El cuerpo del exdictador panameño Manuel Antonio Noriega, muerto tras una operación cerebral, fue incinerado este martes en una ceremonia privada, informó un amigo de la familia.
La ceremonia tuvo lugar en un crematorio de la capital en presencia de un puñado de familiares, entre ellos las tres hijas de Noriega (Lorena, Sandra y Thays) y allegados.
"Fue una despedida como la quiso su familia. Las cenizas las va a tener su esposa Felicidad (Siero). Fue difícil hacerlo porque hasta el último momento hubo demasiados obstáculos", dijo a periodistas Rubén Murgas, amigo personal de Noriega y exdirector de Radio Nacional durante el régimen militar.
Según Murgas, a Noriega no se le hizo autopsia porque "murió en el hospital", aunque no detalló las causas del deceso.
Noriega falleció el lunes a los 83 años en el hospital público Santo Tomás de la capital panameña, después de haber sido operado en marzo de un tumor cerebral.
El exdictador purgaba tres condenas de 20 años cada una por la desaparición de opositores bajo su régimen (1983-1989).
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Noriega fue "un hombre que aprendió a disfrutar la cárcel", dijo Murgas, visiblemente emocionado a las puertas del crematorio.
En Panamá "se tiene que saber la verdad" sobre Noriega y "muchas cosas creo que se van a saber ahora" tras su muerte. El Noriega que se pintó en Panamá no existió. Eso se lo garantizo", enfatizó Murgas.
AFP