La próxima elección presidencial de Colombia se celebrará a finales de mayo de 2022, y en ella se escogerán al Presidente y Vicepresidente del país para el periodo 2022-2026, y ya comienzan los movimientos y conversaciones para definir los candidatos.
El Político
Tres grandes sectores se disputan el panorama político colombiano. La fórmula ganadora deberá obtener la mitad más uno del total de votos válidos, de lo contrario se realizará a mediados de junio del mismo año una segunda vuelta entre los dos candidatos con mayor votación. El candidato que obtenga la victoria gobernará por un único periodo de cuatro años.
Alianza Verde
El partido Al ha hecho público su interés de realizar un mecanismo interno para la elección de su candidato único a nombre de la colectividad. Según dice el presidente del partido, Antonio Navarro, el nombre del candidato de este partido será definido entre septiembre y octubre.
Centro Democrático
El líder del partido, Álvaro Uribe, ha dado a conocer que la elección de candidato único de esta colectividad se hará mediante encuesta interna y externa.
Partidos de izquierda
Varios partidos de izquierda, como lo son la Unión Patriótica y el Polo Democrático Alternativo, han asegurado su participación en una consulta para la elección de un candidato único a las elecciones de mayo del 2022.
Se moviliza el bloque de izquierda
Un amplio sector de dirigentes políticos de diversos sectores de izquierda y de centro formalizaron su decisión de irse en bloque para buscar la Presidencia de la República, para lo cual habría una consulta interpartidista de la cual salga el candidato.
el excandidato presidencial, Sergio Fajardo, había anunciado que se daría una reunión definitiva para lograr la consolidación de la alianza. Hace díasanunciaron una reunión, en la que se encontraban el excandidato negociador de paz Humberto de la Calle, el excandidato presidencial Sergio Fajardo, el exministro Juan Fernando Cristo, el senador Jorge Robledo, el exsenador Juan Manuel Galán y la senadora Angélica Lozano, en representación de un sector de la Alianza Verde, dijeron que ya hubo acuerdo para llegar a unos principios ideológicos.
En ese sentido la senadora Lozano escribió en su cuenta que de Twitter que: “Hoy tuvimos nueva reunión en el propósito de construir amplia convergencia para la necesaria transformación de Colombia. Avanzamos en discusión de principios ideológicos que nos unen y seguiremos trabajando las próximas semanas”.
Del grupo que están dispuestos a buscar esa alianza con miras a la consulta interpartidista no está por ahora el senador Roy Barreras, quien a inicio de la semana había ultimado a la Alianza Verde para que definiera si estaban dispuestos a irse a formar parte de la coalición. Barreras señaló que se marginaba de las conversaciones e insistió que buscará forma un “nuevo centro”.
El también senador Rodrigo Lara, quien presentó su Fundación Juntos, sostuvo que lo importante de esa coalición se debe concretar con base en la identidad de pensamientos y que ya ha tenido acercamientos con los hermanos Galán y el senador liberal Luis Fernando Velasco.
Dentro de los firmantes para esta coalición de un sector del centro no está aún el rector de la Universidad de los Andes y exministro de Salud, Alejandro Gaviria, si bien ha participado en esa reuniones, aún no se conoce su postura.
Desde la Alianza Verde, lo planteado por la senadora Angélica Lozano, fue rechazada su postura por parte del representante a la Cámara, Inti Asprilla, cercano al senador Gustavo Petro, quien la desmintió y también en redes sociales dijo que: “Ya es hora que se entienda por los medios de comunicación, e incluso por la misma senadora, que Angélica Lozano es una parte del Partido Verde mas no es el Partido Verde. Por consiguiente ni es la dueña del partido, ni puede hablar a nombre de todos sus militantes”.
Asprilla previamente había publicado un comunicado en el que 9 ediles de la Alianza Verde de Bogotá piden que Sergio Fajardo no sea su candidato.
“No hay manera de ganarle al uribismo sino juntándonos”: Gustavo Petro
El líder de Colombia Humana dice que la apuesta para 2022 es tener una coalición fuerte en el Congreso, para hacer las grandes reformas que requiere el país. “Si gano la Presidencia, invitaré a quienes nos hicieron el feo”, asegura.
La apuesta es a tener una mayoría holgada en el Congreso, ¿cómo?
No se puede desligar el Congreso de la Presidencia en las condiciones jurídicas de Colombia. Lo que hemos visto en América Latina es que si se gana la Presidencia, pero el Congreso pertenece a fuerzas retardatarias, se da la posibilidad de un golpe parlamentario, como sucedió en Brasil, en Bolivia o podría suceder en Colombia. Eso no nos interesa. Se necesita una gobernabilidad y para eso se debe lograr tener una fuerza legislativa suficiente para volver ley de la República las grandes reformas que se necesitan, como cambiar el sistema de pensiones, el de fondos privados o la salud pública.
Hay un fenómeno en los partidos y es que sus grandes electores se han ido o quieren ser presidentes, ¿con qué nombres quieren jalonar los votos para ser mayoría legislativa?
La lista puede ser cerrada y no hay que pensar tanto en individuos —que siempre son importantes—, sino con qué partes de la sociedad se puede contar para dar una lucha real. Ya no se trata de hacer un control político minoritario mientras las mayorías corruptas hacen las leyes. Tenemos que hacer las leyes si es que queremos cambiar a Colombia.
Señala que las figuras, por los ciclos políticos, surgen, pero de lo que se trata es que no surjan a codazo limpio, individual y solitariamente, sino desde una gran fuerza política. El éxito de esto dependerá de que se logre una gran coalición, de que los movimientos sociales la asuman como su lista y que la ciudadanía que está dispuesta a votar por mí también vote por esa lista.
Esa conexión que quiere hacer de su candidatura con las listas fue algo parecido a lo que hizo Fajardo en 2010, y no le salió muy bien… Él nunca lo pudo hacer, tampoco Enrique Peñalosa. Ellos han fracasado, básicamente, porque sus movimientos no tienen raigambre popular.
En un momento se logró con el Polo Democrático, que se ha mantenido como una bancada desde su fundación. Ahora queremos saltar hacia adelante en calidad y en cantidad. Para lograr esto es necesario que haya una base popular de trabajadores, de empleados independientes y pauperizados, de barriadas en grandes ciudades, que sientan propios este tipo de proyectos.
Su nombre genera resistencia en los verdes, en Fajardo e incluso desde los sectores que lidera Roy Barreras.
¿Por qué su candidatura inspira temor en los sectores de centro, que le han cerrado la puerta?
Creo que genera temor en quienes tienen privilegios. Y hay grandes y pequeños privilegios. Los han asustado con Venezuela, con el comunismo, o que creían que yo iba a quemar iglesias, pero cuando fui alcalde recuperamos varias, como la del Voto Nacional. Hay pequeños privilegiados que sienten un temor falso, como la expropiación. Hay dueños de taxis, de tiendas o de sus casas que creen que si llegamos al poder se las vamos a quitar, y en mi alcaldía no expropié a nadie. También hay grandes privilegiados, como el sector financiero.
¿Mantiene abierta la puerta para una consulta con Fajardo o con los verdes?
En 2018, cuando aparecía con una intención de voto del 10 %, yo le propuse a Fajardo y a Humberto de la Calle que se hiciera una consulta. Les dije directamente que cargaba las maletas del que ganara. Todos dijeron que no, excepto Carlos Caicedo. Esa misma propuesta la mantenemos hoy, no vetamos a nadie que quiera cambiar al país en función de la democracia y la justicia social. Aun, si gano la Presidencia, invitaremos a quienes nos hicieron el feo. No estamos en actitud excluyente. Para esa época, si hemos ganado, vamos a invitar a Uribe para hablar de cómo resolver pacíficamente el problema agrario de Colombia, pasando porque el campesinado obtenga tierra y para fortalecer la producción de alimentos en el país. No tenemos razón para excluir a Fajardo, ni a De la Calle, ni a Claudia López.
En 2018, la centro-izquierda llegó dividida. Eso, naturalmente, le hizo el camino más fácil a Iván Duque. ¿Le preocupa que se repita ese escenario en 2022?
Claro, me preocupa que se repita la misma fotografía. Cuanta más fuerza tenga Fajardo, más fácil gana el uribismo. Esa es la experiencia de 2018, porque inflaron a Fajardo, creció —bien por él— y se fue a ver ballenas y le dejó el camino libre a Duque. Hoy no está tan fuerte como en ese momento, pero si lo vuelven a hacer crecer, vuelve y juega el uribismo. Fajardo ha tomado una decisión premeditada, que es no juntarse con nosotros. Y no hay manera de ganarle al uribismo sino juntándonos. Cuando se toma una decisión así, sabiendo que sin juntarnos gana el uribismo, entonces, lo que se quiere es que gane el uribismo. Nosotros estamos más fuertes que en 2018 y tenemos que seducir a la sociedad para que entienda que llegó el momento del cambio. Continuar con lo mismo representa el suicidio económico y social de Colombia.
¿Y con qué fortaleza ve a un candidato del uribismo, luego del gobierno de Iván Duque?
El uribismo está más débil que en 2018, indudablemente, por el desgaste del gobierno de Duque. Uribe está tratando de construir un candidato del establecimiento, de todas las familias corruptas del país, juntado a los jefes políticos regionales para luego hacer una alianza.
Marta Lucía Ramírez, cada vez más cerca de ser candidata presidencial
La vicepresidenta se perfila como la ficha más importante del uribismo de cara a las elecciones de 2022.
Era claro que Carlos Holmes Trujillo tenía aspiraciones presidenciales y que era el más fuerte candidato del Centro Democrático para buscar suceder a Iván Duque.
Por eso, quien podría llegar a ocupar el espacio de Carlos Holmes Trujillo en la baraja electoral de la derecha sería la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez.
Todo parece indicar que la vicepresidenta de Colombia está lista para lanzarse de nuevo al ruedo.
Ramírez quedó segunda en las primarias del Partido Centro Democrático, lo que la convirtió en la candidata a la primera vicepresidencia de Duque.
A sus 63 años, esta abogada especializada en derecho comercial no es ninguna novata en las altas esferas del gobierno.Ramírez ya ejerció como ministra de Comercio Exterior entre 1998 y 2002, cuando Andrés Pastrana era presidente.
Ese año, tras el ascenso de Álvaro Uribe, se hizo cargo de otro puesto que nunca había recaído sobre una mujer: ministra de Defensa de Colombia. Pese a que solo lo ocupó durante un año, el hecho de que una mujer estuviera al frente de las fuerzas armadas de un país donde el ejército juega un papel muy activo resultó muy significativo.
Graduada en la Pontificia Universidad Javierana, realizó varios cursos y estancias en centros de estudios prestigiosos como Harvard.
Como política, Ramírez aglutina simpatizantes tanto en su partido actual como en el Partido Conservador Colombiano, del que formó parte en las elecciones anteriores.
Ramíreztambién fue senadora durante el segundo gobierno de Uribe,y ha sido muy crítica con Santos a partir de la ruptura de éste con Uribe. Su desacuerdo abarca puntos como la economía y el proceso de paz con las FARC.
De hecho, el presidente Iván Duque, en entrevista con Noticias Caracol , palabras más, palabras menos, dijo que ella sería una gran presidenta.
Fuentes
elnacional, infobae , elespectador.