La crisis política de Italia afectó a los mercados tras la decisión del ultraderechista líder de la Liga, Matteo Salvini (46 años), de abrir una crisis de gobierno y exigir un adelanto de las elecciones, que podrían ser en octubre.
El Político
La incertidumbre se ve reflejada en la Bolsa ya que los títulos de Estado italianos se han visto penalizados: la prima de riesgo, el diferencial con los títulos alemanes, voló a los 240 puntos, triplicando a la española que está en 82 puntos. Y la Bolsa de Milán perdía el 2%.
Con el fin de acelerar los tiempos de la crisis y para tratar de responsabilizar al Movimiento 5 Estrellas, que ha sido su aliado en el gobierno, la Liga ha presentado en el Senado una moción de censura contra el primer ministro Giuseppe Conte, quien hasta ahora había jugado un papel de coordinador entre los dos partidos de la coalición, la Liga y el Movimiento 5 Estrellas.
Perennes desacuerdos acabaron con el populismo
El gobierno de coalición populista y soberanista formado por el Movimiento 5 Estrellas (M5E) y la Liga, en el poder poco más de 14 meses, estaba acabado desde hace tiempo, porque se habían dividido sobre todas las cuestiones importantes del país. Salvini, como hombre fuerte del ejecutivo, pondría fin a esta experiencia de gobierno más pronto que tarde, tratando de elegir los tiempos.
La crisis se desencadenó el miércoles, después de una votación en el Senado sobre la obra del tren de alta velocidad Turín-Lyon, que certificó el divorcio de la coalición ya que el gobierno no puede contar con la mayoría parlamentaria. A favor del tren de alta velocidad votó la Liga junto a la oposición, mientras que el Movimiento 5 Estrellas se ha puesto desde siempre al proyecto por razones ambientalistas y de coste económico.
El M5E sufrió una estrepitosa derrota. Poco después, Salvini se entrevistó con el primer ministro y le pidió la cabeza de tres ministros que le dificultaban sus planes: El titular de Transportes, Danilo Toninelli, acusado de bloquear proyectos de grandes obras públicas, en particular el tren AVE Turín-Lyon; la ministra de Defensa, Elisabetta Trenta, acusada por Salvini de obstruir sus planes para el control total del Mediterráneo, y el ministro de Economía, Giovanni Tria, un profesor cuya línea conciliadora con Bruselas está en contra del euroescepticismo de la Liga. Al final, viendo que era imposible que se aceptaran sus exigencias, anoche Matteo Salvini abrió oficialmente la crisis de gobierno: «He reiterado al primer ministro Conte que debemos presentarnos al parlamento para dar acto de que no hay una mayoría, y restituyamos rápidamente la palabra a los electores».
Conte desafía a Salvini
Salvini hubiera deseado que Conte presentara de inmediato la dimisión al presidente de la República. De esta forma se hubiera dado la imagen de que el gobierno caía porque no tenía mayoría parlamentaria. Pero el primer ministro apareció anoche, después de las once, desafiando con gran dureza al líder de la Liga, pidiéndole que acuda al parlamento a explicar la crisis: «Salvini vino a hablarme para decirme que la Liga quería interrumpir la experiencia de gobierno para recoger los resultados del consenso del que gozan», dijo el primer ministro, lanzando un dardo al líder de la Liga: «Salvini ha pedido a los parlamentarios de volver -oficialmente están ya de vacaciones-, pero no le corresponde a él decidir los tiempos de una crisis política».
Respondía así a la arrogancia del ministro del Interior, quien había pedido que ya el próximo lunes los parlamentarios acudieran a sus escaños para formalizar con urgencia la crisis y que se pudiera cumplir el plazo reglamentario para que las elecciones sean el 13 de octubre, como él desea.
Lucha por el poder
Según ABC de Madrid, Italia está ya en campaña electoral, aunque en realidad lleva así años. Ahora se ha abierto una feroz lucha por el poder. Matteo Salvini ha querido ir cuanto antes a las urnas para capitalizar el buen resultado que le pronostican las encuestas (en torno al 38 %) y hacerse con todo el poder. El lider de la Liga, en campaña electoral permanente, le ha comido el terreno al Movimiento 5 Estrellas, que se han mostrado, comenzando por su líder Luigi Di Maio (33 años), como unos simples aficionados de la política, mientras Salvini es un zorro político que lleva más de un cuarto de siglo ocupando diversos cargos. Ha sido un juego del gato y el ratón.
El gran perdedor de esta crisis es Di Maio. Ganó las elecciones con el 32,5 % y hoy las encuestas le dan menos del 17 %. Esos votos perdidos se han ido en buena parte a la Liga. Pero en la política italiana, cualquier cosa puede suceder.