En la década de 1980 el narcotraficante Pablo Escobar importó a Colombia cuatro hipopótamos, uno macho y tres hembras. Su intención fue aumentar la cantidad de su colección animales salvajes en su zoológico privado ubicado en la Hacienda Nápoles, Puerto Triunfo, departamento de Antioquia, en el área del Magdalena Medio. Los expertos consideran que entre 65 y 80 especies invasoras ponen en peligro los ecosistemas locales. Y que se precisa erradicarlos. Porque encuentran difícil la manera de reubicarlos en otros lugares como zoológicos o incluso devolverlos a África, de donde son originarios.
El Político
El canal de televisión por suscripción CNN difunde un amplio reportaje sobre el tema en su sitio Web. Comenta que transcurridos 20 años después de su fallecimiento, el legado de Escobar continúa. Y en este caso particular con un problema sin relación con las drogas o el narcotráfico. Pero sí con los peligros que estas especies salvajes significan para los ecosistemas locales e incluso la población local.
Un estudio la revista Biological Conservation difundido en enero, los expertos recomendaron sacrificarlos. No sólo para evitar los efectos negativos en el largo plazo. Sino para impedir también que sigan reproduciéndose, debido a que el hábitat favorece su supervivencia.
El incontrolable problema de los "hipopótamos de la cocaína" en Colombia: ni castración, ni reubicación, ni erradicación. https://t.co/yUi9zdZyKt
— CNN en Español (@CNNEE) February 23, 2021
Diatribas sobre los hipopótamos
Al fallecer Gaviria, otras especies de animales exóticos fueron reubicadas. No así los hipopótamos por su resistencia a ser capturados y las dificultades para transportarlos.
Los científicos advierten que la especie pronto se extendió en los alrededores de la Hacienda Nápoles y los empeños del gobierno local para sacrificarlos se detuvieron en atención de una protesta pública. Y en 2012 un juez determinó una orden de prohibición del sacrificio de estos animales.
En días recientes la Corporación Autónoma Regional de las Cuencas de los Rios Negro y Nare (Cornare) y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible solicitaron a la Embajada de EEUU su apoyo para la adquisición del medicamento GonaCon. Se trata de un producto que permitiría la inmunocastración de los hipopótamos. Y que de acuerdo con la agencia ambiental, constituye la alternativa más viable para controlar la reproducción.
María Ángela Echeverry, profesora de Biología de la Universidad Javeriana estudiosa del tema, considera que castrar un hipopótamo es más o menos el equivalente a castrar un elefante. A la cadena CNN le comentó: “Eso nos limita el crecimiento de la población, pero mantenemos el problema de tenerlos en sus ecosistemas donde están ahorita generando un impacto”.
Por su parte Germán Jiménez, profesor también del Departamento de Biología de la Universidad Javeriana, considera que la castración es un procesos que funciona hasta cierto punto. En primer lugar porque hay encontrarlos. Y perseguirlos puede llevarse días o semanas. Luego habría que capturarlos, inmovilizarlos y efectuar la cirugía en campo. La operación además resultaría onerosa. La castración de cada animal demandaría alrededor de US$ 3 mil.
#EnVivo #HipopótamosEnLaSala, el primer foro de #ConjugandoCiencias, donde desde diversas visiones se permitirá avanzar en la búsqueda de soluciones para manejar la invasión de #hipopótamos en Colombia.https://t.co/IHVaDzi8Wp
— Facultad de Estudios Ambientales y Rurales (@FearJaveriana) February 19, 2021
Impacto en los ecosistemas y la seguridad
Echeverry considera que por no ser nativos del país, los hipopótamos impactan negativamente los ecosistemas donde tienen su asiento. Y lo explica en el hecho de que alteran las dinámicas de los cauces de los ríos. Además viven en manada y son agresivos. Añade: “Son muy territoriales y son consumidores de plantas en general. Eso nos da como resultado que esos hipopótamos en el Magdalena están alterando las dinámicas ecológicas del sistema donde se encuentra”.
También el Instituto Humboldt advierte que la actividad pesquera en el río Magdalena está en riesgo, ya que sus heces contaminan las aguas y su pisoteo es fuente de degradación y erosión. De hecho subraya que algunos ecosistemas acuáticos y terrestres ya fueron contaminados y deteriorados.
Se calcula que en una década habrá más de mil hipopótamos en Colombia. ¿Cuáles son los riesgos, las responsabilidades institucionales y las posibles soluciones? Investigador de la @UniJaveriana lo responde aquí. ¡Lee la nota! https://t.co/o4TJFX6ZGb pic.twitter.com/310Vzjhovd
— Pesquisa Javeriana (@PesquisaPUJ) February 17, 2021
Fuente: CNN