El Gobierno de Gustavo Petro en Colombia recién inicia y ante ello aparecen cinco grandes desafíos claves que tendrá durante su mandato.
El Político
Pero antes de hablar de los cinco grandes desafíos del Gobierno de Petro, Colombia se enfrenta a uno muy grande: que los gobierne el primer presidente de Izquierda en más de 200 años de vida republicana.
Las expectativas para ver cómo será la dinámica del Gobierno de Gustavo Petro son muy elevadas, por su pasado, por su eterna campaña presidencial y ahora porque por primera vez tiene la oportunidad.
Reporta theconversation que la llegada al poder de Petro se considera histórica por tres razones:
- El triunfo de la izquierda en un país que hasta ahora había sido marcadamente conservador en sus opciones políticas.
- El control del Congreso por una fuerza progresista.
- La presencia en el poder de líderes comunitarios. Por ejemplo, Petro ha nombrado vicepresidenta de Gobierno a Francia Márquez, una feminista y activista medioambiental afrocolombiana que trabajó como empleada doméstica. Sin duda, este nombramiento es una reivindicación a la pluralidad y diversidad del pueblo colombiano.
1. Cumplir con las expectativas sociales
Petro prometió una agenda con un alto sentido social, centrada en la igualdad, la paz, el medioambiente, los derechos de las mujeres y la reivindicación de los más desfavorecidos. El gran reto no es cómo implementarla, sino cómo financiarla. Para ello ha propuesto una profunda reforma tributaria.
Para lograr un cambio profundo en la gobernanza y la sociedad colombiana, el nuevo presidente deberá manejar importantes contrapesos. Entre ellos, el Congreso, la Corte Constitucional, los órganos de control, las fuerzas militares colombianas y los mercados. Petro construyó su candidatura sobre la imagen de un gobernante antisistema y ahora tendrá que negociar con el sistema para asegurarse la gobernanza.
2. La reivindicación de los marginados
El mandatario colombiano prometió en campaña la plena reivindicación de los derechos de los indígenas y la población afrocolombiana (llamados los nadies). Y ahora ha seleccionado para su Gobierno a importantes figuras afrocolombianas, como la vicepresidenta Márquez y el embajador ante EE UU, Luis Gilberto Murillo, e indígenas.
Así, la embajadora ante la ONU, Leonor Zalabata, es una destacada representante y defensora de los derechos indígenas. Poderosos simbolismos, aunque el reto real está en incorporar al progreso a estos grupos tradicionalmente marginados.
3. La relación con los militares
Un exguerrillero del M-19 es ahora el comandante supremo de las Fuerzas Armadas de la República de Colombia. En su toma de posesión, un poderoso símbolo fue que le colocase la banda presidencial la senadora María José Pizarro, hija del líder del M-19 Carlos Pizarro, asesinado en 1990 cuando era candidato presidencial. Ahora, al frente del Gobierno colombiano, Petro deberá trabajar con los militares para asegurar la paz y la gobernabilidad del país.
4. El crecimiento económico
Según la OCDE, Colombia liderará el crecimiento económico en América Latina en 2022, con un 6,1 %, gracias al fortalecimiento de los precios de las materias primas (principalmente el petróleo). Sin embargo, también consideran que dicho crecimiento puede ser pasajero.
Por otra parte, tendrá que enfrentar una inflación interanual del 26 %, la subida de los tipos de interés y el alto nivel de desempleo (11,6 %). Todos estos factores van a interferir en su agenda de crecimiento inclusivo y a afectar, sobre todo, a las clases populares, bastión del soporte político de Petro.
5. La geopolítica internacional
Para Estados Unidos, Colombia representa un aliado militar geoestratégico por su doble acceso al Pacífico y el Caribe. Testimonio de su relevancia militar son las bases americanas en su territorio. También han sido aliados en la OEA, actualmente muy debilitada por la polarización de los países de la región.
La hasta ahora tensa relación con el Gobierno de Venezuela seguramente mejorará al ser ambos gobiernos de izquierda. Sin embargo, Petro deberá mantener distancias para no perder su imagen internacional de progresista, pragmático y moderado. En todo caso, la ola de izquierda que domina a América Latina favorecerá su integración con la región.
Fuente: Theconversation