Estudió reveló que existen cerca de 800 testimonios de menores de edad reclutados por el grupo armado FARC.
Entre las preguntas que busca despejar este estudio se puede encontrar, ¿Cuáles eran las formas que tenía la guerrilla de las FARC para reclutar menores de hasta 6 ó 7 años durante el conflicto colombiano?
Así como también, ¿Para qué querían niños y niñas tan pequeños?
El Político
Según la información que maneja Minuto 30, se publicó un informe titulado "Infancia reclutada".
Este informe es la voz de un grupo de víctimas que fueron recluidas forzadamente por el grupo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
.@NoticiasCaracol revela las hojas de vida elaboradas por las FARC que documenta, en sus propias palabras, la macabra política de reclutamiento de niños que esa guerrilla implementó. Uno de los capítulos más dolorosos del conflicto https://t.co/6i7ID6Be72 #InfanciaReclutada pic.twitter.com/GCVmZ5sN7W
— Noticias Caracol (@NoticiasCaracol) September 20, 2021
Dicho informe será puesto a la disposición de la Comisión de la Verdad y la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
Para conocer y dar constancia de que 18.677 menores de edad fueron victimas del vil alistamiento perpetrado por la fuerza armada, entre 1996 y 2016.
"Es importante que en Colombia entendamos como sociedad la complejidad de estos sistemas porque desafortunadamente las disidencias y los grupos guerrilleros que aún perduran siguen aplicando estas tácticas y estrategias", explicó el director del estudio, Alejandro Eder a EFE.
Esta comisión para la verdad, se creó por el acuerdo de paz del pasado 2016.
Su fin es revisar los crímenes graves perpetrados durante el conflicto.
Luego de las investigaciones se determinó que de los reclutados, el 68 % entró en las filas de la guerrilla cuando tenían menos de 15 años.
"Las FARC eran muy claras en que la edad mínima de reclutamiento eran 15 años, eso es lo que dicen los estándares internacionales",
Sin embargo Eder agrega que, "estamos hablando con casi mil víctimas, y descubrimos que no respetaron los estándares, y debido a su estructura tan sofisticada era prácticamente imposible que los altos mandos no lo supieran".
Reclutamiento
Para el Instituto de Ciencia Política Hernán Echavarría Olózaga (ICP), el reclutamiento es considerado como "una práctica sistemática e intencional" y determina tres prácticas comunes de reclutamiento.
El informe "Infancia reclutada", fue elaborado bajo la coordinación del instituto antes mencionado
Para el momento, era común usar la violencia, sin embargo, ejecutaron otras formas para alistar a los menores.
Una de ellas fue la llamada cuota familiar, las FARC le solicitaban a cada familia campesina un hijo para la causa o el enamoramiento.
El enamoramiento, consta en buscar menores de edad atractivos para atraer a otras personas.
Los llevaron a otros pueblos para que los niños y niñas se sintieran atraídos, en ocasiones les permitían portar sus fusiles.
"Les propusieron entrenamientos militares a modo de juego para enamorarlos de la vida militar", comentó Eder.
Jean Carlos Navarro fue uno de los varios que cayeron en el juego con tan solo 13 años.
El comenzó haciendo tareas de vigilancia en su comunidad de La Guajira, en la punta norte del país, para avisar a la guerrilla de quién entraba o salía del pueblo.
"Luego de un tiempo me compraron con dinero, armas… y cuando quise abrir los ojos ya era muy tarde, ya sabía mucho», relató el joven que ahora tiene 27 años a EFE.
Consecuencias de la guerra
Luego de ser captados, los infantes debían hacer desde labores de ranchería (lavar, fregar, cocinar) hasta misiones militares.
En muchas ocasiones tuvieron que luchar en los frentes o fabricar explosivos.
Los abusos sexuales también estuvieron presentes.
Tantos las mujeres como las más jóvenes que se encontraron en las filas de la guerrilla, se tuvieron que someter a abortos forzosos y violaciones.
El director del estudio cuenta que los llegaron a entrenar para el combate, luego los identificaban para saber quienes contaban con "más berraquera o fortaleza".
La mayoría los colocaban en las primeras filas como carne de cañón, para dejar a los combatientes más curtidos atrás.
Incluso los prepararon para gritar, así asustaban al Ejército y dejaban de disparar.
"Uno lleva una mancha muy grande, las cosas que nos hicieron hacer en la mayor parte eran muy duras", subrayó Navarro.
La gran mayoría, tuvo que vivir el resto de su vida con las manos manchadas de sangre, y el mal recuerdo de uno o varios muertos "eso a uno no se le olvida", afirmó el joven.
Para los protocolos internacionales, estas victimas son consideradas personas que ingresaron por voluntad propia, atraídos por la venganza o la situación de contexto.
Pero lo cierto es que salieron de ahí, con la frustración de una infancia perdida y las oportunidades frustradas de una educación y formación.
Navarro actualmente estudia primaria, con el miedo de que a muchos de sus compañeros les han asesinado y sabiendo que le quitaron sus "mejores momentos de vida".