El precio del crudo del Brent se desplomó casi 30% durante la apertura de los mercados en Asia este lunes.
El Político
Apenas segundos después del inicio de las operaciones, el barril cayó de US$45 a US$31,52, registrando una de las caídas interdiarias más grandes de su historia y la más pronunciada desde, al menos, 1991, durante la guerra del Golfo.
El fuerte retroceso se produce en medio de la crisis global provocada por el coronavirus, que ha hundido la demanda de crudo en el mundo y ha causado fuertes caídas en las principales bolsas del mundo, que se han agudizado este lunes.
El FTSE 100, índice bursátil de referencia de la Bolsa de Valores de Londres, registró su peor día desde 2008, cayendo más del 8% minutos después de su apertura, mientras que la Bolsa de Nueva York tuvo que suspender sus transacciones por 15 minutos luego que el índice S&P perdiera 7% de su valor en los primeros minutos de la jornada.
Al cierre de Wall Street el índice de Dow Jones cayó 7,8%, mientras que el S&P 500 se derrumbó un 7,6%.
"Guerra de precios"
Tras el pronunciado descenso del precio del petróleo en las últimas horas se encuentra la decisión de Arabia Saudita de aumentar sustancialmente su producción y de comenzar a ofrecer en ciertos mercados descuentos de hasta 20%.
Se trataría, de acuerdo con analistas, del primer paso para una guerra de precios entre Arabia Saudita y Rusia.
Citando a fuentes vinculadas con la política petrolera saudita, el diario Financial Times informó que ese país tiene planes de aumentar su producción más allá de los 10 millones de barriles diarios y que incluso podría llegar hasta los 11 millones, un volumen muy superior a los 9,7 millones que está produciendo.
Paradójicamente, Riad era partidaria hasta el pasado viernes de reducir la producción de crudo para intentar apuntalar los precios que ya habían caído un 20% en lo que va de año y que amenazaban con seguir haciéndolo ante la disminución de la demanda por los efectos sobre la economía global del nuevo brote de coronavirus.
Alianza rota
Arabia Saudita es el mayor exportador de petróleo del mundo y es considerado como el líder no declarado de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Tiene una capacidad instalada para producir más de 12 millones de barriles diarios, lo que le permite aumentar o reducir su producción con mucha mayor facilidad que otros productores.
Luego de un largo bajón de los precios del crudo que se inició en 2014, a finales de 2016 se conformó un grupo conocido como OPEP +, que reunía a los países miembros de esa organización junto a otros productores entre los que destaca Rusia, con el fin de coordinar recortes de producción que permitieran recuperar los precios.
La estrategia funcionó y se fue alargando hasta el viernes pasado, cuando una propuesta de nuevos recortes para hacer frente a los retos planteados por el coronavirus fue rechazada por Moscú.
La idea era fijar un recorte de 1,5 millones de barriles diarios -lo que significaría reducir la producción mundial en torno a 3,6%-, de los cuales se esperaba que 500.000 barriles fueran sacrificados por los países no OPEP.
"En relación con los cortes de producción, dada la decisión de hoy, a partir del 1 de abril nadie -ni los países de la OPEP ni los que no son miembros de ella- están obligados a reducir la producción", señaló a la prensa el viernes al culminar el encuentro el ministro de Energía de Rusia, Alexander Novak.
Su postura fue considerada por los analistas como la señal de que a partir de ahora cada exportador de crudo deberá velar por sus propios intereses.
En declaraciones a la agencia estatal de noticias rusa RIA Novosti, el secretario de prensa de la petrolera rusa Rosneft, Mikhail Leontyev, equiparó el acuerdo propuesto el viernes con una opción "masoquista".
"Simplemente carece de sentido. Estamos renunciando a nuestro propios mercados, sacando el petróleo barato árabe y ruso para dejar espacio para el caro petróleo de esquisto de Estados Unidos y garantizar la eficacia de su producción", explicó.
"Nuestros volúmenes simplemente son reemplazados por los de nuestros competidores. Eso es masoquismo", agregó.
Fuente: Infobae