Aprender a negociar se ha convertido en una necesidad, desde la parea que no sabe cómo divorciarse, hasta lo sectores de poder que mantienen gobiernos dictatoriales, pasando por traficantes de drogas, armas y grupos armados, para llegar a acuerdos tenemos que conocernos.
El Político
Negociar y resolver las cuestiones de responsabilidad y amnistía con actores armados no convencionales, incluidos grupos violentos del crimen organizado como la mafia, redes de pandillas y carteles de la droga forma parte de los retos de los gobiernos democráticos contemporáneos.
El Grupo de Prácticas de Derecho y Paz de IFIT acaba de publica un documento de debate que forma parte de un proyecto más amplio con el fin de desarrollar estrategias de negociación con organizaciones delincuenciales o especialmente difíciles de conciliar.
Escrito por Vanda Felbab-Brown, el documento se basa en entrevistas originales en primera persona del IFIT con negociadores, con un enfoque en las elecciones tomadas en diversos casos de América Latina y el Caribe.
Definir los objetivos
Entre los hallazgos del documento se encuentran que las negociaciones con los grupos del crimen organizado 1) tienden hacia objetivos pragmáticos y limitados, no abstractos y transformadores; 2) replicar la mayoría de las opciones de diseño de procesos, dinámicas internas y dilemas de políticas asociados con conversaciones de paz más clásicas que involucran a grupos militantes con motivación política; 3) surgen más a menudo por necesidad y falta de capacidad de disuasión que por preferencia política o moral; y 4) tienden a operar de manera secreta e informal a la luz del oprobio público esperado.
El documento será objeto de un proceso de consulta dirigido por IFIT y complementado con entrevistas adicionales con personas directamente involucradas en otros casos conocidos de negociación del crimen organizado de diferentes regiones, incluyendo África, Asia y Europa. El proyecto general culminará en un marco de políticas IFIT original y completo en diciembre de 2020.
El tema tiene especial interés para zonas como el norte de México donde la violencia, los ataques a la mujer y el narcotráfico son constantes. En las comunidades indígenas excluidas de hecho en los Estads Unidos. Las organizaciones negras azotadas por la discriminación racial también podrán verse beneficiadas. Los problemas post proceso de paz en Colombia. Las redes de la coca en Bolivia, los garimpeiros de Brasil e incluso la imposibilidad de lograr una salida que conduzca a una renovación política en Venezuela.