La llamada zona muerta del Golfo de México, una región de agua sin oxígeno que se encuentra frente a Louisiana y Texas, y donde no puede proliferar la vida marina, es más grande este verano que el promedio de años anteriores, según anunciaron en un informe científicos federales de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica ( NOAA).
El Político
Los científicos, determinaron que este año abarca unos 16,405 kilómetros cuadrados (6,334 millas cuadradas), un área un poco más grande que el estado de Connecticut.
La zona muerta promedio del Golfo, basada en datos de los últimos cinco años, es de aproximadamente 13,934 kilómetros cuadrados (5,380 millas cuadradas), reportó Univision.
Zona muerta en el Golfo de México
Debido a que dimensión del área este año es tres veces mayor a la de 2020 y varía mucho con respecto a otros años, la NOAA afirma que el promedio de varios años “capta la verdadera naturaleza dinámica de la zona”.
“La distribución del oxígeno disuelto en el agua en baja cantidad fue inusual este verano”, declaró Nancy Rabalais, la principal investigadora.
“Las condiciones de niveles bajos de oxígeno ocurrieron en aguas muy próximas a la costa y muchas observaciones mostraron una falta de oxígeno casi total”.
Causas de la zona muerta
También conocida como hipoxia, este fenómeno se crea por la escorrentía de nutrientes, principalmente por la aplicación excesiva de fertilizantes en los campos agrícolas a lo largo del río Mississippi durante la primavera y que terminan siendo vertidos al mar a través de su delta en Louisiana.
Los nutrientes como el nitrógeno pueden alimentar el crecimiento de las algas, y cuando las algas mueren, su descomposición consume oxígeno más rápido de lo que puede bajar de la superficie. Como resultado, los peces, camarones y cangrejos pueden asfixiarse y morir.
Las actividades humanas en las zonas urbanas y agrícolas en toda la cuenca del río Mississippi son la causa principal de la “zona muerta” anual. Un exceso de nutrientes fluye hacia el Golfo de México y estimula el crecimiento excesivo de algas, que mueren y se descomponen. Las algas agotan el oxígeno conforme se hunden al fondo.
Otras acciones
La descarga del río hacia el Golfo de México fue mayor a lo normal durante tres semanas antes de que comenzara el estudio de una semana el 25 de julio. Este fue realizado por científicos de la Universidad Estatal de Luisiana y del Consorcio Marino de Universidades de Luisiana.
La NOAA destacó las acciones para reducir la escorrentía de fertilizantes y otros contaminantes que contribuyen a la zona hipóxica. Radhika Fox, administradora adjunta para el agua de la Agencia de Protección Ambiental (EPA por sus siglas en inglés), dijo que también es necesario tomar en cuenta el cambio climático para lograr avances.
“Este año hemos visto una y otra vez la profunda repercusión que el cambio climático tiene en nuestras comunidades; desde una sequía histórica en el oeste hasta eventos de inundaciones”, señaló Fox. “El clima está vinculado directamente con el agua, incluyendo el flujo de la contaminación de nutrientes hacia el Golfo de México”.