El presidente de Ecuador, Rafael Correa, se despidió hoy de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), en Bávaro, este dominicano, debido a que termina su mandato en mayo próximo, y afirmó que la solución a la migración no está en un muro.
"Debemos asumir una clara posesión en defensa de los inmigrantes no solo de América Latina y El Caribe", dijo, y agregó que "la solución para detener la migración no son muros ni fronteras, es solidaridad, es humanidad y crear condiciones de bienestar y paz para todos los habitantes del planeta".
"Mientras no se logre una justa distribución de la riqueza no se resolverán los problemas sociales ni mundiales", apostilló en la V Cumbre de la Celac.
Correa hizo este pronunciamiento el mismo día en el que el presidente estadounidense, el republicano Donald Trump, firmó una orden ejecutiva para destinar fondos federales a la construcción del muro con México.
El jefe de Estado de Ecuador consideró necesaria una transformación en el Sistema de Naciones Unidas "para que sea la Asamblea General la que tome las grandes decisiones" y no "el poder de veto de un grupo reducido de países del Consejo de Seguridad".
También insistió en la necesidad de acometer una transformación en la Organización de Estados Americanos (OEA) que, a su juicio, debería convertirse, como la Celac, en un organismo encargado de "de procesar nuestros conflictos y diferencias con Norteamérica".
También es necesario para el desarrollo, dijo, reformar instituciones como la Organización Mundial del Comercio (OMC), a la que acusó "de imponer restricciones para que un país pueda regular la inversión extranjera, la cual mal manejada puede destruir naciones enteras".
"Pensar que cuanto más pronto y más tratados de libre comercio se firmen, más rápido llegará el desarrollo es algo más cercano a la fe que a la ciencia o a la historia", subrayó.
En su intervención en la plenaria, el mandatario ecuatoriano instó a profundizar la integración regional, pidió un compromiso "radical" a favor de la democracia, así como más acciones contra el cambio climático, la evasión y la elusión fiscal y los paraísos fiscales.
"Ha sido un honor compañeros y compañeras trabajar con ustedes", dijo Correa al final de su discurso, en el que evocó las figuras de los fallecidos Fidel Castro (Cuba), Néstor Kirchner (Argentina) y Hugo Chávez (Venezuela).
También se refirió a los expresidentes brasileños Inacio Lula Da Silva y Dilma Rousseff y a la exmandataria argentina Cristina Fernández de Kirchner quienes, a su juicio, "sufren brutales acosos" en sus respectivos países.
"Hay claros intentos de detener la integración de nuestras naciones. Podrá haber retrocesos pero América Latina nunca volverá al pasado", aseguró en su despedida.
Además de Correa y el anfitrión Danilo Medina, en la Cumbre participan los mandatarios de Cuba, Raúl Castro; de Venezuela, Nicolás Maduro; El Salvador, Salvador Sánchez Cerén; Bolivia, Evo Morales; Haití, Jocelerme Privert; y Nicaragua, Daniel Ortega.
En el cónclave también asisten los presidentes de Guyana, David Granger; y Dominica, Charles A. Savarin; y el primer ministro de Jamaica, Andrew Holness.
Cuba y la crisis política de Venezuela son algunos de los temas que abordan los documentos de la Cumbre, que también tratan sobre pobreza, migración, lucha contra el narcotráfico, desarme nuclear, género y financiación al desarrollo, así como el conflicto de Las Malvinas.
Las dos declaraciones especiales sobre Cuba, una para pedir el fin del bloqueo por parte de Estados Unidos y otra para que este país devuelva Guantánamo a la isla, cuentan con el apoyo de todos los países de la Celac.
Los cancilleres de los países miembros de la Celac también aprobaron ayer respaldar el diálogo en Venezuela.
Al término de la V Cumbre, la República Dominicana traspasará a El Salvador la presidencia temporal del organismo.
La cumbre concluirá este miércoles con la Declaración de Punta Cana que firmarán los presidentes y jefes de Gobierno.
Con información de EFE