Corea del Sur celebró hoy las nuevas y duras sanciones dictadas por el Consejo de Seguridad de la ONU a Corea del Norte para agravar el aislamiento económico del régimen de Kim Jong-un en respuesta a su último ensayo nuclear.
Seúl expresó su satisfacción por "las sanciones no militares más duras y más completas de la historia de la ONU contra Corea del Norte", tal y como las calificó en un comunicado el Ministerio de Exteriores, un día después de que el Consejo de Seguridad anunciara la resolución 2321.
Ésta refuerza una serie de sanciones que el Consejo de Seguridad ha venido aplicando en los últimos años y especialmente el duro paquete impuesto tras el anterior ensayo nuclear de enero, materializado en la anterior resolución 2270.
El nuevo decreto impone desde el próximo enero un límite de 400 millones de dólares o 7,5 millones de toneladas anuales a las exportaciones de carbón de Corea del Norte, además de la prohibición de las ventas al exterior de otros materiales como cobre o plata y otras restricciones comerciales.
Corea del Sur "colaborará estrechamente con otros Estados Miembros de las Naciones Unidas", según el comunicado, a la hora de aplicar tanto la nueva resolución 2321 como la 2270 decretada en marzo y que también contempla fuertes restricciones comerciales.
Además, el Gobierno surcoreano adelantó que para complementar la resolución "adoptará rápidamente sanciones unilaterales junto con países afines como EE.UU., Japón y la Unión Europea," para "ejercer presión diplomática sobre Corea del Norte".
Por último, Seúl exigió a Pyongyang renunciar a las armas nucleares y le advirtió que de lo contrario "no sólo sufrirá dificultades económicas y aislamiento diplomático, sino que también verá suspendidos sus derechos y privilegios como miembro de la ONU".
Con información de EFE