Confusión, desagrado, inconvenientes variados, incertidumbre y algo de caos son los resultados de la implementación del nuevo Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF), que agrupa también, a las más ínfimas.
Mario A. Beroes R./El Político
Nadie sabe cómo aplicar el dichoso impuesto y ya el país va para las 48 horas desde que la dictadura decidió implementar el nuevo Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF).
Lo que sí hay es consenso entre especialistas acerca de su efecto negativo sobre la economía.
La redacción de la norma no es clara, advierten los economistas.
El texto está lleno de ambigüedades e indefiniciones. Además, los sujetos pasivos especiales, los que en teoría recaudan el impuesto, tampoco han sido habilitados o no están actualizados para cobrarlo.
La reforma la Ley de IGTF apareció en la Gaceta Oficial N° 6.687 del viernes 25 de febrero.
Allí quedó establecida una alícuota entre 2% y 8% para pagos en dólares o criptomonedas, realizados por personas naturales, jurídicas o entidades económicas, que se efectúen dentro del sistema bancario nacional, sin intermediación de corresponsal bancario extranjero.
El valor correspondiente para el impuesto a los pagos realizados a personas calificadas como sujeto pasivo especial (SPE), sin mediación de instituciones financieras, es decir, en efectivo, refleja una variación que va desde 2% hasta 20%.
Sin embargo, también se menciona un monto de 3% para los contribuyentes que procedan con este mismo tipo de transacciones.
Inflación e informalidad
El economista Leonardo Buniak, hace una aclaración clave sobre el nuevo impuesto chavista. Dice que no es un impuesto a las grandes transacciones financieras.
"Esto es un IVA, porque no están gravadas las transacciones financieras, sino las comerciales,” explicó en Unión Radio Noticias.
También advierte que el momento en que deciden aplicar el nuevo impuesto es inconveniente.
Explica que este año hay pronósticos que indican que la economía puede crecer entre 4 y 5,5%. Pero que el nuevo impuesto "tan regresivo, dificultará que la economía de Venezuela salga del pozo depresivo".
Otra consecuencia inadvertida del IGTF es que alimentará la informalidad, dijo Buniak.
“Un proceso muy claro de informalización de la población y también que tendrá un claro efecto inflacionario".
Eso último va en contradicción con la política monetaria que para año estima una inflación de dos dígitos.
Pagan todos
El IGTF lo pagarán todos, pero en particular son los compradores quienes pagarán el impuesto.
Es decir, si la persona natural o jurídica hace una compra con divisas o criptomonedas pagará un 3 % sobre el monto base que se refleja en la factura.
Si paga con un billete de $100, solo podrá gastar $81 en productos y el resto será destinado a impuestos ($16 en IVA y $3 en IGTF).
Un elemento clave en todo este entramado tributario son los llamados sujetos pasivos especiales (SPE). El chavismo ha defendido el nuevo IGTF como un impuesto a las «grandes empresas».
Pero la reforma de ley y la providencia del Seniat establecen claramente que los sujetos pasivos especiales, los SPE, “son los cobradores del impuesto, no los que lo generan”.