De nuevo las alertas se activan. Corea del Norte insiste en sus pruebas de misiles nucleares. Algo paradójico en un país cuyas políticas no han resuelto necesidades básicas de su pueblo como es la producción de alimentos.
El Político
El líder norcoreano Kim Jong Un, podría ser calificado de atrabiliario. Se puede decir de él que es un tirano que no rinde cuentas a nadie. Lo que le ha permitido a él, su padre y su abuelo, mantenerse en el poder tantos años en la empobrecida Corea del Norte.
Corea del Norte vuelve a la política nuclear de 2017
Lo acontecido en este enero, con esa carrera de lanzamientos recuerda a lo que hizo en 2017. Cuando ante el asombro y el rechazo del mundo le dio por esa política.
Las pruebas podrían reflejar una creciente urgencia en su necesidad de alivio externo. Después de que su economía se deteriorara aún más bajo las severas sanciones. Y luego de dos años de cierres fronterizos pandémicos, dicen los expertos.
Presión a Biden
Kim puede pensar que necesita organizar pruebas más provocativas para mover la aguja con la administración Biden. La cual ha ofrecido conversaciones abiertas pero no ha mostrado voluntad de aliviar las sanciones. A menos que Kim tome medidas reales para abandonar su programa de armas nucleares.
No está claro si las pruebas nucleares extraerían un compromiso de Washington. Aunque es más probable que responda con más sanciones y presión militar. Posiblemente incluya la reanudación de los principales ejercicios militares con Corea del Sur.
Nadie sabe que otra jugarreta se le ocurrirá al travieso dictador coreano.