El científico detrás de la primera vacuna Covid-19 que aprueba los ensayos clínicos provisionales confía en que el antídoto puede poner fin a la pandemia del coronavirus a mediados del año 2021 y que todavìa tendremos que pasar por un fin de año triste.
El Político
BioNTech y Pfizer anunciaron a principios de esta semana que su candidata a vacuna había demostrando una eficacia del 90% en los ensayos de fase 3, un descubrimiento con el que la humanidad podrá luchar contra el SARS-CoV-2.
El creador de la vacuna de Pfizer Ugur Sahin, estima que podremos tener «una vida normal» a mediados de 2021
También advierte que «este será un invierno difícil», ya que aunque se pueda administrar a partir de diciembre, «la situación no cambiará drásticamente»
El director ejecutivo de BioNTech, estima que «podríamos volver a la vida normal a mediados del próximo año», pero advierte también que «este será un invierno difícil». En una entrevista en la cadena Sky News explicó que aunque la vacuna se pueda poner a partir de diciembre, «la situación no cambiará drásticamente» y que «empeorará antes de mejorar».
Las vacunas sí podrán detener este virus
Además, en una entrevista con The Guardian, Sahin puso de manifiesto su optimismo. «Si la pregunta es si podemos detener esta pandemia con esta vacuna, entonces mi respuesta es: sí, porque creo que incluso la protección solo contra infecciones sintomáticas tendrá un efecto dramático», afirmó.
El científico admitió que hasta que se revelaron los resultados del ensayo del lunes, no estaba seguro de si su vacuna desencadenaría una reacción lo suficientemente fuerte del sistema inmunológico humano. «Era posible que el virus no fuera realmente el objetivo de la vacuna, llegara a las células y continuara enfermando a las personas. Ahora sabemos que las vacunas pueden vencer a este virus».
Shain explicó que «la vacuna impide que el Covid-19 obtenga acceso a nuestras células.
Pero incluso si el virus logra entrar, las células T lo atacan y eliminan. Hemos entrenado muy bien el sistema inmunológico para perfeccionar estos dos movimientos defensivos. Ahora sabemos que el virus no puede defenderse contra estos mecanismos».
Sobre la durabilidad de la inmunidad, el científico estima que aquellos que recibieron la vacuna fueran inmunes al coronavirus durante al menos un año. «Los estudios de pacientes con Covid-19 han demostrado que aquellos con una fuerte respuesta inmune todavía tienen esa respuesta después de seis meses. Me imagino que podríamos estar a salvo durante al menos un año».
La historia de amor científico de una pareja turco-alemana
Dos personas están detrás de la empresa biotecnológica alemana BioNtech. Se trata del matrimonio formado por Ugur Sahin y Özlem Türeci. Cuando en enero de 2020 el coronavirus se asomaba en China, a nadie en Alemania parecía preocuparle seriamente la posibilidad de que el patógeno pudiera causar una pandemia. Sin embargo, Sahin y Türeci reaccionaron de inmediato y dirigieron sus investigaciones hacia el desarrollo de una vacuna en un proyecto que denominaron "velocidad de la luz", pues tendría que desarrollar en poco tiempo lo que que normalmente lleva varios años. Tres meses depués, tenían ya en fase de desarrollo clínico las primeras candidatas a convertirse en la ansiada vacuna.
Hasta la aparición del nuevo coronavirus, Sahin y Türeci habían concentrado sus esfuerzos en la lucha contra el cáncer. En ese terreno, su enfoque difiere notablemente del tratamiento habitual contra esa enfermedad. Para ellos, cada paciente de cáncer necesita una terapia especial y hecha a medida, ya que no hay dos enfermos cuya mutación genética de las células cancerígenas sea idéntica. Sus investigaciones aprovechan el hecho de que el cuerpo humano a menudo puede curarse a sí mismo dejando intervenir a virus y bacterias. El objetivo es desarrollar una terapia inmunológica que estimule los mecanismos de autocuración y convierta los tumores malignos en inofensivos.
La investigación como estilo de vida
"Desde muy temprano, supe que me interesaba la ciencia", dijo Ugur Sahin con motivo de la entrega del Premio Mustafa 2019. Nacido en Turquía, Sahin emigró con su mamá a la edad de cuatro años a la ciudad alemana de Colonia, donde su papá trabajaba en la empresa Ford. Tras concluir la enseñanza secundaria, estudió Medicina en la Universidad de Colonia. "Me interesó la inmunoterapia, cómo funciona el sistema inmunológico y cómo se le pueden dar instrucciones para identificar y atacar las células cancerígenas", dice Sahin, que tiene 54 años. De forma temprana se inició en el trabajo de laboratorio.
El mundo parece estar en manos de los científicos.