El pasado 6 de octubre, Facebook, Instagram, Whatsapp y todas las app pertenecientes al gigante tecnológico que lidera Mark Zuckerberg, tuvieron una caída -sin precedentes- en sus servidores y estuvieron inaccesibles en gran parte del planeta. Muchos se angustiaron, pero aunque no lo crea, esta situación tiene una cara amable: ¿Conoces los efectos psicológicos positivos del apagón de Facebook?
El Político
Durante casi seis horas ese s6 de octubre, el mundo experimentó una interrupción forzada de todas las aplicaciones de la red social Facebook.
Para muchos fueron momentos de inquietud e incertidumbre; sin embargo algunos creen que aunque la interrupción de los servicios de Facebook fueron por poco tiempo, (solo 6 horas), manifestó que existe una gran dependencia de las redes sociales en casi todo el planeta.
Al respecto, Ian Kerner, terapeuta matrimonial y familiar comentó a CNN:
Es impresionante "La dependencia que tenemos de las redes sociales para distraernos, evadirnos, conectarnos y hacer frente a la ansiedad y el estrés".
¿Efectos psicológicos el apagón de Facebook?
"Cuando las personas no pueden desplazarse por la plataforma y publicar como lo hacen habitualmente, pueden aburrirse y ser vulnerables a las emociones difíciles y a los factores de estrés, a veces sin saber cómo enfrentarlos", destacó la terapeuta Ian Kerner.
¿Qué sintió la gente frente al apagón de Facebook?
A pesar de que algunos creerán que el mundo se les vino abajo cuando Facebook se apagó, para otros ue liberador.
Este aspecto liberador se lo comentaron algunos de los pacientes a Kerner:
"La gente tiene miedo a perderse algo. Perder o romper un teléfono, o que éste se estropee, puede hacer que la gente entre en pánico; ya que les impide saber lo que está pasando y estar conectados con los demás", explicó la terapeuta.
Sin embargo, el apagón causó en muchos un efecto contrario.
"Proporcionó una gran sensación de alivio, porque todo el mundo lo estaba experimentando. Así que la gente no se sintió tan sola, ni tan aislada, ni tan asustada", declaró Kerner a CNN.
Terapeutas coinciden en el efecto del apagón de Facebook en sus pacientes
Por su parte, el terapeuta John Duffy comentó que tuvo conversaciones similares con sus clientes ese 6 e octubre.
"Una vez que la gente se dio cuenta, ‘oh, estas redes están casi todas caídas’, hubo esta extraña, pero muy clara sensación de alivio", afirmó Duffy.
La sensación fue: ‘No tengo nada que mantener al día. No me estoy perdiendo de nada", aseveró Duffy a CNN.
Durante el apagón, "la gente se dio cuenta en tiempo real de la importancia de las relaciones cara a cara, y del relativo vacío de una conexión que sucede únicamente a través de Facebook o Instagram", añadió el terapeuta.
Alivio ante el apagón de Facebook y conexión a la vida real
Los clientes que expresaron su alivio durante la interrupción tomaron medidas concretas para conectarse con otros en la vida real, dijo Duffy. "Uno salió con un amigo a tomar un café. Otro salió a pasear con un amigo", afirmó.
Algunos han salido de la experiencia dándose cuenta de que su miedo a perderse algo era injustificado, y que pueden hacer uso de las aplicaciones con más moderación.
"Creo que algunos de nosotros nos dimos cuenta ayer de que estamos demasiado involucrados en las redes sociales en nuestra vida", señaló Duffy. La gente se dio cuenta de que "tal vez pueda revisar esto una o dos veces al día en lugar de 20 o 30″.
¿Quién tiene la culpa de estar todo el día en Facebook y en las redes?
Realmente, la mayoría de las personas son las culpables o responsables de pasar demasiado tiempo observando o publicando en las redes sociales.
"7 de cada 10 usuarios adultos de Facebook en EEUU aseguran que visitan el sitio al menos una vez al día, y el 49% dicen que lo visitan varias veces al día", indican los datos del Pew Research Center 2021.
Un 59% de las personas visitan Instagram al menos una vez al día, y un 38% lo hace varias veces al día.
La gran pregunta…
Cabe en esta parte, la gran pregunta: Si algunos de nosotros nos sentimos aliviados cuando las aplicaciones de redes sociales se callaron por un tiempo: ¿Por qué es difícil dejar de revisar nuestros feeds con tanta frecuencia?
La Dra. Anna Lembke, profesora de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento en la Universidad de Stanford y directora médica de Medicina de la Adicción en la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford, dio la respuesta.
En su libro "Dopamine Nation", Lembke "exploró cómo la sobreabundancia de estímulos fácilmente accesibles está afectando a nuestra química cerebral y a nuestra felicidad", explicó CNN.
"Los teléfonos inteligentes son la aguja hipodérmica moderna que suministra dopamina digital las 24 horas del día a una generación conectada", aseveró Lembke.
Actualmente, la "adicción a las redes sociales no está incluida actualmente en el "Manual de Diagnóstico y Estadística de los Trastornos Mentales", destacó Lembke.
Sin embargo, la profesora de Psiquiatría cree que las redes sociales pueden ser adictivas; realiza esta afirmación en base a su experiencia clínica y en su conocimiento de cómo están ligadas la conexión humana y la liberación de dopamina.
"Podemos demostrar que las conexiones humanas estimulan la liberación de dopamina, puesto que es la forma en que se refuerzan, y cualquier cosa que estimule la dopamina en la vía de recompensa del cerebro tiene el potencial de ser adictiva", explicó Lembke.
El apagón de Facebook fue una especie de "experimento accidental en masa que, con suerte, le reveló a la gente lo adicta que se ha vuelto", manifestó la profesora de Psiquiatría.
¿Cómo podemos tener hábitos digitales más saludables?
John Duffy:, terapista de la conducta comentó a CNN sobre los hábitos digitales de las personas:
"Las personas que están más tiempo en las redes sociales suelen ser las más solitarias, porque no se sienten conectadas".
"Aunque envíen mensajes a la gente, aunque comenten las publicaciones de la gente, aunque publiquen ellos mismos, hay algo que falta en esa conexión. Es realmente digital, y no es directamente interpersonal", explicó Duffy.
Duffy recomienda a este tipo de personas realizar una "desintoxicación digital de un mes para desarrollar una relación más intencionada con las redes sociales".
"La gente con la que trabajo ahora simplemente eliminará voluntariamente las aplicaciones de medios sociales, las aplicaciones de noticias y cualquier otra aplicación innecesaria de su teléfono durante un mes de desintoxicación", expresó el terapeuta.
"Veo que cuando la gente se toma un mes de descanso digital, pasa tal vez un tercio del tiempo que solía pasar en las redes sociales como resultado. También observo un aumento de la autoestima que se corresponde con eso", dijo Duffy.
Por su parte, el terapeuta matrimonial y familiar Ian Kerner asigna a sus clientes tareas que implican frenar el uso de dispositivos durante el tiempo que pasan con sus parejas y familiares.
"La queja número uno que creo que escucho de las parejas es que él o ella siempre está en su teléfono", comentó Kerner a CNN.
Mientras, Lembke espera que el apagón "anime a la gente a planear intencionadamente abstenerse de las redes sociales, y quizá de sus teléfonos, durante un tiempo".
Él recomienda dejar las redes sociales por completo, ya sea seleccionando aplicaciones o guardando el teléfono por completo, durante un mes, tiempo suficiente para que las vías de recompensa del cerebro se restablezcan.
A crear conexiones significativas en línea y personalmente
Todos los expertos con los que conversó CNN coinciden en que las herramientas de las redes sociales tienen muchos efectos positivos en la sociedad: permiten conectar a las personas con sus seres queridos que están en lugares lejanos y les ayudan a desenvolverse mejor emocionalmente durante una pandemia larga, agotadora y aislante.
"No todas las conexiones en línea son negativas, al igual que no todas las conexiones en la vida real son positivas, afirmó Lembke.
"Hay casos en los que nuestras conexiones en línea pueden ser más íntimas, más positivas y más poderosas en el buen sentido que las conexiones en la vida real", explicó Lembke.
En la actualidad, algunos luchan contra la ansiedad social, mientras la vida en persona se reanuda lentamente, por ello tenemos la oportunidad de replantearnos cómo nos relacionamos con los demás en el mundo real, y con nosotros mismos.