Cuando el notable escritor Germán Arciniegas, en 1952, publicó su magistral libro Entre la libertad y el miedo, en el que planteaba la efervescencia en América Latina que se dividía entre dictaduras, élites conservadoras y un creciente populismo , no imaginó que setenta años después, su propio país, Colombia, se vería envuelto en esas contradicciones de las que nadie tiene idea de hacia dónde evolucionarán.
El Político
Y decimos esto a propósito de las elecciones en las que Colombia decidirá en manos de quién colocará la silla presidencial, ostentado hasta hoy por Iván Duque.
Gustavo Petro: ¿De la guerrilla a la Casa de Nariño?
El representante del llamado Pacto Histórico, Gustavo Petro, ganador absoluto en la primera vuelta electoral, con 8.527.768 votos, es una verdadera incógnita, para todos los sectores.
Aunque haya buscado la bendición del Papa Francisco, su pasantía como guerrillero, encuentra un temeroso rechazo en sectores productivos .
Petro propone altísimos niveles de tributación, particularmente para las personas de altos ingresos, con propiedades de alto valor o dueñas de empresas. Pero también plantea un aumento significativo del gasto.
Así, su prometida política de consolidación fiscal no logra cuadrar los números entre tributos y gasto. Es una política muy riesgosa y poco viable.
Rodolfo Hernández: ¿Política del ocultismo?
Surgido de las sombras, casi como un fantasma, Rodolfo Hernández, resultó la gran sorpresa de la primera vuelta, y contra todos los pronósticos devino en el rival de Petro, al obtener 5.953. 209 votos.
Procedente del sector de la construcción, Hernández, ex alcalde de Bucaramanga, es representante genuino de lo que se llama la política a la antigua. Nada de entrevistas, respuestas evasivas, cero confrontación directa con su rival.
Curiosamente esa aptitud, casi antipolítica, le ha ganado seguidores en distintos grupos, hastiados de la vieja manera de conducir al país.
Viejas élites de Colombia ¿derrotadas?
Estos son los candidatos que hoy aspiran al poder. Atrás han quedado, derrotados electoralmente, las viejas camarillas de conservadores y liberales.
No obstante esas fuerzas mantienen el control de los factores económicos y desde luego temen que un triunfo de cualquiera de los dos contendientes, particularmente Gustavo Petro, pueda significar una grave tropiezo para su actividad. Un miedo significativo se encuentra en que se pueda llevar adelante una política del tipo de la que adelanta en Venezuela, Nicolás Maduro.
Eso hace presumible que estén actuando activamente a no dejar abierta una opción que signifique la intromisión de un gobierno del tipo socialista siglo XXI que pregonaba el difunto Hugo Chávez.
Eso configura el cuadro de Germán Arciniegas de que Colombia acude a las elecciones Entre la libertad y el miedo.