualidad y responsabilida. Aseguró que será un proceso gradual porque el principal objetivo es la protección de la vida y la salud de los ciudadanos.
“Pero también tenemos una obligación proteger empleos, a las familias que con mucho esfuerzo han salido adelante, han llegado a una clase media emergente y no queremos ningún retroceso”.
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Recordó que solo podrán empezar a operar los sectores de construcción y manufactura que cumplan con los protocolos de bioseguridad establecidos por el Ministerio de Salud e indicó que las autoridades locales van a ser las que manejen “esa gradualidad de manera que se vaya retomando la vida productiva pero con todas las precauciones”.
“Si vemos retrocesos y afectaciones debemos y tener la capacidad de tomar medidas rápidas”, aclaró el mandatario colombiano.
Sobre la reactivación del comercio, el presidente Duque indicó que esta semana buscará activar mesas técnicas para ir mirando distintos protocolos por sectores. Enfatizó que no será posible reactivar actividades que impliquen aglomeración de personas, pero sí aquellas en que se pueda aplicar los protocolos.
“Obviamente tenemos el reto en grandes ciudades que es conciliar un escenario de recuperación de vida del comercio más adelante con que no se genere ni un colapso ni una sobre carga en los sistemas de transporte masivo para que no sea focos de contagio”.
s en Colombia da cuenta de 66 pacientes recuperados, 237 nuevos casos y once personas fallecidas por causa del covid-19.
Con base en las nuevas cifras, la suma total de pacientes recuperados llegó a 1.133, reportan 244 muertes y hasta el momento ya son 5.379 casos de coronavirus confirmados.
La reanudación de las obras civiles debe superar retos contractuales y de financiación; pero, sobre todo, debe hacerse con estrictos protocolos de bioseguridad con el fin de evitar una ola de contagios en un sector crucial.
Según cifras del DANE, en los últimos cinco años el aporte de la actividad al Producto Interno Bruto (PIB) ha sido superior al 1,5 % y su participación en el indicador ha aumentado 60 % en más de una década.
Mario Peláez, gerente sénior de KPMG para Colombia y experto en este sector, destacó que la inversión en infraestructura es una herramienta fiscal de política anticíclica muy importante para la reactivación de la economía, “se usó con éxito a escala global después de la crisis de los años 30, tras la Segunda Guerra Mundial, y en la crisis financiera de 2008”, dijo. La fórmula se repetirá de nuevo este 2020.
De hecho, algunas obras nunca pararon, otras ya reiniciaron y en cuestión de días serán muchas más, no solo por las razones antes expuestas, sino también “en pro de la conectividad y dada la necesidad de garantizar la movilización de bienes y servicios para mitigar el impacto generado por la emergencia sanitaria”, dijo el Gobierno.
El Invías, por ejemplo, ha reportado la reactivación de las labores en la Troncal del Magdalena Medio, también conocida como Ruta del Sol 2, un corredor de 529 kilómetros con 25 frentes de trabajo, y en la Variante Ciénaga, una vía de 31 kilómetros que conectará los departamentos de Magdalena y Atlántico.
Además, los procesos de selección y contratación continúan en curso, aunque de manera virtual. De hecho, la entidad dijo que se mantendrán las fechas programadas en materia de adjudicación de licitaciones públicas, concursos de mérito, selección abreviada y subasta inversa. Por ejemplo, entre el 16 de marzo y el 14 de abril se adjudicaron 25 concursos de méritos por $16.000 millones, de los 29 procesos de selección en pliegos definitivos en curso por $21.494 millones.
La ANI, por su parte, informó que reactivó los proyectos Bucaramanga-Barrancabermeja-Yondó, Bucaramanga-Pamplona y Pamplona-Cúcuta, con labores en setenta frentes de trabajo. Esto se suma a las obras en los corredores Cambao-Manizales, Girardot-Honda-Puerto Salgar, Chirajara-Fundadores, Villavicencio-Yopal, Santana-Neiva-Mocoa y Bogotá-Girardot.
Lo propio hizo también con nueve proyectos en la región Caribe, que se activan para garantizar el transporte de carga. Se trata de las vías Cartagena-Barranquilla Circunvalar de la Prosperidad, Ruta del Sol 3, Puerta de Hierro-Palmar de Varela, Carreto-Cruz del Viso, Antioquia-Bolívar, Transversal de las Américas y Santa Marta-Riohacha-Paraguachón. También continuarán las obras de ampliación del aeropuerto Rafael Núñez, de Cartagena, las de modernización Ernesto Cortissoz de Barranquilla y las de mantenimiento y conservación en el corredor férreo Chiriguaná-Santa Marta. Juntos suman más de 150 frentes de obra.
De los 1.522 acuerdos vigentes en todo el país, solo 368 estaban activos a finales de marzo. De este grupo hacían parte los contratos de atención de emergencias y deslizamientos viales (se presentaron más de cien casos), así como los de operación de túneles, circuitos de cámaras, administración vial y servicios al usuario (ambulancia, grúa y carro taller). También se mantuvieron algunos de construcción que por la complejidad de las obras no se podían suspender.
Así mismo, la ANI siguió ejecutando obras que por su proceso constructivo no podían detenerse, ya que hacerlo implicaba poner la estructura en riesgo e incluso llevarla al colapso, aunque estas labores críticas no alcanzaban a sumar el 2 % de los 1.450 frentes de trabajo que se tenían antes de la pandemia. Lo demás estuvo detenido hasta el pasado 13 de abril, cuando recibieron autorización de empezar por las obras más prioritarias. También se ha mantenido en pie la operación de las concesiones férreas (Ferrocarril central y línea Bogotá-Belencito) y de las 16 concesiones aeroportuarias.
“Realmente no suspendimos los contratos, sino las obras; de todas formas tenemos personal operativo en los peajes y en las vías, el del carro taller o el que limpia los derrumbes, y funcionan también los centros de control de operación de las cámaras, todo lo necesario para garantizar la movilidad y eso es un personal robusto, no es poca gente”, señaló Manuel Gutiérrez, presidente de la ANI.
Todos comunicados
La forma detallada en que los constructores implementarán estos procesos debe ser reportada por escrito a la entidad contratante (ANI o Invías) para ser autorizada. Una vez tenga el visto bueno, debe comunicarse a las autoridades locales de la zona de influencia de cada proyecto. El Invías destacó que los representantes del sector han mantenido constante comunicación con secretarios de infraestructura, alcaldes y gobernadores para despejar las posibles dudas que generen las reactivaciones.
Todos los protocolos deben incluir, tal como hizo el Gobierno con el suyo, acciones de identificación, aislamiento y movilización del personal; desinfección e higiene de áreas de trabajo o de descanso, de insumos y de herramientas; uso de elementos de protección, como tapabocas; capacitación y sensibilización con los trabajadores; seguimiento de los protocolos y comunicación permanente con las autoridades y con las aseguradoras de riesgos laborales (ARL).
Encadenamiento productivo
Uno de los beneficios de la construcción es que ayuda a dinamizar otras industrias que terminan por contribuir también a la recuperación de la economía. Sin embargo, esta relación de dependencia se convierte en un riesgo, porque implica también que para levantar la restricción debe funcionar la cadena de suministros, “pero si no hay materiales, si no hay insumos, si no hay acceso a los servicios para ejecutar las obras, el efecto no va a ser el deseado”, dijo Mario Peláez, gerente sénior de KPMG para Colombia.
La ministra de Transporte, Ángela María Orozco, ha reiterado que se han hecho diagnósticos en varios proyectos para revisar la cadena de abastecimiento y el avance en las obras para organizar la manera en que se llevará a cabo la reactivación; es decir, cuáles contratos arrancan primero. El director del Invías, Juan Esteban Gil, explicó que previamente revisaron qué proyectos contaban con material o tenían garantizado el suministro: “Paralelamente, empezamos a trabajar con todos los proveedores y sabemos que son cada vez más los que facilitan el acceso a los insumos”
“De pronto van a bajar los rendimientos, porque vamos a tener a los trabajadores distanciados y con más elementos de bioseguridad encima, pero así hacemos de manera segura la actividad y no suspendemos”, dijo. Otras dificultades reportadas por los contratistas tienen que ver con la limitación en cantidad de personal, la continua suspensión de actividades para el lavado de manos y la dificultad de conseguir servicios para los trabajadores, como hoteles y restaurantes.
El gran reto es adaptarse a las nuevas formas de trabajo y conservar, en el tiempo, la consciencia de que los protocolos son mucho más que imposiciones: son reglas para proteger la vida y, de paso, la economía.