El riesgo de que las quiebras de los bancos Silicon Valley Bank y el Signature Bank, las más grandes desde la crisis de 2008, contagien al resto del sector financiero americano tiene a tres bancos medianos en la mira.
El Político
La administración de Biden ha tratado de contener una crisis más grande. En ese sentido, el presidente de EEUU lanzó recientemente un mensaje sobre la solidez del sistema bancario de su país.
El primer día tras la resaca de un fin de semana protagonizado por el cierre de los bancos antes mencionados se saldó con cierres mixtos en los principales índices de Bolsa. Tanto el Dow Jones como el S&P 500 cayeron el lunes, evitando el desplome, pero el Nasdaq subió.
Es probable que esta semana sea muy agitada en el ámbito mundial, en particular en lo que respecta a lo que ocurra con la crisis bancaria en los Estados Unidos que ya repercutió en Europa con el salvataje del Credit Suisse por parte de la Banco Nacional Suizo y venta al grupo suizo UBS Group AG.
En detalle
En una medida inédita la Reserva Federal (FED) de EEUU, el Banco Central Europeo, el Banco de Inglaterra,el Banco Nacional de Suiza, el Banco de Japón y el Banco de Canadá anunciaron que ofrecerán operaciones de swap para ayudar a los bancos extranjeros a obtener acceso durante una semana a la financiación con dólares americanos hasta abril y es esas operaciones en lugar de ser semanales desde hoy serán diarias para otorgar más liquidez a las entidades financieras.
"Esta llamada red de líneas swap sirve como una especie de malla de seguridad de liquidez para reducir las tensiones en los mercados financieros internacionales y contribuir para reducir los efectos sobre la ofertas de los créditos a las familias y a las empresas" dice una parte del comunicado dado a conocer ayer por esas instituciones crediticias.
El daño estuvo centrado en el sector bancario. Los inversores se apresuraron a huir de los bancos regionales y los que tienen estructura de depósitos (la mayoría no asegurados de acuerdo a los criterios de la semana pasada de la FDIC) que guarden alguna semblanza a las del SVB y Signature Bank.
First Republic Bank fue el más perjudicado al dejarse el 61.8% el lunes en Bolsa. Otros bancos como Western Alliance Bancorp, PacWest, Truist Financial, Comerica y Charles Schwab cerraron con abultadas pérdidas el lunes que arrastraron también a la gran banca, reportó Yahoo.
¿Cuáles son los costos de la crisis para el sector de la banca?
Neil Shearing, economista jefe de Capital Economics, explicaba en una nota que las medidas puestas en marcha tienen un costo moral que se tendrá que estudiar pero no es el momento para ello.
En este momento la acción de las autoridades se ha puesto en marcha para acabar con el mayor riesgo que es un contagio por el lado de las liabilities en los balances de los bancos.
“Es decir, por una falta fundamental de confianza en el sistema que de lugar a una huída de depósitos y un colapso en la confianza entre contrapartes que cause la congelación del mercado interbancario”.
Una vez que el Estado ha garantizado depósitos y respaldado los activos de los balances, los analistas de Citi en una nota publicada el lunes afirmaban que si no hay pánico de depositantes de bancos en buena salud, “que son la mayoría de las instituciones de EEUU, es muy probable que veamos pasar la reacción negativa de los mercados y en la banca en los próximos días y semanas”.
Eso si, estos analistas esperan que grandes depositantes, especialmente el capital riesgo, negocios y familias vayan a buscar “bancos seguros como resultado de la caída de SVB”.
“Aunque esto mitigue la presión en las tasas de depósitos de grandes bancos, puede tener implicaciones negativas para bancos más pequeños. Bancos que tengan una exposición desproporcionada a inversiones inmobiliarias comerciales (CRE) y préstamos de oficinas van a experimentar alto escrutinio y descuentos de mercado”, anticipan.
Por su parte, Sean Ryan de FactSet también prevé un mayor foco en la concentración y exposición de la banca. “Aunque el mayor peligro se ha alejado, anticipamos que los mercados serán más vigilantes en lo que se refiere a concentración y exposición”.
Y ese foco no se hizo esperar. La agencia Moodys anunció en la noche del lunes que había puesto en revisión para rebaja de calificación a Comerica Incorporated, Zions Bancorp, Intrust Financial, UMB Financial, Western Alliance y First Republic Bank.
Los expertos de LPL afirman que no creen que la caída de estos dos bancos sean una señal de peores situaciones por llegar. “No obstante estamos atentos a otros movimientos en el sector bancario e industrias por pistas sobre algún tipo de contagio”.
Entre líneas
Estos analistas de LPL dicen que no creen que estemos “en los primeros pasos de una crisis sistémica y que algunos de los aspectos de la situación del SVB eran muy particulares y han contribuido a su caída, no solo la situación creada con la subida de tipos por parte de la Fed.
En el caso de Signature Bank, la exposición a cripto posiblemente haya causado que la institución “también sufriera una falta de diversificación en sus base de depositantes”.
Aunque coinciden con Shearing en que se ha estabilizado el riesgo, los expertos de LPL creen que los inversionistas deben reaccionar con cautela porque el sentimiento con respecto a las condiciones de la banca se mantiene frágil y los depositantes pueden “reaccionar irracionalmente a las recientes caídas”.
Depósitos con mejores intereses pero préstamos más caros
Para los analistas de Wells Fargo esta situación pone más presión en los márgenes de la banca. “Los bancos van a tener que competir entre ellos por los depósitos y las tasas de interés van a subir. Eso significa que los clientes van a pagar más por los préstamos y se reforzarán los estándares para su concesión”, explicaba Brian Rehling de Wells Fargo tras la jornada bursátil del lunes.
Es un punto que también reflejaba en una nota el equipo de Michael Wilson en Morgan Stanley. “Muchos bancos han estado pagando por debajo de las tasas de mercado porque los depositantes han sido lentos al darse cuenta que pueden obtener mejores rendimientos en otros lados, pero eso ha cambiado recientemente con depositantes llevando su dinero de bancos tradicionales para depositarlos en securities de alto rendimiento como money markets, T-Bills y otros”.
De acuerdo a los analistas de Morgan Stanley, esa tendencia continuará a no ser que la banca pague más a los depositantes “y eso significa menos beneficios y menos préstamos”.
Para Rehling eso complica el panorama macroeconómico. “Imagina un escenario en el que no se haya acabado los problemas de los bancos pequeños, los intereses suben y los pequeños negocios que son los que crean más empleos van a sufrir porque no tienen acceso al crédito, en ese caso la desaceleración llegará”.
¿Qué hacer con las inversiones bursátiles?
El análisis de Wells Fargo reitera la necesidad de mantener una cartera defensiva como lo hace desde febrero de 2022 y en una llamada con medios para analizar la volatilidad del día enfatizó que muchos bancos regionales pueden estar atractivos ahora en cuanto a precio y tener interés para compradores.
Citi dice que están infraponderando acciones con particular énfasis en pequeñas y medianas capitalizaciones. “Estas firmas suelen tener un balance más débil que las grandes.
Las firmas bien establecidas tienen recursos para dividendos. Standards más duros de préstamos tienden a tener un efecto desproporcionado en pequeñas empresas, firmas de baja calidad en las que nos mantenemos infraponderados de forma significativa con respecto a las de larga capitalización", explican.
¿Qué se puede esperar?
Es probable que EEUU, con la reducción de inventarios y débil gasto de capital, junto con la caída de la inversión residencial, entre en recesión moderada la segunda mitad de 2023.
Sin embargo, los riesgos de recesión más profunda e incluso temprana han aumentado. Aunque preveíamos recesión en EEUU el segundo semestre, ahora puede ser más severa. No obstante, para la euro zona es probable una recuperación débil, pero no recesión.
Los bancos centrales tratarán de distinguir entre tipos de interés para la orientación de política monetaria y su balance para la estabilidad financiera.
De momento la Reserva Federal acepta garantías a la par, sin comprar activamente bonos, mientras que el BCE reinvierte los ingresos de su programa de Compras de Emergencia Pandémica y promete comprar deuda pública para evitar la fragmentación financiera.
Es probable que estas políticas continúen por ahora, aunque el camino de menor resistencia sería suspender el ajuste cuantitativo.